septiembre 7, 2010 · Deje un comentario
Por Alberto García-Teresa.
En un mundo dominado por las distancias, no físicas, sino emocionales y psicológicas, la poesía de Pedro del Pozo resulta un canto necesario a la alegría y a la resistencia, a la compasión y a la ternura. Son versos que devuelven el humanismo, la fraternidad, la humildad y la honestidad a sus lectores.
El poemario desarrolla una propuesta ética, sobre el vivir, que anhela la autenticidad. Se trata de una lucha en lo existencial («agarrado a esta existencia de fragor de combate / siempre»), donde, con gran cierto elabora un discurso crítico (bien de ámbito ético o bien de forma más directa) mediante una gran altura lírica, jugando con la sugerencia, otorgándole una envoltura que vela el sentido unívoco en favor de la agudeza. De esta manera, incorpora siempre imágenes, metáforas o comparaciones que dan vuelo lírico a reflexiones expresadas de manera más directa: «nunca desidia en mis días / es un gran precepto / un acertado criterio de actuación / de salvación / cotidiana / que juguetea entre las rocas / como agua de río recién nacido-».
Así, obtiene una atmósfera muy característica a través del tono lírico conseguido.
Por otro lado, también incorpora oposiciones para describir el mundo y la vida, que se tornan paradojas, pero que reflejan su complejidad y la huida de las dicotomías maniqueístas: «calma y tempestad». Introduce a quienes vacían la vida, que son seres despersonalizados («algunos tipos», «extraños tipos») a los que se refiere mediante la tercera persona del plural, lo que antepone las diferencias entre su modelo de vida y el que el poeta propone y anhela.
Por otra parte, el amor (a su hija y sobre todo a su pareja), que brota en medio de la resistencia, supone un asidero en la angustia y el combate. El autor ensalza la comunicación (y la poesía, especialmente, como paradigma de ello, puesto que aúna la comunión humana con una mirada pura, desveladora y mágica de la realidad). Se encuentra una referencia constante a los elementos que la componen, bajo una perspectiva amplia: palabras, abrazos, besos, miradas. De esta manera, busca el encuentro que implique superar las distancias que provocan y toleran el dolor y la injusticia. En ese sentido, el volumen se divide en tres partes, con títulos muy reveladores, que agrupan poemas no muy extensos (de ocho versos de media, aproximadamente): «Átomo. Poemas de lo más íntimo», «Célula. Poemas de calma y tempestad», «Galaxia. Poemas del mundo sin espejos».
Así, el escritor muestra y ensalza la valentía de enfrentarse sin escudos ni miedos al vértigo de la vida («miedo / a la rendición y a la confusión- / pero no por ello rendición ni confusión / sino alegría-») y canta a la resistencia («rendirse es casi una evidencia- // y sin embargo resistimos / porque incluso cuando nos falta la voz / estamos preparados para el asedio-») en compañía («porque nos sabemos perdidos en el laberinto / con las armas en la mano / con los enemigos alrededor y los amigos al lado-»).
Del Pozo es consciente de la cotidianeidad del conflicto, en el que resalta su posición pacifista y humanista: «Todo es un campo de batalla / para aquellos que inexorablemente buscan el poder- // aunque el fragor de las armas nos ensordezca para siempre». El autor apela a la sencillez en esa resistencia («y a pesar de lo malo / este empeño de existencia / y la sencillez de seguir vivos»), además de manera austera: «Con delicadeza pondré el agujero / en el bolsillo / para conservar lo preciso-».
Finalmente, se debe constatar la importancia del agua en sus versos. En sus diferentes manifestaciones (mar, río, lluvia), es un aspecto clave en su poesía. Del Pozo lo utiliza como referente, como símbolo o como concepto. No es, a pesar de ello, un componente central, sino que se trata de un recurso continuo. También emplea otros elementos naturales (roca, fuego, montañas), y, de esta manera, nos remite a un entorno incontaminado, puro y primordial.
Por tanto, este volumen presenta una poesía generosa y abierta, que busca los caminos que ligan los corazones salvando las distancias que los enmudecen, a través de un conseguido tono lírico y una firme convicción ética.Distancias es un libro revelador y esperanzado, que nos demuestra la voz de un poeta a quien la rabia no ha apagado la conciencia de la vida y de sus posibilidades para paladearla.
Distancias. Poemas de los océanos zigzagueantes
Pedro del Pozo
92 páginas
Baile del Sol, 2010
ISBN: 978-84-92528-85-1
Pedro del Pozo
92 páginas
Baile del Sol, 2010
ISBN: 978-84-92528-85-1
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