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jueves, 23 de noviembre de 2017
jueves, 9 de octubre de 2014
Caza mayor
por Pedro M. Domene
/ Autor.- Manuel Moya
Editorial.- Baile del Sol, 2014
Nº Páginas.- 202
Editorial.- Baile del Sol, 2014
Nº Páginas.- 202
/ La cuestión es contar callando y cuantas leyes se deriven de ese hecho, o tal vez establecer algunas consideraciones sobre la estética de lo mínimo que en estas últimas décadas cuantificamos en número suficiente
como para establecer un canon y una serie de tesis en torno al género, y cuya identidad se remonta a la estética modernista con Darío a la cabeza tras la publicación de su revolucionario, Azul, asombrosa apuesta que seguirán Torri, Reyes o Lugones, entre otros. Las dos últimas décadas del siglo XX han sido, especialmente, proclives a poner en el mercado una serie de interesantes libros que confirman el auge de un género olvidado por la crítica durante años, y que una forma regular se ha intensificado en los 90 para entrar en el siglo XXI con el auge suficiente como para sopesar la importancia de un buen puñado de libros a lo largo de todo un año. Los nombres de consagrados se han ido alternando con jóvenes incorporaciones que hacían del microcuento o microrrelato su apuesta literaria, casos de Alberto Escudero, Javier Tomeo, Pedro Ugarte, Luis Mateo Díez, José Jiménez Lozano, Rafael Pérez Estrada, Julia Otxoa o Juan José Millás, junto a Ángel Oleoso, Miguel A. Zapata y Manuel Moyano, por citar algunos.

Manuel Moya (Fuenteheridos, Huelva, 1960) nunca ha sido amigo de dogmatismos, de establecer cánones, de ensayar con una literatura al uso, más bien su actitud ha sido la de un provocador, en un amplio sentido, así que entrega un voluminoso libro de microrrelatos titulado, Caza Mayor (2014) que supone un paso más en su heterogénea obra, cuyos límites establece el mismo autor y la diversidad de la msima ha quedado patente a lo largo de estos años. Caza Mayor ofrece un auténtico caleidoscopio de relatos, un pequeño puzle donde las piezas encajan a la perfección. Tema y forma de estos relatos varían aunque se sintetizan en una inexcusable brevedad que nunca excede la página y, en ocasiones, no más de una decena de líneas. La imagen del laberinto subyace en la narrativa breve de Moya que explora en ocasiones la incapacidad humana para descifrar los misterios de una cotidianidad, así que utiliza la metaficción para hablar de la complejidad de una realidad, convirtiendo los dos planos de nuestra existencia en ficción y vida, reivindicando así cualquier imagen que proceda de esa irreconciliable realidad. Moya es maestro en la concisión, la sugerencia, la síntesis narrativa, su capacidad poética, demostrada ampliamente, se proyecta en estos microrrelatos, y los rasgos de humor con cierto aire negro o absurdo y abundantes dosis de ironía y de sarcasmo salpican a los numerosos textos y convierten a estos en hipertextos de una realidad donde el paroxismo nos ofrece una versión distinta de las leyes que rigen nuestro mundo. Sobresalen las series, “Historia abreviada”, “De conspiraciones” o las variadas y no menos jocosas, “Carta a los Reyes Magos”, y del resto de los numerosos textos del volumen, Caza Mayor, subrayamos cuanto Manuel Moya entiende como recurrencias, repeticiones, variaciones, homenajes a una red intrincada de simetrías y artimañas que espoleen la curiosidad del lector, y afirmamos que, una vez leído el conjunto, el propósito cumple todas las expectativas.
miércoles, 23 de julio de 2014
sábado, 19 de julio de 2014
"CAZA MAYOR", DE MANUEL MOYA
El poeta, novelista y traductor Manuel Moya (Fuenteheridos, Huelva, 1960) ha sacado a la luz un volumen de microrrelatos titulado "Caza mayor", publicado por la editorial tinerfeña Baile del Sol. La narrativa del onubense se despliega en títulos como "Regreso al tigre" (1999) y "La sombra del caimán" (2006), ambos de cuentos; así como de las novelas "La mano en el fuego" (2006), "La tierra negra" (2009), "Majarón" (2009) y "Las cenizas de abril" (2011), premio Fernando Quiñones, publicada por Alianza editorial y traducida también al portugués.
El volumen objeto de este comentario viene presentado como el primero que el narrador dedica íntegramente al subgénero del microrrelato. Ya de entrada, el título del volumen (aceptada la ironía con que el mismo escritor ha querido dotarlo) puede despertar cierta curiosidad en el lector en cuanto al juego de antónimos y por la paradoja que supone el "mayor" del título y la esencia misma del término o del concepto "microrrelato". No obstante he de aclarar que, a mi juicio, lo del adjetivo del título viene dado por la trascendencia y la significación que el autor concede a este subgénero narrativo, que para él no representa para nada un género menor o inferior, dada la gran maestría y dificultad que encierra escribir textos tan elaborados como los que contiene este libro.
No hemos de dejar tampoco a un lado el carácter experimental que el género posee, porque todo microrrelato supone una provocación y un reto a la inteligencia del escritor, primero, y del lector después. Experimentación y análisis son los dos perfiles básicos sobre los que discurren los textos de Manuel Moya quien, por otra parte, afirma: "De hecho, este libro pretende, no sólo desdeñar las orillas del género, sino en lo posible, habitarlas". ¿Significa esto que el autor ha querido "bordear" la frontera, situarse en los límites del género con ese afán indagador, forzando los cánones con el fin de provocar tanto a críticos como a lectores? Lo que resulta obvio es que Manuel Moya, además de provocar al lector, no parece amigo de cánones, dogmatismos o pontificados y sí un escritor bastante preocupado por ese proceso de búsqueda personal que conlleva abrir nuevos caminos a la literatura o, al menos, de experimentar con ellos. Sólo en la experimentación de los límites es posible el hallazgo. No cuadra con él la etiqueta de "escritor acomodaticio". Nada más lejos de su escritura y de la exigencia que demanda de sus lectores.
"Caza mayor" es un caleidoscopio de relatos, un puzzle donde las piezas encajan a la perfección. En su enorme diversidad caben las recurrencias y los vínculos laberínticos, así como las subterráneas coincidencias entre algunos textos, como bien señala el mismo autor. En su lúdica diversidad, que afecta tanto a los temas como a la forma de los relatos, dentro de la exigencia inexcusable de la brevedad; el lector irá de unos textos a otros leyendo con verdadera fruición, recreándose inmerso en una gozosa lectura y reparará, sin duda, en la alta calidad de los mismos y en un autor cuya valía está sobradamente contrastada.
Manuel Moya: Caza Mayor, Tenerife, Baile del Sol (Col. Sitio de Fuego, 137), 2014, 202 pp.
jueves, 10 de octubre de 2013
Manuel Moya: "Hace falta una visión poética de la realidad"
FRANCISCO A. CARRASCO 08/10/2013
LUGAR Y FECHA DE NACIMIENTO FUENTEHERIDOS (HUELVA), 1960.
TRAYECTORIA POETA, NARRADOR, CRITICO LITERARIO, EDITOR, TRADUCTOR. HA OBTENIDO NUMEROSOS PREMIOS, ENTRE OTROS EL RICARDO MOLINA, EL FRAY LUIS DE LEON, EL HERMANOS MACHADO Y EL FERNANDO QUIÑONES.
Manuel Moya está completamente dedicado a la literatura. Es su pasión. Poeta, narrador, crítico, editor, traductor, ha recorrido todos los campos de la creación literaria. Cuando se cansa de uno, se pasa al siguiente, para oxigenarse. Su obra ha obtenido importantes premios literarios, tanto poéticos (Ricardo Molina, Fray Luis de León), como de novela (Fernando Quiñones), y ha sido traducida a varios idiomas. Acaba de publicar una traducción deVasques & Cía, una selección de textos del Libro del desasosiego, de Fernando Pessoa, en la editorial Berenice. Esta noche viene a Córdoba a presentar su último poemario, Apuntes del natural (Fundación José Manuel Lara), con el que este año ha ganado el Premio Iberoamericano de Poesía Hermanos Machado. Será a las 20.00 horas en el Museo Arqueológico, dentro del ciclo Letras Capitales, del Centro Andaluz de las Letras.
--'Apuntes del natural' es un libro de homenaje, dice usted, "a aquellos que me han ido alumbrando en el camino... una galería de retratos con mayúscula".
--Es un homenaje a esos escritores o maestros que me han ido alumbrando el camino a través de mi vida y a través de mi obra se puede decir así.
--Es un libro distinto a lo que ha hecho hasta ahora. ¿Necesitaba romper con lo anterior, tomarse un descanso o es una urgencia vital?
--Realmente es un libro que continúa la labor anterior. Lo que ocurre es que es un libro, de alguna manera, de puerto, de descanso, un momento de reflexión dentro de la larga batalla.
--¿Cuáles son los autores que más han influido en su obra?
--Yo creo que Pessoa, Machado... Hay distintos autores, pero Pessoa, Machado, la pintura de Hoper... y tantos otros. Pavese también ha sido importante en mi trayectoria. En fin, en la nómina del libro aparecen algunos, no todos los que me han influenciado evidentemente, pero sí están quizá los que son.
--Supongo que le tiene que agradecer mucho a este libro. El Premio Iberoamericano de Poesía Hermanos Machado es importante. Además, usted se considera machadiano.
--Bueno, eso es lo principal. Yo creo que soy un poeta de corte machadiano. Me interesa mucho una revisión crítica de la realidad, pero también una visión poética de ella, que tanta falta hace.
--A algunos de sus personajes, como Pessoa, con sus heterónimos, le ha dedicado gran parte de su trabajo. Acaba de sacar en Berenice una edición de Vasques & Cía del autor portugués.
--Hemos sacado Vasques & Cía, que es una selección de textos extraídos del Libro del desasosiego, un libro heterogéneo, un libro casi herético, pero es una ventana a los mundos de Pessoa, sin ninguna duda.
--¿Qué criterios ha seguido para establecer la selección?
--Hemos hecho una selección yo creo que bastante interesante de la oficina sobre la que bascula gran parte de ese libro. Son textos de Rúa dos Douradores, es una visión también más plástica de la realidad y ahí es donde se encuentra el Pessoa más auténtico, más humano, por decirlo así.
--Usted ha escrito poesía, cuento, novela, crítica, ha traducido. ¿En qué género se siente más a gusto?
--En la traducción, porque, por decirlo así, la responsabilidad cae siempre en el otro..., pero bueno, yo creo que donde mejor me siento realmente es en la poesía.
--Dígame brevemente por qué debemos leer.
--Porque es una manera de conocer el mundo de los demás. El gran problema del mundo es que no somos capaces de leer en los otros, no somos capaces de ponernos en el lugar de los otros.
--¿Qué está escribiendo actualmente?
--Actualmente estoy escribiendo cuentos. Cuando me canso de algo, cuando estoy saturado de alguno de los géneros, me paso al siguiente y así descanso y me oxigeno.
miércoles, 29 de mayo de 2013
2 CUENTISTAS PORTUGUESES
![]() | Paulo Kellerman nos asoma, a lo largo de los veinte cuentos que componen Los mundos separados que compartimos, al abismo más peligroso al que puede asomarse el ser humano, el interior. A través de una narrativa limpia y de una gran cadencia poética, desgrana la nostalgia de lo no vivido, la contundencia y significación de los silencios, las preguntas últimas sobre la latencia del desamor. Cada relato es una mirada a la duda y una puesta en jaque de la relación amorosa; los personajes parecen transitar de un cuento a otro con astutos movimientos y sólo cuando ellos quieren somos conscientes del trasvase. Hombres y mujeres se abren paso hacia sus paradojas y sus miedos, se retan a sí mismos, se condenan o se regalan nuevas oportunidades. Maestro del diálogo íntimo, Kellerman nos presenta en este catálogo de soledades todas las posibilidades de acercamiento a esos mundos separados que compartimos. |
Paulo Kellerman | LOS MUNDOS SEPARADOS QUE COMPARTIMOS |
Traductor Manuel Moya | 978-84-940258-3-9 |
![]() |
Nada tiene desperdicio en la escritura de Maria Antonieta Preto en este libro, La resurrección del agua, en el que la esencia del relato radica en la perfecta relación entre los elementos literarios: los personajes de la historia, los códigos de la memoria y del mensaje constituyen el significado de las palabras a través de cada rasgo humano. Ya sea el relato mágico o cruento, contando la muerte o la vida de nuestros afectos, el lenguaje y el buen gusto estilístico ganan singularidad en el desarrollo de lanarración.
Maria Antonieta Preto, periodista y ya considerada una de las mejores voces de la literatura portuguesa contemporánea, nos sorprendió con la publicación deLlueven cabellos en la fotografía (2004), cuentos sobre su raíz alentejana, que transfigura y nos transporta a todos aquellos lugares y en todos nos ofrece la posibilidad de observar y de sentir. Ahora confirma el ritmo poético de un sólido oficio literario y redobla una escritura poderosa tanto desde el punto de vista formal como desde el imaginativo (fascinantes nombres de personajes como el abuelo Antonásio y la abuela Bordália). Trabajando universos ancestrales, los signos son, sin embargo, de todos los tiempos y geografías, permaneciendo plenamente actuales.
Maria Augusta Silva
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Maria Antonieta Preto | LA RESURRECCIÓN DEL AGUA |
Traductor Manuel Moya | 978-84-940258-2-2 |
jueves, 13 de enero de 2011
Fernando Pessoa


Hoy se conjura todo para que la jornada sea mágica. Abres el libro que recibes, suena en el estudio el Concierto nº 5 de Beethoven, y lo que lees y lo que escuchas forjan en tu interior un “alguien” que eras o no eras antes, que serás o no serás después. Y si, como dice Pessoa, “alguien te dijera que todo esto es falso y absurdo, no le creas. No creas tampoco lo que yo te diga, puesto que no debes creer en nada. Desprécielo todo, pero de manera que ese desprecio no te incomode. No te tengas por superior a quien desprecias. El arte del desprecio noble consiste en eso. Volver puramente literaria la receptividad de los sentidos y las emociones, cuando acaso parezcan inferiores, convertirlas en materia aparecida para con ella esculpir estatuas de palabras fluidas y lambentes”.
El escritor Manuel Moya ha traducido, editado y prologado Libro del desasosiego de Bernardo Soáres, uno de los heterónimos de Fernando Pessoa (Baile del Sol, 2010), “uno de los proyectos más persistentes y complejos de Pessoa, poeta que constituye en sí mismo toda una literatura”. María José de Acuña le pregunta qué aporta su traducción; Moya responde que “Pessoa ha contado con traductores fantásticos, como Llardent, Campos Pámpano o Crespo. Muchos lectores lo descubrimos en esta espléndida versión en Seix Barral. Pasa que Crespo murió antes de que Libro del desasosiego, hecho con fragmentos dispersos, fuera revelado entero. Después vino la edición de Cuadrado, en Acantilado, que sigue la de Zenith para Assírio & Alvim (Lisboa, 2003), Mi versión aporta texturas más abiertas o literarias; sobre todo hay en ella una ordenación propia”.
Dice Pessoa: “A muchos les parecerá que mi diario, hecho para mí, es artificial en exceso, pero es en mí natural ser artificial. ¿Con qué otra cosa habría de entretenerme, pues, si no fuera con escribir cuidadosamente estos apuntes espirituales? Por otra parte, los escribo con descuido. Del mismo modo, con ese mismo descuido por el refinamiento los agrupo. Soy alguien para quien el mundo exterior es una realidad interior. No siento esto metafísicamente, sino con los mismos sentidos por los que conocemos la realidad”,
Manuel Moya cree que la obra en una referencia ineludible en la literatura del siglo XX. Desde su aparición, ha ido creciendo, fortaleciéndose, sacralizándose con cada edición. Es un texto inagotable sobre el que no cabe la indiferencia. La concepción inacabada y abierta de sus fragmentos, su sentido confesional, que muestra en su desnudez a un hombre radicado en su soledad y abismado en su realidad interior, pero indemne en su integridad; esa imbricación entre sueño y realidad que sustancia un territorio emocional que surge de una experiencia vital, pero, sobre todo, el canto de un individuo consciente de su intransferible existencia, hacen que su lectura sea una experiencia única para el lector, que asiste a la aventura de un hombre emboscado en sí mismo, y que a través de su mirada nos introduce en un universo concreto y abstracto, real y simbólico, donde cielo, infierno y purgatorio se entrelazan, entran en conflicto, se neutralizan, iluminando un espacio en el que convive la miseria y la grandeza humanas.
A la magia se suma Lorca cuando dice: “¡Qué extraño que me llame Federico!”, para seguir con Pessoa: “¿A qué asisto cuando me leo como si leyera a un extraño? ¿En qué orilla estoy cuando me miro en el fondo? Otras veces me encuentro con fragmentos que no recuerdo haber escrito -lo cual me sorprende poco- […] Ciertas frases son de otra mentalidad”; y Juan Ramón desde la hondura de su ser, cuando Pessoa expresa: “Soy más viejo que el Tiempo y que el Espacio, porque soy consciente. Las cosas derivan de mí; la Naturaleza entera es la primogénita de mi sensación. Busco y no encuentro. Quiero y no puedo. Sin mí, el sol nace y se apaga; sin mí la lluvia cae y el viento gime. No son por mí las estaciones, ni el curso de los meses, ni el pasaje de las horas”.
Libro del desasosiego, o “genio de Pessoa en todo su apogeo”, al decir de Zenith, que Moya ve como “bosque inmenso que el caminante ha de recorrer por sus propios medios”, obra de “una de las personalidades más inquietantes, luminosas y complejas de una época”, que se fue dejándonos su legado.
© Manuel Garrido Palacios
http://manuelgarridopalacios.blogspot.com/2011/01/fernando-pessoa.html
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