viernes, 29 de junio de 2012

En días idénticos a nubes; de Ana Pérez Cañamares


Adolescente fui, en días idénticos a nubes…
Donde habite el olvido, Luis Cernuda

Hay pocos versos más acertados en la historia de la literatura, más eficaces y certeros, porque definen como un dardo conceptos escurridizos. Ana Pérez Cañamares aprovecha una parte del verso, la que define, para dar título a este conjunto de lienzos, de duración corta en general, donde caracteres enormemente atractivos actúan en situaciones cotidianas. Y sin embargo, consigue que dichas situaciones revistan un trasfondo simbólico y nos transporten a momentos de nuestra propia vida que podríamos recordar mucho tiempo después de haber cumplido los ochenta años, en los que los días eran idénticos a nubes pasajeras, nubes que se sucedían sin descanso, como si jamás fueran a dar a un fin, porque durante la infancia –y adolescencia- uno aún tiene la impresión de que va a vivir para siempre.
Asistimos a escenas llenas de vida y de inocencia, de amor o frustración o incomprensión o un comienzo de comprensión de cosas que antes resultaban remotas, desconocidas e inasibles. Y es en la mesura, en la maestría narrativa, en una deleitable ingenuidad, donde los cuentos de este libro me recuerdan al mejor Chéjov. Por su virtuosismo en aparentar no decir nada diciéndolo todo, por su sencillez, por sus destellos de humor suave y bien templado. Por su cotidianidad, por su genio.
En mi opinión, los personajes infantiles o adolescentes se resisten a ser modelados, pues aún no se han forjado del todo, están, por así decirlo, a medio hacer en muchos aspectos, y se caracterizan por una indefinición, un vacío de experiencia, un ansia por encontrar la identidad que no ayuda demasiado a la hora de crear personajes con fuerza y autonomía. Sin embargo, si se sabe poner el acento en la forma en que se busca esa identidad, en la energía que desprenden y su práctica carencia de prejuicios, se pueden llegar a trazar las líneas de personajes poderosos, al igual que los mejores realistas del XIX, por ejemplo Dickens con esos niños tan auténticos de Oliver Twist, David Copperfield o Grandes esperanzas.
Quizás también me recuerde a Carver, por supuesto, porque casi nadie ha sabido como él poner un corazón latiendo sobre una mesa, un corazón humano despojado del resto del cuerpo, reducido a su esencia, a su sentir primordial y definitivo, en situaciones del día a día, y hacernos sufrir o alegrarnos o compadecernos o madurar con las vivencias de otros. Como cuando, en «Caballos en la niebla», la mujer y el hombre se pelean con la certeza de que su matrimonio se ha ido a pique y nada será capaz de remediarlo. Y esos caballos en la niebla, esos caballos que surgen de la nada, como apariciones fantasmales o símbolos lorquianos de un destino de lo menos trágico, convierten sus problemas en detalles de un mundo lejano, al lado de aquella visión, de los caballos perdidos en la niebla pastando mansamente a la puerta de la casa de campo, agitando crines y cabezas peludas en tanto que devoran con meticulosidad los brotes tiernos de la hierba en medio de la noche. Algo así es el celofán del personaje Mario, de ese niño que superpone tiras de colores a una televisión para que John Wayne cabalgue sobre el arco iris. Algo así como caballos en la niebla que perfuman con su naturaleza de sueño el blanco y negro de la realidad cotidiana. Doy gracias a la autora, Ana Pérez Cañamares, por haber escrito esta maravilla.

factorcritico-endiasidenticosanubes-fondoEn días idénticos a nubes
Ana Pérez Cañamares
Baile del sol
ISBN: 978-84-92528-24-0
Tenerife
128 pgs

http://www.factorcritico.es/2012/06/en-dias-identicos-a-nubes/

jueves, 28 de junio de 2012

¿A qué esperan?… ‘Hola fondo sur’


Hay que aprender a partir, Tirzo, hay que aprender a partir, es la única forma de volver.”
 (Hola fondo surDaniel Ortiz Peñate)
 INICIO
Tengo el libro justo a mi lado, mientras escribo estas líneas. Hace apenas tres horas que lo terminé y todavía siento una extraña fascinación mezclada con sorpresa viajando por mi cabeza. He acariciado en las páginas de este volumen algo conmovedoramente intangible. También un profundo amor y respeto por la literatura. Por una vez el ego del autor se disuelve en una historia intrincada que, como toda buena novela de iniciación, muestra como su personaje va dejando atrás en el camino miedos para encontrarse así mismo.
Libro, ya digo, fascinante. Y no por sus ambiciones, y no por su en ocasiones tramposo barroquismo, sino porque se intuye está escrito desde el corazón. Un sin pudor que desnuda el alma, y el alma cómo no del lector que lo devora, con una insólita capacidad de atracción. De enganche, de dejar apartada otras lecturas porque demonios lo que estás digiriendo tiene sustancia.
Concluyo así que Hola fondo sur (colección Dando pata, Editorial Baile del Sol) se trata probablemente de uno de los mejores libros escritos por un autor de aquí (¿por qué diablos destaco que ha nacido aquí y no hago lo mismo cuando el firmante fue parido en Beirut? ¿No será un enfermizo síntoma de ombliguismo cultural?) de cuantos he leído en lo que vamos de año.
Muchas son las razones para que haga una afirmación que no quiere ser gratuita sino rendir justicia a las sensaciones que me ha provocado su lectura. A la inmersión que ha supuesto para mis ideas meterme en una historia que solo busca la reconciliación. Aventura que el protagonista del libro, Andy Tirzo, emprende a través de un largo periplo por la geografía accidentada de Sudamérica.
Se trata por lo tanto de un viaje que como cualquier viaje que se precie significa una búsqueda de sí mismo. Una odisea en la que Tirzo, abandonado por su particular Penélope italiana, se deja arrastrar por la marea mientras va cazando experiencias y conociendo a personas que se transforman, algunas de ellas, en individuos peculiares, guías que le señalan un camino que solo intuye en la maraña confusa y vacía en la que ha terminado por convertir su vida.
Estructurada en tres partes: El alma de todo lo que queda atrás,Gambeta y La senda del AyahuascaHola fondo sur son tres grandes historias en una sola gran historia.
EL ALMA DE TODO LO QUE QUEDA ATRÁS
“Solo una vez había tenido agallas de delatar a alguien, al hijo de puta de mi jefe en Guatemala, uno de esos cenutrios castellanos que había prosperado en las américas vendiendo cables eléctricos ajenos en el mercado negro.”
La primera, briosa por su mirada subjetiva, es como leer una personal adaptación de El camino de Jack Kerouac pero por la geografía latinoamericana. Un relato que destaca por su potentísima prosa y por su notable capacidad para atrapar la atención de un lector que consume sus páginas –más de trescientas– sin apenas darse cuenta.
El alma de todo lo que queda atrás rezuma en una novela que sabe a literatura de verdad.
Hay sueños rotos, aroma de perdedor que pasa el tiempo mientras vaga por tierra no tan extrañas, acompañado por el humo de cigarrillos, vino envasado en cartón, garitos que cortan el hipo y guaguas atestadas de gente que lo conducen por senderos que concluyen, nada más iniciar el relato, a La Higuerita, Bolivia, donde el protagonista  rinde pleitesía a un dios que sabe con pies barro y que una vez respondió al nombre de Ernesto Guevara de la Sernaaunque hoy continúe siendo más conocido como Che.
El mapa de Hola fondo sur es amplísimo. La expedición sigue una ruta que no es fija. Tan poco fija como la cabeza de su protagonista que huye de un desamor y busca no una sino muchas respuestas. Viaja kilómetros, deteniéndose en su peculiar ruta existencial en algunos lugares que describe con inocente emoción. Topándose con hombres y mujeres a los que no quiere juzgar, algunos de ellos también vagabundos que buscan su Dharma personal.
Mientras recorre un continente en el que peso de la vida aún palpita con insólito rugido, Andy Tirzo lee y escucha música. Música y lecturas que coinciden con algunas de mis lecturas y de mis músicas mientras observa como desaparecen paisajes que se transforman en nuevos paisajes…
Hola fondo sur es un libro notable, no redondo, vale, pero notable, en el que su autor no se demora en interpretar las geografías en las que su protagonista recala como una mota de polvo.
Daniel Ortiz Peñate escribe desde dentro, sin imposturas. A veces con una soterrada desesperación que desarma. Engrandece el relato con la descripción en pocos trazos, casi impresionista, de una serie de personajes secundarios que saben a verdad. Una verdad quizá alterada por la leyenda pero que aún así da color a esta experiencia profundamente individual y en ocasiones incluso de un comprensible egoísmo.
Ésta, y no otra, es la aventura de un mochilero desaliñado, de carácter inestable, sin patria e igual de asmático que el mítico guerrillero, que recorre las tierras de América no porque éstas reclamen el concurso de sus modestos esfuerzos sino por pura y obsesiva necesidad vital. De encontrarse a sí mismo.
Y esta necesidad es la que late con más intensidad en la que, a mi juicio, es la parte más redonda de Hola fondo sur. Y la que de alguna manera sintoniza con la mejor literatura de viajes y aventuras.
Un relato intenso, que engancha porque el lector lo vive y en el que su autor sabe inocular en dosis pequeñas pero certeras una serie de apuntes críticos feroces que esconde bajo una mirada irónica y socarrona.
Pongo a modo de ejemplo como desmitifica el trabajo de otro ilustre mochilero: Bruce Chatwin en La Patagonia. Eso al menos pone en boca de un residente de ese remoto lugar del planeta cuando viene a decir que Chatwin solo supo hablar de los ingleses que viven en ese lado del mundo olvidándose de sus habitantes originales.
GAMBETA
“- ¿Por qué no te quedás acá a vivir?, te quedás en mi departamento.
¿Y si era Buenos Aires el “lugar” del que hablaba Óscar o el “entendimiento” del que hablaba Enzo? No. Prefería añorar aquello toda la vida en vez de descubrirse en un error de cálculo a los pocos meses. Me voy, se dijo. Mañana.”
La segunda parte de la novela, Gambeta, podría entenderse como un alto en el camino. El capítulo describe la estancia del protagonista en Buenos Aires aunque ahora Tirzo ya no es el protagonista principal sino un miembro más de una galería de personajes que ama y vive en la capital Argentina.
A mi entender le falta la aplastante sinceridad de El alma de todo lo que queda atrás y la obra, al escorarse sin terminar por hundirse hacia ese lado, peca de confusa.
Tiene humor, no obstante, pero el hilo termina convirtiéndose en madeja al mezclar a un espía del Mossad harto de servir a un país enfermo de paranoia, una taxista paraguaya y su díscolo hijo, entre otros.
Con todo, este fragmento se lee también con avidez y contiene momentos de una conmovedora belleza aunque carece de la dimensión existencial de la primera parte.
LA SENDA DEL AYAHUASCA
“-Amigo Tirzo –dijo pasando su brazo por mi hombro–, ese miserable me conoce como a un hermano. Lleva algo de razón. La jefa espera en casa y ya es casi medianoche. Recuerda que la invitación sigue en pie para cuando vuelvas de la selva. Fernando sabe donde encontrarme. Esto es chiquito. Pásela bien, amigo.
- Sin falta. Y gracias por los tragos.
Salió del bar, desapareció entre juerguistas y mosquitos. Jamás volví a verlo. Me sentí vacío con aquella borrachera plomiza que me llevó directo a la pensión.”
El itinerario de Rizo concluye en La senda del Ayahuasca, donde el personaje, en el corazón de la selva del Amazonas, concluirá el rito de su aventura tomando el alucinógeno.
Es el capítulo más breve de esta formidable novela y también el que de alguna manera justifica esta misma novela.
No termina, sin embargo, de gustarme. Da la sensación que lo escribió a modo de epílogo… Enganchado como estaba exigía más que ese final en el que aprecio el tam tam de Carlos Castaneda y sus ya celebérrimas enseñanzas de don Juan.
Tiene, pese a todo, gancho la experiencia de la toma. Casi como si se trata de una comunión pagana en la que la hostia cristiana adquiere la forma de brebaje que abre las puertas de la percepción.
A MODO DE CONCLUSIÓN
Han pasado tres horas desde que terminé Hola fondo sur y todavía estoy triste.
Triste porque he leído un relato que a lo largo de estos últimos días me ha acompañado como un buen amigo.
En ningún momento he sentido molesta indiferencia. Tedio, aburrimiento.
En ningún momento me he cabreado con el autor precisamente por escribir un libro en el que era necesario que se notara que había un autor.
Daniel Ortiz Peñate ha logrado que me metiera en su historia.
Y al meterme en ella, que me evadiera de la siniestra realidad que se teje a mi alrededor.
De ahí mi agradecimiento.
También mi desconcierto.
Saludos, ¿a qué esperan?, desde este lado del ordenador.

lunes, 18 de junio de 2012

"Aquí llega el vértigo a plantar sus jazmines" (Música para torpes, de Luis Miguel Rabanal)

Admiro la poesía de Luis Miguel Rabanal (Riello 1957). Excéntrico e isleño, como todo gran poeta después de Safo, parecen importarle un bledo todos esos coros y danzas en los que ciertos vates de hogaño se aventuran y confunden. Decía Mallarmé (ya saben) eso de que la poesía se hace con palabras y no con ideas. Me permito corregir. La poesía se hace con la misteriosa juntura que hay entre las palabras. No es el silencio, como postularían algunos. Tampoco la sintaxis de los bachilleres. Es el "todo" superior a la "suma de las partes", que sugería Platón. O la "cualidad emergente" que pide el emergentismo,  desvarío filosófico que me agrada muchísimo. En fin, qué más da. Los gitanos también lo llamaron "duende". Luis Miguel acaba de publicar un libro tremendo en Baile del sol. Con duende. Se llama "Música para torpes". Aquí uno de sus poemas que más me ha emocionado (me ha "movido el ánimo", como exigía Horacio a los poemas):


PEQUEÑA MENTIRA

Maldita memoria.
Tenía que pasar alguna vez, que los que un día
fueron algo nuestro nos reciben ahora
con pereza, nos recitan batallas
que sabemos que no ganaron nunca,
si bien su sangre se esparcía
en las fuentes de sal de los caminos.
Es el lugar aborrecible del recuerdo,
te quita la venda de los ojos, la más escrupulosa,
la que te puso el hermoso navegante
aquella tarde de marzo.
Uno se apiada de nuevo y suda
al discutir, se seca la lluvia que arrojó el ñubero
con sorna, te puedo
prometer caricias dilatadas.
Nadie interrumpe cuando te sorprende el espasmo,
estallan las horas como un tren de juguete
y te miras allí donde duele tanto mirarse.
Eso, maldita memoria.
Porque si no fuese por ella te tirarían
cuchillos a la espalda ya inerte,
sacarían tu cuerpo a pasear por la playa
más hermosa,
como cuando erais jóvenes y el pequeño
se apostaba a esperar detrás de los helados.
No sabes qué ocurre
y sucumbes tan bien desde tu despropósito,
en el deseo que camina a tu lado
con zapatos de tacón
y un lento perfume de calesas.
No nos queda más remedio que juntar
las palabras, hacer que se saquen la lengua
en el recreo, mandarles que callen.


(Luis Miguel Rabanal, Música para torpes, Baile del sol 2012)

http://diosas-nubes.blogspot.com.es/2012/06/aqui-llega-el-vertigo-plantar-sus.html

domingo, 17 de junio de 2012

LA PRISIÓN DE LOS ESPEJOS, DE RAFAEL MARTIÍN MASOT


Título: La prisión de los espejos
Autor: Rafael Martín Masot
Editorial: Baile del Sol
Nº de paginas: 231
Formato: Tapa blanda con solapas
Precio: 14 €

SINOPSIS:

¿Cómo reaccionaría una persona normal si, por azares de su profesión, llegase a tener pruebas de una monumental confabulación entre políticos corruptos, tiburones de las finanzas y distinguidos miembros de la más exquisita burguesía de su ciudad? El psicólogo Marc Viadiu puede que no sea una persona normal, pero el descubrimiento de esta trama de poder, sobornos, cohechos y maldad que no se detiene ante nada y es responsable del asesinato de uno de sus pacientes, lo lleva a una arriesgada determinación. Se presenta en la apartada y lujosa mansión de uno de los dirigentes de la perversa, "honorable sociedad" y le expone sus condiciones. Es un pacto que, sabe, "ellos" no van  a aceptar.

Lo primero que te voy a contar es cómo me llegó este libro. Gracias al blog de Carmen me enteré de que la editorial Baile del Sol está celebrando su 20º aniversario y, que sólo por suscribirse a la newsletter durante este año 2012 te envían 2 libros, así que si tú aún no lo has hecho no dudes en pasarte por aquí. Lo gracioso de todo esto es que la editorial está en Tenerife, concretamente muy cerca de donde nací, y yo sin enterarme. Enseguida me llegaron los libros y no dudé en ponerme con este ya que me atraía la sinopsis, sin duda alguna, ha sido todo un acierto.

No acostumbro a hablar de los autores, pero en este caso creo que merece la pena. Más que nada te voy a contar lo que me sorprendió: sólo tiene 22 años, ya que cumple en diciembre, y ésta es ya su tercera novela. Otra cosa que me llamó la atención es que estudia 3º de medicina, pero después de haberlo leído, puedo asegurar que se le dan bastante bien las letras. En la contraportada lo definen como el escritor más prometedor de una generación todavía no nacida y yo estoy por creerlo, ya que ha conseguido engancharme a su libro.

La forma en que está escrito el libro hace que sea totalmente adictivo. El hecho de estar estructurado en capítulos cortos hace que no lo quieras dejar y continúas con el siguiente, además usa un lenguaje muy sencillo. Otro aspecto que destacaría es la descripción: la historia transcurre en Barcelona y, aunque nunca he estado, consigo imaginármela. Pero no es una descripción exhaustiva, sino la justa y necesaria para situar la novela (personalmente no me hace mucha gracia cuando se abusa de ella). Igualmente consigue un término medio entre narración y diálogos que ayudan a que la lectura sea fluída.

El protagonista, el psicólogo Marc Viadiu, decide chantajear a una organización usando la información que le ha dado uno de sus pacientes. A lo largo de su aventura se va encontrando con distintos personajes que en un principio parecen inocentes y luego culpables. Me ha recordado mucho a la serie Homeland que están dando en Fox, donde el protagonista en un capítulo se nos presenta como culpable y en el siguiente nos dan a entender que es inocente. Pues esto lo consigue hacer el autor con gran maestría, llegando incluso a hacernos sospechar del propio psicólogo.

Casi a mitad del libro la historia da un giro y nos encontramos con Teresa Muntal, que pasa a contar la historia en primera persona y le roba el protagonismo a Marc Viadiu. Ella ayudará al psicólogo en su lucha contra la organización, que ahora se ha convertido en venganza por las muertes que han ido dejando atrás.

Te podría hablar de los personajes que aparecen en la vida de  Marc: Gemma, su fiel secretaria; Laia Jofresa, la hermana del paciente asesinado; Carmen Palazuelos, la prostituta que le ayuda en su huída; Teresa, que lo recoge malherido; Jaume Albiol, el campesino que se une en su cruzada; y su propia esposa, que será la clave para descifrar por qué el psicólogo comienza esta andadura. Sin embargo prefiero que los descubras por tu cuenta y odies a unos y te encariñes con otros. Sólo te avanzo que para el final el autor nos reserva una grata sorpresa.

Por ponerle un "pero" (aviso que viene SPOILER), en un momento dado Marc Viadiu solicita que se haga una revisión de la autopsia de Joan Vinyals, cuando capítulos antes se nos ha dicho que la viuda lo ha incinerado y tirado las cenizas al mar. Ya digo que es por buscarle algún inconveniente, ya que me ha gustado mucho.

Después de todo esto, sólo puedo recomendarte esta lectura, no te defraudará, te lo aseguro.

http://copiandolibros.blogspot.com.es/2012/06/la-prision-de-los-espejos-de-rafael.html

sábado, 16 de junio de 2012

“Historias de este mundo”, de Matías Escalera Cordero

Por  | Reseñas | 7.06.12
Historias de este mundo.
Matías Escalera Cordero
Ediciones Baile del Sol (Tenerife, 2011)
Las mejores intenciones, en literatura y otros ámbitos de la creación, suelen caer de bruces en la obviedad. No es el caso de estas Historias de este mundo de Matías Escalera Cordero; historias que sorprenden, en primer lugar, por presentar una batería casi infinita de recursos literarios: desde el diálogo teatral, pasando por el lenguaje publicitario, el ensayo o la crónica periodística y un largo etcétera, que muestran la maestría del autor madrileño en adaptar como un guante la forma al fondo de las historias que explica; y, por tanto, no sólo soslaya la obviedad sino que apunta a la inteligencia del lector, directamente a su capacidad de sorprenderse, para conseguir hacerle disfrutar. Esta maestría no es fruto de la casualidad, sino de una larga trayectoria y un esfuerzo literario constante por construir un edificio sólidamente asentado en la tradición del compromiso intelectual y social, pero bella e inteligentemente diseñado para hacerlo atractivo para el lector más exigente.
El fondo, en este caso, no es otro que el conocimiento de  la realidad que nos rodea; una realidad que, a menudo, nos es velada por el exceso de información al que somos sometidos, -de informaciones interesadas, por supuesto-  y que nos lleva no sólo hacia la desinformación sino más bien hacia la confusión, la desestabilización y la ansiedad; hasta el punto de mostrarnos únicamente el camino del individualismo, la indiferencia hacia los otros y la desmotivación  para conseguir una sociedad más justa. Conocer la realidad e identificar los ejes del comportamiento humano, a nivel individual y social, es la base que alimentan estas narraciones.
Matías Escalera (foto: Baile del Sol)
Cómo no podía ser de otra manera, el posicionamiento del narrador es claro, -aunque no evidente, como comentaba al principio-, en la aproximación hacia los que más sufren, hacia los desfavorecidos que, por otra parte, se pueden encontrar en cualquier lugar de este mundo; es así como uno de los mensajes que subyacen en todos los relatos es que el dolor y el sufrimiento de los desheredados, de los desfavorecidos, de los tratados injustamente es común, global y comparable. Además, el compromiso no podía dejar de ser humanista, y en estas narraciones aparece el humanismo como ética y estética de la racionalidad social.
Historias de este mundo no es sólo un excelente libro de relatos, es sobre todo literatura en estado puro, literatura comprometida con su tiempo y con la tradición en la que se inserta. Por tanto, no estamos ante una literatura que funcione como válvula de escape de la realidad, sino como lenguaje que incluye  la realidad gracias a la mejor de sus armas: la creatividad. Por tanto, podríamos decir, sin temor a la exageración, que Matías Escalera reconquista la realidad para el lector actual en estas Historias de este mundo.

jueves, 14 de junio de 2012

Stoner - John Williams


Llevo varios días preguntándome por qué un libro con un argumento tan aparentemente nimio como es el de un tipo gris (en apariencia) que, yendo para agricultor como su padre, tiene la oportunidad de estudiar en la facultad de agricultura (aunque finalmente se decanta por la literatura inglesa) y pasa el resto de sus días en la universidad; un tipo que pasa de puntillas por la vida, que por más dificultades que le ponen, en lugar de enfrentarse a ellas, rehuye a la lucha: a vivir un matrimonio que sea correspondido, al amor de su hija, a vivir una vida plena con su  amante, a los constantes pulsos que le presenta el jefe de departamento. Cómo, este libro, puede ser tan bueno.

Dos son los apuntes que me llevan a tomar esta decisión y ambos transitan en direcciones paralelas.

El primero de ellos es la aparente sencillez de su prosa. Con un lenguaje llano, en cuanto al estilo, pero muy profundo en cuanto al fondo, John Williams logra crear a una persona real a partir de la escasa acción que plantea el libro. Porque Stoner, ténganlo claro, es una persona, no un personaje. Y no me refiero a los posibles rasgos autobiográficos, que todo apunta a que los tiene, de la novela. Me refiero a aquello que Forster denominó personaje redondo, solo que creo que Stoner va un paso más allá y debería crearse un nuevo concepto de personaje: el personaje pleno, que conllevaría un  pequeño matiz con respecto al redondo.

El segundo apunte está centrado en la literatura. Leí en algún libro de Vila-Matas (no sé si se trata de una frase suya, una cita de otro autor, o bien una cita de otro autor pasado por el tamiz vilamatiano que tanto le gusta) que: "precisamente porque la literatura te permite comprender la vida, te deja fuera de ella". Y así es Stoner. En las primeras páginas del libro, tiene su particular epifanía con las letras cuando en una clase con el profesor Sloane este recita un soneto de Shakespeare. Entonces, "Stoner se dio cuenta de que por unos instantes había estado conteniendo el aliento. Lo expulsó suavemente, siendo entonces consciente de la ropa moviéndosele sobre el cuerpo mientras el aliento le salía de los pulmones. (...) La luz se penetraba por las ventanas y se posaba sobre los rostros de sus compañeros de manera que la iluminación parecía venir de dentro de ellos mismos para salir hacia la oscuridad; un alumno pestañeó y una sombra delgada cayó sobre una mejilla cuya parte inferior había recogido la luz del sol". Stoner ha quedado atrapado durante el resto de sus días bajo las garras de la Literatura. Todo lo que le ocurre es "secundario", en el sentido de que todas las desgracias a las que se va sobreponiendo no dependen de él: sabe que si algo tiene que ocurrir, va a ocurrir, y por ello es inútil dedicarle más tiempo del necesario a asuntos triviales como es la vida si la Literatura está presente. Esta idea se ejemplifica muy bien en otro pasaje del libro: "Si solo es un tumor, benigno, como dice ¿daría igual retrasarlo un par de semanas? (...) Y si es tan malo como piensa... ¿daría igual retrasarlo en ese caso un par de semanas?"

Ahora quizás se entienda mejor por qué al principio de la reseña dije que Stoner era, en apariencia, un tipo gris. Más bien al contrario, me parece un tipo brillante que ha descubierto el verdadero sentido de su vida: la Literatura. Y si para ello tiene que renunciar, aunque le pese, a otros aspectos de su vida, renuncia. A lo largo del libro comprobamos que Stoner solo se siente plenamente satisfecho cuando habla de literatura, cuando está estudiando literatura, o cuando está leyendo literatura. El resto de acontecimientos son circunstancias más o menos relevantes.

"Concibo la literatura como el arte de apresar algo de la palpitación del tiempo. Me conmueve saber que todo está condenado a desaparecer, a irse para no volver, y pienso que la literatura, al igual que las demás artes, nos brinda la gran oportunidad de salvar algo del desgaste, de dar al menos una pátina de permanencia a lo efímero, y así suspender, siquiera sea por breves instantes, la imposición de las horas con su dictadura de los relojes." Eloy Tizón

miércoles, 13 de junio de 2012

''Las batallas silenciosas'' de Juana Cortés Amunarriz


Asistimos a la firma del nuevo libro de la escritora en la Feria del Libro en Madrid


Portada del libro.FOTO EPDA
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La escritora conversando con sus lectores.FOTO EPDA
La escritora conversando con sus lectores.FOTO EPDA
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Firma en la ""Feria del Libro"" en Madrid.FOTO EPDA
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KOLDO RIBOTE
Durante la tarde del domingo 10 junio, Juana Cortés tuvo un encuentro con sus lectores en la Feria del Libro en Madrid presentando su nueva obra. Habiendo editado hace muy poco tiempo una novela juvenil, la escritora guipuzcoana publica ahora ''Las batallas silenciosas'', una colección de sus primeros relatos.

Aquí Juana nos habla de sus obsesiones y delirios a través de sus personajes, mujeres de arena capaces de cambiar a merced de la mano del viento, niños con los que uno no querría quedarse a solas, gatos que parecen reírse de los estúpidos humanos.Lo dulce y lo amargo, los sueños del hombre despierto, los frutos del árbol de la rabia se dan cita en sus escritos donde encontramos particulares batallas.
Son afrentas que tienen que ver con el amor, con los sentimientos a los que sucumben los personajes, el deseo, el sexo, con el material que alimenta los sueños y los rencores.

Juana nos cuenta sobre sus batallas particulares, a las que define sutiles, difíciles de calificar. Enfrentamientos que pasan desapercibidos, porque son silenciosos y suceden en lugares comunes, cotidianos, que tienen poco que ver con un campo de batalla. Se producen en el ámbito familiar o laboral, y en nuestras relaciones más básicas. Son guerras en las que intervienen los sentimientos, las mentiras aparentemente inútiles, los comentarios que, a pesar de su aspecto superficial, son tan potentes como un estocada certera.

''Me interesan esos mecanismos de crueldad que tiñen de perversidad lo cotidiano, y las alternativas a la violencia primaria''-dice la autora.''De todo esto, de lo que muchas veces ocultamos porque nos sentimos incapaces de manejar, hablan las historias de este libro''.

Juana se confiesa como una mujer silenciosa en general, que tiende al camuflaje y evita cualquier batalla por sutil que sea porque no se considera una buena estratega, pero reconoce que se alimenta de ello a la hora de escribir para proyectarlo en sus historias.

Interesante carrera la que está llevando a esta mujer a posicionarse en las primeras filas dentro del panorama literario actual. ''Las batallas silenciosas'' esta publicado en la editorial Baile del sol.

martes, 12 de junio de 2012

Presentación en Bilbao de GEOGRAFIA DEL AZAR y de INFRAMUNDOS


Geometría del azar, de Fernando Palazuelos


LIBRO.Geometría del azarFERNANDO PALAZUELOS
Geometría del azar (BAILE DEL SOL)   197 páginas
¡Qué magnífico escritor Fernando Palazuelos (Bilbao, 1965! Un hombre dotado para el arte de narrar, que se atreve además con todo. Ha escrito novelas –La trastienda azul, Papeles de penumbra, Las manos del ángel-, libros de relatos -Ficcionarium-, poesía –La memoria de los esclavos- e incluso teatro –Billete a Vidanueva, Kraken, Fatum-. Con Geometría del azar continúa experimentando en el mundo del relato corto. Y lo hace bajo un principio interesante: una especie de diario personal, repleto de experiencias donde el autor se pregunta por los hechos de la ciencia y por los sucesos casuales. El resultado es curioso, se mueve entre la realidad y la fantasía, entre la reflexión y la risa. Estamos ante un brillante tratado sobre el azar, pero un tratado profundamente literario, juguetón y misterioso. Los caminos del Señor son inescrutables, los del talento también.

lunes, 11 de junio de 2012

Reseña de Stoner, de John Williams, en Libros y Literatura


StonerTítulo: Stoner
Autor: John Williams
Editorial: Baile del Sol
ISBN: 9788415019343
244 Páginas
"Stoner" es magia. Empezar a leer esta novela es ser cómplices de un hechizo maravilloso: el que nos permite, como lo hace la literatura de verdad, ser testigos y, a la vez, partícipes de una vida, la del protagonista, que deja de ser ficción para pasar a ser una persona real, quizá más real y más querida para nosotros que mucha de la gente de carne y hueso con la que nos cruzaremos a lo largo de los días de nuestra vida. El escritor, John Edward Williams (no usaba su segundo nombre, pero es útil saberlo para quienes, como me pasó a mí, quieran saber algo más sobre este genial autor y lo busquen en Google), nos hace la crónica de toda la vida de su protagonista, William Stoner, desde que nace en 1891, en una deprimida granja de Missouri, hasta que fallece en 1956. Ya en la primera página nos advierte el autor: Stoner jamás pasó de ser profesor adjunto, y nadie, ni colegas ni estudiantes o exestudiantes, lo recuerda de manera especial. En otras palabras, ha sido un hombre que parece haber pasado por la vida sin pena ni gloria.
Muchos críticos, estudiosos y lectores de “Stoner” coinciden en afirmar que el tema de esta novela es la futilidad última de la vida, pues William Stoner habrá de pasar por innumerables pequeños y grandes calvarios vitales, y no porque en su vida acontezca nada fuera de lo común: es precisamente por lo corriente y común de lo que le pasa por lo que resulta tanto más descorazonador presenciar esas derrotas vitales. La impresión de futilidad radica en que toda su lucha vital no produce ningún logro memorable.
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En ese sentido, la lectura de “Stoner” puede resultar indignante, pues habremos de asistir a verdaderas injusticias infligidas por las personas que rodean a nuestro protagonista. Sin embargo, parte de la belleza y del misterio de esta, a mi parecer, obra maestra radica en que somos nosotros, lectores, quienes debemos decidir el sentido último que la obra nos quiere trasladar o, quizá, sólo sugerir. La última escena, el último puñado de páginas de la novela, donde asistimos a la muerte de Stoner, es de una belleza y de un misterio sobrecogedores: todo desaparece… todo, salvo él, William Stoner, un ser humano íntegro, lleno de virtud, de bondad.
Stoner” encierra, en páginas que pasan demasiado deprisa, toda la magia del saber contar, y toda la belleza inexplicable, inabordable, de la literatura. Es tan novela como poema como es canción de amor: amor en estado puro, amor a la literatura, a la palabra y al lenguaje humano; amor por la enseñanza y por el aprendizaje; amor por las mujeres que se aman y por los hijos que uno tiene, aunque luego los pierda o se los arranquen; amor por la rectitud, por la integridad, por el afán de hacer el bien por sí mismo; en fin, amor por un mundo que no es el de los poetas ni el de los hombres virtuosos y nobles, pues los traiciona a cada momento y sin contemplaciones, pero cuya belleza también sólo a ellos les es dado ver. Como admite el propio protagonista en un momento de la novela, "deseo y aprendizaje, eso es todo".
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Durante aquella década, cuando los rostros de muchos hombres se tornaron permanentemente duros y fríos, como si miraran hacia un abismo, William Stoner, para quien esa expresión le era tan familiar como el aire que respiraba, advirtió los signos de la desesperanza generalizada que conocía desde niño. Vio hombres buenos caer en una lenta decadencia de desesperanza, destruidos al ver destruido su concepto e una vida decente, les veía caminar desanimados por las calles, con la mirada vacía como añicos de cristal roto; les veía encaminarse hacia las puertas de atrás, con el amargo orgullo de los hombres que avanzan hacia su propia ejecución, a mendigar el pan que les permitiera volver a mendigar, y vio hombres que una vez caminaron erguidos por efecto de su propia identidad mirarle con envidia y odio por la débil seguridad que él disfrutaba como empleado de una institución que, no se sabe por qué, no podìa caer. No expresó esta consciencia pero conocer la miseria común le afectó y le cambió profundamente y sin que nadie lo apreciara. La tristeza por los apuros ajenos le acompañó en todos los momentos de su vida.
Mencionaba el criterio más extendido sobre “Stoner”; y otra reacción generalizada es el asombro por el desconocimiento del público de una obra tan brillante, tan honesta y tan hermosa como ésta, así como de John Williams. Seguramente no le ayudó, en términos de marketing y ventas, el que fuera publicada en 1970, y englobada –erróneamente– dentro del realismo sucio de la novela norteamericana. Se trata de una obra extemporánea, alejada del tiempo y de las modas que entonces triunfaban, con una elegancia y una introspección que casaban mejor con épocas anteriores. Sin embargo, hoy, en medio de la gran crisis material y moral que vivimos, el mundo de Stoner nos resulta muy familiar: un mundo, aquél, arrasado por dos guerras mundiales, por una gran crisis financiera y bursátil, y tomado por la desesperanza y la desorientación. Ante ese mundo, el profesor Stoner nos muestra que es posible y deseable seguir siendo uno mismo, mantenerse fiel a quien uno es, y cultivar la compasión, el amor y la belleza, aunque el mundo parezca olvidarnos.
"Stoner" es una obra maestra, diferente, inolvidable, que esta vez nos viene de la mano de una editorial para mí hasta ahora desconocida, Baile del Sol. Me alegra mucho que hayan apostado por esta joya desconocida, y que nos den la oportunidad de disfrutarla.

jueves, 7 de junio de 2012

lunes, 4 de junio de 2012

'Geometría del azar', lo nuevo de Palazuelos

Fernando Palazuelos, Geometría del azarGeometría del azar es el nuevo libro de relatos que el escritor Fernando Palazuelosha publicado con la editorial canaria Baile del Sol. "¿Qué es lo casual? ¿Qué lo define o limita? ¿Somos hijos del azar? Estas preguntas y otras muchas se agazapan en este singular texto híbrido, una especie de libro de bitácora dedicado a los sucesos casuales y a los hechos paralelos. Sus páginas estimulan la perplejidad, la reflexión y la risa. Con eficacia narrativa Palazuelos ha elaborado un texto ameno y conciso; un placentero recorrido por la duda del ser, del destino y del futuro; una comedia personal (a la vez que cósmica) acerca de lo fortuito y lo inesperado, esos dos espectros que a menudo sentimos pulular sobre nosotros". La obra del escritor bilbaíno está compuesta por cuatro novelas: La trastienda azul (Lengua de Trapo, 1998; «Premio Torrente Ballester»; «Premio Ciudad de La Laguna» y «Premio Tigre Juan» a la mejor ópera prima del año); Papeles de penumbra (Lengua de Trapo, 2001); Las manos del ángel (Lengua de Trapo, 2006, «Premio de Narrativa Vicente Blasco Ibáñez», y Pura chatarra («XXXVIII Premio de novela breve Ciudad de Barbastro 2007»); por los volúmenes de relatosFICCIONARIUM (Tenerife, 2010) y GEOMETRÍA DEL AZAR (Tenerife, 2011); por la obras teatrales Billete a Vidanueva «Premio Nacional de Teatro Castelló a Escena» e IANUA CAELI (La puerta del cielo) (Tenerife, 2008) y el poemario LA MEMORIA DE LOS ESCLAVOS (Tenerife, 2010).


http://escritoresvascos.com/de-libros/2765-geometria-del-azar-lo-nuevo-de-palazuelos

viernes, 1 de junio de 2012