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jueves, 24 de enero de 2019

Entrevista a Sergio Artero

miércoles, 5 de septiembre de 2018

Bailando con Sergio Artero: "Creo que la poesía sirve y, sin embargo, no sirve de nada"







Baile del Sol.- Dices que Índice de ingrávidos es incómodo como un grito, ¿era esa tu intención al escribirlo?, ¿es tu intención al escribir?

Sergio Artero.- Creo que el libro es incómodo o desasosegante no sólo por el principal tema vertebrador -la historia de un exilio fagocitado por un exilio mayor: el de nuestra civilización- sino porque la lectura misma provoca cierta sensación de caos -o de flotabilidad, o de ingravidez-. Es lo que ocurre, por ejemplo, cuando se mezcla la escritura de onda de los versículos clásicos con el ritmo sincopado de las letras del glam rock. Además faltan fragmentos, hay vacíos, abruptos cortes de sentido. Por eso digo que se trata de pecios de un naufragio, el naufragio de la civilización occidental tal como la hemos conocido hasta ahora. En ese naufragio nos estamos ahogando todos y esa sensación de naufragio la reconocemos todos. Seguramente necesitemos otro lenguaje o recuperar el lenguaje, que es lo mismo. De momento para esa sensación compartida sólo estamos produciendo un lenguaje desarticulado, es decir, un grito, el grito del que se ahoga. Todos sabemos esto de algún modo pero es incómodo que nos lo recuerden, ¿verdad?


BdS.- Un libro lleno de epílogos, ¿poemas que se despiden o que se justifican?SA.- El Libro de Enoch como mito simbólico sobre el exilio ya está escrito. Todos los textos posteriores son paráfrasis o epílogos.


BdS.- Como no es un poemario fácil, aparecen en él personajes que parecen guiar a los lectores, ¿de dónde surgen y cuál es su cometido?SA.- Hay un personaje principal, que es Enoch. Pero Enoch es, al mismo tiempo, muchos personajes. Su polifonía es nuestra civilización.

BdS.- ¿Índice de ingrávidos te ha servido para explicarte algo?, ¿servirá de algo a quienes lo lean?
SA.
-No creo que el verbo más adecuado sea "explicar" y, desde luego, no soy quién para explicar nada a nadie. Y "servir"... también es un verbo muy relativo. El dinero no sirve de nada y, sin embargo, sirve. Igualmente creo que la poesía sirve y, sin embargo, no sirve de nada.




BdS- Referencias bíblicas, literarias, musicales...; la certeza de que nada parte de cero. ¿Cómo se ha ido construyendo la voz poética de este libro?
SA.- Claro, como digo, nuestro mundo contemporáneo (nuestra epistemología, nuestro conocimiento) es absolutamente fragmentario, caótico, hiperinformado. Mientras que la creación ex nihilo, ya sabe, sólo es adjudicable a Dios. Con la nota a pie de página de que Dios no existe, por lo que aquello que realmente es eterno e inmutable es el caos. Sólo que las personas tenemos un chip con el principio epistemológico que resumió Lévi-Strauss: el orden es superior al caos. Un principio ético, al fin y al cabo.

BdS.- ¿Cómo pones en pie estos versos en los recitales?
SA.- Hago una lectura junto a una gran maleta de donde voy sacando pequeñas figuras. Pretendo con ellas dar unas sugerencias poéticas. También hay proyecciones envolventes y música. Recordemos que en el poemario hay también dos grandes figuras retóricas: el cometa 55P Tumple-Tuttle y David Bowie como Iggy Stardust.

"...se trata de pecios de un naufragio, el naufragio de la civilización occidental tal como la hemos conocido hasta ahora. En ese naufragio nos estamos ahogando todos y esa sensación de naufragio la reconocemos todos."

BdS.- ¿En qué proyecto literario estás trabajando actualmente?
SA.- 
Recientemente he publicado "Manual d Pie" con ed. Tigres de Papel. Se trata de una manera poética de pensar la danza, es decir, el movimiento y el espacio. Una fusión entre un verdadero manual, un ensayo y un poemario. Incluso alguna cosa más. También he terminado un poemario breve pero lo envié a un concurso y no sé si debería hablar de él.

BdS.- ¿Qué poesía lees?SA.-La que puedo. Por hacernos una idea, en mis propios libros he dialogado directamente con Omar Kayyam, Li Quingzhao, María Zambrano... entre muchos, muchos, muchos otros.



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sábado, 26 de mayo de 2018

Reseña de ÍNDICE DE INGRÁVIDOS, de Sergio Artero en El blog de mis poetas


Sergio Artero




ÍNDICE DE INGRÁVIDOS


Nadie se engañe ante la inicial apariencia surreal de este poemario, pues tras ese derroche de versatilidad lingüística, que por otra parte da cuerpo a la contundencia del mensaje que desea transmitir, “Índice de ingrávidos” encierra, bajo un discurso apocalíptico y desesperado, el deseo de concretar determinadas seguridades, que templen el espíritu humano, zarandeado por avatares y dioses, siempre ajenos en sus deseos, a los terrestres y grávidos, que conforman la sensibilidad humana.
La temática del poemario, no obstante, discurre por la fatalidad a veces inconsolable, en la que la belleza reside en los propios poemas que materializándose a modo de mensaje bíblico, relatan la decrepitud de la civilización, incapaz de afrontar sus retos sociales.
Con todo ello, el autor, en acto noble autocrítico, advierte que los propios poemas son “una pecera para tiburones que corre el riesgo de carecer de sentido.”
Ante tal afirmación, ante el propio Enoch bíblico, (minimizado en sus apariciones con la e inicial en minúscula), ante los demás protagonistas o pilares básicos del épico relato, como el cometa 55P/Tempel-Tuttle, David Bowie, los Vigilantes, (estos sí, siempre con mayúscula, como estando al mando de fatales decisiones universales), cabe al lector llegar a encontrar el verdadero sentido de la obra, que subyace quizá en la fatal desesperación del desarrapado, emigrante exiliado de cualquier tierra y patria, zarandeado por un sistema global deshumanizado.
Él es la víctima que no puede defenderse a sí mismo, al que sólo le salva su elevación, su inmaterialización ingrávida, que le lleva a paraísos, negados a su desterrada corporalidad.
Paraísos, que por otra parte aparecen, a su vez, carentes de sensibilidad, delatando la contradicción entre lo terreno y grávido, de lo que se quiere escapar y la levedad insoportable de la soledad cósmica ingrávida, carente de humanidad.
“Índice de ingravidos” es pues, un poemario que define y consolida la línea seguida por Sergio Artero, que aquí alcanza niveles superiores de transmisión literaria, en los que el lector percibirá una catarata fresca y tumultuosa de contenidos a reordenar, de forma que cada relectura sea una nueva interpretación del mensaje que subyace en sus textos, igual que cada nueva audición de una obra maestra musical, nos desvela registros atrayentes en los que antes no habíamos reparado.
Por si fuera poco, Sergio Artero, en contra de lo supuesto tras esa línea desaforada y apocalíptica apuntada, en la que la obra se desarrolla; hace un resumen final de citas, donde declara variados nombres propios de otros autores que inspiraron los diversos pasajes explicitados en cada poema.
Para mayor abundancia, como si el autor no quisiera dejar ni un cable suelto, remata todo el encadenamiento de sentencias apasionadas, con una loable interpretación aclaratoria del cómo y el porqué de la obra.
Si además de leerlo, podemos disfrutar en alguna ocasión de la puesta en escena apasionada que el autor realiza, con medios sencillos y tiernamente suficientes, llegaremos a la conclusión de que Sergio Artero está ya en el estado de madurez donde los poetas no solamente son capaces de contar de algún modo lo que sienten con intensidad, sino de conseguir que los que están al otro lado escuchando o leyendo, puedan conectar con su mensaje, reinterpretarlo, degustarlo y compartirlo con el poeta.
Por eso, desde aquí, le agradezco este regalo que transmite y cala en el ser sensible y le doy mi más sincera enhorabuena.

Norberto García Hernanz