domingo, 10 de enero de 2021

Reseña de LA MUJER QUE HUYE, de Anaïs Barbeau-Lavalette en Le Parisien

 Nuestro libro más vendido, "La mujer que huye".

La escritora Anaïs Barbeau-Lavalette cuenta la extraordinaria vida de su abuela, que abandonó a sus hijos. En pequeños trazos, plasma el retrato de una mujer excepcional, libre y vanguardista. Este es el libro del que se enamoraron los críticos de Le Parisien. 

 

Foto: Sarah Scott

"Tus poemas están durmiendo en tus bolsillos. La espuma babea en tu cuello. Te tragas la vida de los demás y no sabes cómo construir la tuya propia". Suzanne Méloche fue una mujer, una artista, una amante, una persona comprometida y franca, que vivió la historia a su manera "libre, intensa, impactante". Y que un día abandonó a su hija de 3 años, Musgo, y a su hijo de 1 año, François. Se trata de "La mujer que huye", título de la fabulosa novela de la canadiense Anaïs Barbeau-Lavalette, que acaba de ser editada en Francia por Le Livre de poche. La historia que se cuenta da comienzo en los años 40 en Quebec, una época, según la autora, en la que los francófonos " están considerados como los negros blancos " de los anglófonos, viviendo bajo su control y el de la Iglesia.
A fuerza de buscarse a sí misma, Suzanne finalmente se perderá. Anaïs Barbeau-Lavalette, de 38 años, su nieta, la hija de Musgo, ha cogido la pluma para intentar comprender lo incomprensible. "Cuando me enteré de que esperaba una niña después de mis dos hijos, sentí el deseo y la necesidad de completar la línea familiar femenina, para llenar el vacío dejado por la ausencia de esta abuela nunca conocida", nos dijo la novelista, con la que nos encontramos en Montreal, donde vive.
 
Una lección magistral de vida y tolerancia
 

¿Quién era esta mujer, odiada por el daño que le hizo a su madre, a quien nunca pensó que podría amar? "Hazle un agujero a mi madre y yo lo llenaré", escribió la novelista-nieta. "Tenías que morir para que yo empezara a preocuparme por ti. Para poder pasar de ser un fantasma a ser una mujer. No te quiero todavía. Pero espérame. Ya voy.”. No creímos que pudiéramos disfrutar de esta historia. Y luego pasamos la primera página. Capítulos cortos, una vida que pasa, una novela que te lleva a las entrañas desde la primera hasta la última página. Uno de esos libros donde puedes renunciar a la cena para no dejar a Suzanne.
Sobre un tema tabú, violento e insoportable, Anaïs Barbeau-Lavalette entrega bajo su magnífica pluma un extraordinario y conmovedor retrato. ¿Cómo puede uno abandonar a su hijo? "La mano de Musgo se desprende lentamente de la tuya. La dejas caer. La pierdes. (...) Espera el autobús. Estás aliviada. Vacía. Sola en medio de las ráfagas". "Cuando escribí los capítulos sobre el abandono, ¡qué mareo!", recuerda la escritora. Mientras escribía su situación social, su amor por el arte, su búsqueda de satisfacción, vi a esta joven de 20 años con sus hijos, tenía hambre, frío. Y yo, que la odiaba tanto, quería tomarla en mis brazos y abrazarla. Y entonces dejé de juzgarla para entenderla...".
A través de la fuerza y la belleza de su escritura, Anaïs Barbeau-Lavalette nos ofrece una lección magistral de vida y tolerancia. Nunca juzgues sin saber. Y saber perdonar. A su abuela, Anaïs le escribe al final del libro: "Así, sigues existiendo. En mi insaciable sed de amor. Y en esta necesidad de ser libre, como una demanda extrema". "La mujer que huye" es una perla rara, sobre el amor, la sed de libertad y la eterna lucha de las mujeres por una mayor igualdad.


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