lunes, 5 de junio de 2017

Bailando con Eduvigis Hernández: "Creo que toda creación es una suma de imaginación y memoria"



Baile del Sol.- ¿Cómo definirías los relatos de Venerada Virginia?

Eduvigis Hernández.-  Constituyen una suerte de “homenajes y divertimentos” inspirados en la narrativa que me atrae y con algún guiño cinematográfico, elementos cómplices en la larga amistad que compartí con Dolores Campos-Herrero, a quien va dedicado este libro.


BdS.- ¿Cuál podría ser su hilo conductor?

EH.- Pienso que el hecho de albergar algún elemento irreal o inexplicable que se inserta en una lógica aparente. No se trata de literatura fantástica, pero quizá las historias bordean una continua sensación de extrañeza.


BdS.- Muchas de las historias resultan inquietantes, ¿cómo consigues generar esa atmósfera?

EH.- No lo sé, esa valoración queda del lado de los lectores. Por especular con esa posibilidad, tal vez porque los sucesos ocurren con cierta naturalidad, con cercanía al devenir cotidiano de cada personaje.


BdS.- También está muy presente el mundo literario, escritores y libros pueblan algunas de las historias, ¿qué nos puedes comentar al respecto?

EH.- Que me considero una lectora que escribe porque no puede evitarlo, porque es un acto reflejo motivado en principio por el propio gusto de la lectura. En ese sentido, se trataría de un acto de agradecimiento hacia algunos autores que admiro: Ruth Rendell, Patricia Highsmith, Guy de Maupassant, Paul Auster, Robert Louis Stevenson, Henry James, y por encima de todo, Virginia Woolf.

 
"No se trata de literatura fantástica, pero quizá las historias bordean una continua sensación de extrañeza".


BdS.- ¿Por qué Virginia Woolf?

EH.- Porque desde que la leí por primera vez, a los dieciocho años, se ha convertido en lo que llamo “mi debilidad”. Para mí es un verdadero placer releer sus obras, casi podría decir que las colecciono, ya que busco distintas traducciones, y mi máxima aspiración continúa siendo poder leerla algún día en su idioma original (aunque me moriré sin haberlo conseguido, seguro). El relato que da título al libro es un intento de reflejar esta veneración, y pretende ser también un reconocimiento a la supervivencia de las palabras.


BdS.- ¿Qué te parece lo esencial para construir un buen relato?

EH.- El tono. Encontrar el adecuado a lo que se cuenta y mantenerlo hasta el final. Por esto me parece esencial leer y releer lo escrito en voz alta, comprobar la “melodía” del texto, las pausas, los ascensos y caídas.




BdS.- ¿De dónde surgen tus historias?, ¿imaginación, observación, qué consideras más importante?

EH.- Creo que toda creación es una suma de imaginación y memoria, a lo que se añade aquello que se observa con “todos los sentidos”: lo que se lee, lo que vemos y escuchamos, los olores y sabores, lo que nos dicen y lo que no… Balzac decía que el artista es poseedor de una segunda mirada que penetra más allá de la mirada común, que descubre otras cosas. Para mí la bendición/maldición que supone esta inquietud de escribir consiste en gran parte en dejarse poseer por esa segunda mirada inevitable.


BdS.- ¿Qué te gusta leer?

EH.- De todo, aunque, eso sí, dentro de un orden. Desde siempre leo novelas y relatos. Desde hace un tiempo también ensayo y poesía, aunque no tanto como quisiera. Lo cierto es que cada vez me intereso más por los textos (y los libros) breves. Disfruto muchísimo con las grandes y extensas novelas del s. XIX, pero no veo motivos para publicar ahora un libro de seiscientas páginas.


BdS.- ¿Estás trabajando en algún nuevo proyecto literario?


EH.- Bueno, me tomo mi tiempo para escribir y mucho más para publicar. Lo mío es recopilar material pasados unos años. Sí, hay por ahí un par de proyectos: uno con textos breves y una biografía novelada (o algo similar).


Puedes adquirirlo con descuento AQUÍ

No hay comentarios:

Publicar un comentario