martes, 5 de noviembre de 2013

“Yo maté a Rajoy” Novela que no va a dejar indiferente a nadie y unas declaraciones del autor, ¡contundentes!

http://www.latiendadebailedelsol.org/47-p%C3%A9rez-juan-carlos-yo-mat%C3%A9-a-rajoy-.htmlTÍTULO:     Yo maté a Rajoy
 AUTOR:      Juan Carlos Pérez
 EDITA:       Baile del Sol (2013)

El título impacta, es llamativo y más de uno nos hemos lanzado a su lectura con curiosidad morbosa. Pensando que entre sus páginas vamos a encontrar las claves, sin llegar al magnicidio, metafóricas para quitarnos de encima a quien todos pensamos: el señor presidente del gobierno.
Stéphane Hessel escribió ¡Indignaos! Y muchas personas vieron en ella una forma de protestar para salir de una situación que en ese momento, año 2010, era muy complicada y asfixiante. Pero es que tres años después, a juicio de muchos, es bastante peor.

Juan Carlos Pérez acaba de cumplir 50 años. Al regreso de un viaje a Singapur  se entera de que va a ser despedido de su trabajo después de veinte años cómo empleado laboral en un ayuntamiento; la crisis y los recortes tienen la culpa. Pero a Juan Carlos no le convence este argumento, considera que los culpables de su penosa situación tienen nombre y apellidos. Decidido a hacer justicia, y persuadido por la cantidad de atropellos que observa a su alrededor –recortes en todos los servicios públicos, corrupción política, desahucios y hasta suicidios provocados por la desesperación-, maquina un plan para terminar con la cabeza visible de ese despropósito, sin temor a las consecuencias.

Cuando decido hacer la reseña de Yo maté a Rajoy -120 páginas- me he parado un momento pensando las palabras pertinentes ante lo que acababa de leer. No se por qué me ha venido a la cabeza la antigua revista “La Codorniz” «La revista más audaz para el lector más inteligente» y he pasado un rato investigando y escarbando, hace muchos años que dejó de editarse, seguro de encontrar en ella actualidad palpable. Me he tropezado, entre otras cosas, con dos chistes de Chumy  Chumez, que en sendos bocadillos dicen:

“A mi me gustaría ser honrado pero mis convicciones económicas me lo impiden”. “El pueblo tiene derecho a estar informado de que no está informado”.

Esto que acabo de apuntar es de una actualidad que quema. Cuando nos adentramos en la lectura de la novela hay que estar al tanto de aquello, que también se apuntaba en algún sitio, “nada es lo que parece… o sí”.
Redactada en primera persona, Juan Carlos, vamos acompañándolo por su peripecia física y mental, desde el momento en que sabe que va a ser despedido. Al mismo tiempo nos va desgranando las noticias, por todos sabidas ahora, de suicidios por desahucios, de protesta a lo bonzo dentro de una sucursal bancaria… de todas esas noticias desagradables que aparecen cada día cómo consecuencia de la crisis galopante que nos golpea.
La situación del protagonista nos puede pasar y, de hecho, nos pasa a muchos. Cada día engrosamos la empresa más grande de España “PARADO SA”. Se maneja en la lectura muchas teorías; una de ellas es: «Si te vas a suicidar, si lo tienes todo perdido, y no tienes nada más que perder; llévate a alguien por delante».
Dura teoría pero teoría. Las tres primeras partes de la novela tienen ritmo, y esperas algo más de contundencia, quizás un poquito más de mordiente. Dentro de la indignación hay una cierta sumisión al destino. Con el despido se mezcla una separación anterior de su mujer, militante activa del partido gobernante. En el último cuarto de la novela hay alguna que otra sorpresa, una de ellas viene, diríamos, anunciada, casi sin darnos cuenta, en páginas anteriores.
Estoy de acuerdo con una frase que expone el autor y que debería hacernos recapacitar: «… Me parece increíble que sigamos tragando con todo esto y seamos incapaces de salir en masa a la calle y devorar hasta los tobillos a toda esta calaña. ¿Qué hipnótico brebaje nos están suministrando que nos paraliza?» página 25.
Y en la página 50, nos encontramos esta otra: «Cómo nos sigan apretando tanto la desesperación va a hacer que alguien se cargue a ese cabrón , no sé cómo todavía nadie lo ha hecho».
Estas y otras cuestiones, creo, que nos las planteamos todos; pero ahí siguen los políticos tan contentos, campando a sus anchas. Si, a pesar de todo, seguimos votándolos, en lugar de botarlos, seremos sus cómplices.

Juan Carlos Pérez (La Graciosa, Canarias, 1962). Siempre ha estado vinculado a actividades culturales por donde ha pasado; escribiendo, sobre todo, en revistas alternativas. Aunque tiene varios poemarios y novelas escritas, esta es la primera que publica. Ahora está poniendo al día las novelas que escribió en décadas pasadas.

Desde las islas insulares nos atiende, amablemente, Juan Carlos…
¿Cuánto hay de real y de ficción en el arranque de la novela: “Al regreso de un viaje a Singapur, se entera…”?
Todo es pura ficción, cuando empecé a escribir esta especie de diario de un hombre desesperado, estaba conociendo el caso de algunas personas cercanas que estaban sufriendo en sus carnes el despido de sus empresas, tras muchos años trabajando en ellas. Su desesperación ante el futuro, la falta de esperanzas, el deterioro social que veía alrededor de estas personas fueron los detonantes que hicieron que me pusiera a escribir.

En el desarrollo de la historia observo una primera parte muy rabiosa, pero a medida que avanzamos parece que hay un relajamiento ¿cuál es su opinión?
Hay una especie de resignación ante la impotencia que genera chocarse contra el mismo muro una vez tras otra. Comprobar que el poder tiene en su mano todos los hilos para ningunear al ciudadano arrebatándole sus derechos.

¿Quiere abanderar el colectivo indignado? o ¿sólo quiere mostrar su indignación?
 Solo quiero una sociedad más justa e igualitaria.
¿Qué opinión le merecen los políticos?
Creo que el político está para servir a esta sociedad y no para chupar y engordarse con ella. El político debe tener los mismos derechos y obligaciones que el ciudadano de a pie, sin más privilegios.
Observo en el personaje un cierto conservadurismo ¿está de acuerdo?
¿Qué entiende por conservadurismo? ¿Pelear y llegar hasta las últimas consecuencias por conservar lo que se ha ganado tras años de lucha ciudadana y sindical?  Si conservadurismo lo entiende como esto último, pues sí, el personaje es conservador. Pero para mí conservadurismo es quedarse sentado en el sillón viéndolas venir sin mover un dedo.
¿Por qué, a su juicio, no hay mayor rebelión ciudadana?
Por la incultura y por el miedo. El poder fabrica ovejas a las que pueda dominar y poder sacrificar cuando le convenga.
¿Que quiere conseguir al escribir Yo maté a Rajoy? Hay quién piensa que es un simple folletín extremista.
Simplemente contar lo que me está preocupando, reflejar una visión de esta época y que los lectores puedan encontrar en la novela algo que les  mantenga despiertos. Quien piensa así es que no se ha dado cuenta o no quiere ver lo extremas que son las medidas que toman quienes nos gobiernan con total impunidad.
En la reseña que hago de su novela digo, más o menos, que si seguimos votando a los políticos que nos gobiernan, en lugar de botarlos, seremos sus cómplices ¿está de acuerdo?
Totalmente. Lo difícil es que una mayoría desinformada y ciega se dé cuenta de ello y tome medidas en el asunto.
El título es contundente. Suponiendo que algún político lo lea ¿teme algún tirón de orejas?
En un principio lo creí, pero eso daría más publicidad a la novela.
¿Que deberíamos hacer los ciudadanos?
No creer a pies juntillas todo lo que se nos dice desde arriba. Ser críticos y activos. No permitir que la injusticia o la prepotencia del poder sea moneda de cambio. Utilizar todos los recursos que tengamos para que eso no sea posible.
¿Cómo ha sido acogida la novela en su entorno?
Frío glacial. A mi entorno parece que lo más que le ha chocado es el título y el tema.
¿Qué genero literario prefiere? ¿Cuales son sus autores favoritos?
Cualquiera que me cautive en las 20 primeras páginas. Carver, Bolaños, Chimamanda Ngozi…
¿Qué está leyendo ahora mismo?
Caídos del suelo, de Ramón Betancor, la novela de un paisano que me tiene enganchado.
¿Tiene alguna manía a la hora de escribir?
Tengo que tener soledad absoluta para poder escribir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario