domingo, 4 de marzo de 2012

Braulio


1. Presentación de Braulio

Según qué biografía se consulte, T. S. NORIO nació en “la bien novelada” Oviedo en el año de nuestro señor dictador de 1959. Otras sitúan su venida al mundo en El Berrón, una localidad perteneciente a la parroquia de La Carrera, en el concejo asturiano de Siero, que dista 3,1 km de Pola de Siero (lugar de nacimiento de una premio nacional de poesía, Laura Casielles) y 13 km de Oviedo, ciudad que según Eduardo Romero presume de ser la ciudad más limpia desde 1997 y donde Ana Ozores podría andar descalza e ignorar cómo los furgones policiales se llenan. Su bibliografía, dependiendo de la solapa que se bichee, es amplia en colecciones de poemas: Últimas huelgas generales con Teresa, La balada del príncipe Kropotkin, 14 sonetos de amor y una canción desesperada, Vidas paralelas, Los boleros que cantaba Horacio Sepúlveda, Los cuadernos azul y marrón, Menú y Los pies de Buda salen del ataúd, y el flamante libro de poemas Academia Rilke (LF ediciones, 2003). Es también autor de un libro de relatos “El tesoro de los cuentos” (KRK) y del libro-baraja 10.000.000.000 performances. Desde 1995 forma parte del comité de apoyo de la mítica colección “La última canana de Pancho Villa”. Como novelista ha publicado la novelaVida del Gates (Baile del sol, 2003), Vida del Gatos, según la base de datos de la librería online Priceminister.
Consultando a los más destacados Norianos, su biografía se completa con una cercanía vital al local Cambalache. También ha hecho de prologuista “ameno y erudito”, según el estudioso Elvis Barral, de las “Memorias de un revolucionario” del príncipe Kropotkin, es practicante de yoga kundalini y librero online con un lema optimista y globaliazador “cualquier libro en español a cualquier lugar del mundo”, Paquebote.com.
Como diría el hijo de crápula, me llena de orgullo y satisfacción invitaros a la lectura de esta novela, segunda de Norio.


2. Las variaciones Goldberg y las Nuria

Según explica Forkel, en la biografía de Bach que publicó en 1802, las variaciones Goldberg no fueron algo que el sr. y la sra. Goldberg intentaron en su noche de bodas (como bien glosó otro ovetense con estatua), sino que fueron encargadas por el conde Hermann Carl von Keyserlingk para que el clavicordista de su corte, Johann Gottlieb Goldberg, lo entretuviese con ellas durante las noches de insomnio. El conde recompensó a Bach con el sueldo de un año como kantor de la Thomaskirche. La obra ha llegado a ser una de las piezas más apreciadas por los amantes de la música clásica.
Bach escribió un Aria y 32 variaciones rítmicas y contrapuntísticas de esa aria para finalizar con la misma otra vez. T.S. NORIO realiza un análisis contrapuntístico de la vida de Enrique Bolas, Nuria, un escritor español para el futuro que será pasto de filólogos y críticos. Repasa, de forma encantadora, la vida de este asturiano gordito apasionado y desorientado, entregado al veneno de la escritura y el plagio; Norio ha trufando su texto con fragmentos de los emails, las cartas, testimonios, estudios anteriores a partir de toda la extensa bibliografía que existe sobre Nuria. Una partitura, que como declara en el prefacio, intenta poner a disposición del público un relato sobre un escritor y sus fantasmas.
A la vida de las Variaciones Goldberg, muchos años después, le llegó el pianista Glenn Gould y las tocó maravillosamente bien (en dos grabaciones, una llena de vigor de juventud y otra con cincuenta años). Así a la obra de Nuria le llegó Norio.
Como Gould, Norio se arreguincha sobre el teclado, en este caso el texto, y nos va canturreando las notas más luminosas y oscuras del escritor, remeda a los movimientos de un director marcando los cambios de intensidad en la vida de Enrique Bolas. No sabemos si el autor como Gould guarda un ritual en las presentaciones y ha tenido sumergidas las manos en agua caliente durante 20 minutos en el cuarto de baño de La Clandestina, tiene a mano una cajita de pastillas de todo tipo o trae su propia silla para sentarse mientras espera a que el que presenta termine
Muchas son las variaciones vertebran el libro y la vida de Nuria: las mujeres, la literatura, los viajes y la posibilidad de una biografía. Cartas, emails, discos duros, floppy discs, correspondencia, relatos orales para conformar la vida de un escritor testigo de una época llamada eufemísticamente como “de profundos cambios sociales” o una democracia que no lo es y en la que vivió nuestro protagonista. Un intento de análisis y acercamiento a la obra en el que el amor, la escritura, los bocadillos de calamares con cerveza, los sablazos, el instituto nacional de industria, las editoriales independientes, los viajes y la correspondencia conforman un entramado vital de un escritor que el mundo actual está por descubrir.
Decía Borges que muchas biografías son el ejercicio de la minucia, y que en algunas constan exclusivamente de cambios de domicilio. Desde el Berrón hasta Al aiún, pasando por la playa de Bolonia, Sevilla, Las Palmas de Gran Canaria, Carboneras, Oviedo, Nuria, Bolas se enamoró, escribió, vivió.
En fin, una novela plagada de apariciones estelares como las de un Paul Auster borracho, un García Montero y Almudena Grandes en el Ródano y, of course, personajes cercanos por sus gustos surfísticos como José María Gómez Valero, David Eloy Rodríguez y Miguel Ángel García Argüez. Basta consultar su índice onomástico da prueba de la cantidad y calidad del personajeo.

Esta novela, destinada a esos pocos afortunados nurianos/norianos, esa happy few que va a disfrutarla fuera de los circuitos de la novela española actual, apuesta por el humor, por el juego literario y por el goce de compartir. Léanla con las Goldberg de fondo y eviten pensar, disfrutando, que Hannibal Lecter escuchaba a Bach poco antes de escapar.

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