jueves, 6 de febrero de 2014

LA MÁS CRUEL DE LAS CERTEZAS

Por Pedro M. Domene
/ Autor.- Mario Pérez Antolín
Editorial.- Baile de Sol
Nº Páginas.- 56

 Este libro, contemplado desde la más absoluta distancia, se resume como una escritura de circunstancias, y como esa absoluta necesidad de plasmar una libertad de pensamiento, y al final del mismo, una vez leídas todas y cada una de sus páginas, uno comprueba que se trata de todo un acierto. La más cruel de las certezas (2013), de Mario Pérez Antolín (Backnang, Alemania, 1964), recoge un conjunto de aforismos y algunos ensayos mínimos que manifiestan su interés por explorar el alma humana, y cuanto pueda devenirse de esta, convencido ahora, y más que nunca, de la necesidad de remover nuestras conciencias a través del género, concreto y preciso, en que se compendia el aforismo. Este conjunto de textos surgen, paralelamente de ese escepticismo que provoca un actual caduco humanismo, y así se entiende y manifiesta cargado de incertidumbre, a la par que de una melancólica visión de cuanto se presupone en la reivindicación de cualquier certeza y como esta chocará contra la más absoluta de las dignidades humanas.
                        En seis amplios apartados, Pérez Antolín, cuantifica, expone, considera y reconsidera una suma de composiciones que se convierten en una férrea lucha contra el antipoder frente a cualquier otra fe, contra una moral o una ideología, que provoque una mirada sobre la dignidad. 1. “En las simas del pensamiento”, un bloque en el que puede leerse “en toda conciencia hay alguien que pregunta y alguien que contesta, y la relación entre ambos es siempre insatisfactoria: un careo entre las dos partes del yo”; 2. “Cargas de profundidad” es el siguiente, cuyo tono se intensifica con la perspicacia del autor que afirma “el actual modelo de relaciones internacionales resulta insostenible. La multilateralidad no arregla lo que la unilateralidad destroza”; 3. “Lo mínimo de todo”, el siguiente bloque, es sin duda, el más certero de todos porque consigue esa contundente afirmación léxica que se presupone al aforismo cuando leemos algo así como “La capacidad de optar viene siendo el espejismo de la humanidad. Escogemos, sí, pero, ¿acaso preparamos nosotros las alternativas?” y aun añade, “La metamorfosis del poder: comienza siendo fisiológico, deviene jurídico y concluye paranoico. No admite regresión y propende a la metástasis”; 4. “Enunciados imposibles” se convierte en ese espacio “Donde la evidencia no llega, la suposición se afianza; y tras la suposición de primer grado viene la de segundo grado, y así hasta que desaparezca la verdad”;  5. “Escrito para ser borrado”, que contiene afirmaciones que, necesariamente, no deben ser borradas, como la presente, “De entre todas las maneras de estar en el mundo, me ha tocado la menos perceptible; una que irradia extrañamiento y desconfianza, una por la que los místicos querrían transitar transidos y traspuestos”; y finalmente, 6. “Volátil como el verbo”, la realidad misma, vislumbrada desde la óptica acertada del pensador-escritor, “Esta, en la que todos piensan, de la que todos huyen y por la que todos sufren, es la más cruel de las certezas”. Así que, en los numerosos textos, encontramos vías únicas hacia un pensamiento liberador que, sin duda, se convierten en la meta que persigue su autor y que, al final de su lectura, nos dejan esa sensación reconfortante que conlleva el poder mágico de la palabra y, por añadidura, la sanación del pensamiento. 

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