viernes, 21 de enero de 2011

PALABRAS COMO ACTO INEVITABLE



En el gesto diario del beber de las plantas
está cada palabra que escribo para ti,
para ti y para todos.

La punta de la lengua que se quemamientras hago el café,
cuando me pillo un dedo con la puerta
y la uña morada golpea el azulejo
con la rabia del que se sabe indefinidamente postergado.

Más tarde ya no pasará el tiempo;
cuando nos levantemos por la noche
con sensación de miedo detrás de las orejas,
mintiendo que dormimos,
pensando en nuestras cosas de mayores.

Pero ahora se me llenan las líneas de palabras
que precisan un mínimo trazado,
una iluminación remota
para ser lo que son:
razones saturadas
que se vierten por los cuatro rincones.

Apenas soy capaz de saludarles,
con este olor a grava que siempre nos recorre,
con las ganas ilógicas de quedarnos sentados
enfrente de las penas de los otros
sin saberles llegar,
sin saber qué decir a sus vacíos
que son exactos a los nuestros,
las mismas muertes y los mismos desastres
pero pintados con otra gama de colores.

Todo es como un choque,
la vergüenza de los que nos creemos
que somos dueños de nuestros albedríos.

Demoramos las restas
para que no se queden las manos tan inútiles
delante de los hijos
que sabrán -al final- que no sabemos
cómo ha pasado esto
con lo hermosa que estaba la parcela
cuando nos trasladamos a vivir.

Inma Luna. El círculo de Newton. Baile del Sol, 2007.

http://vocesdelextremopoesia.blogspot.com/2011/01/palabras-como-acto-inevitable.html

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