lunes, 27 de enero de 2014

‘Caídos del suelo’, el éxito se esconde en la caja de Pandora

Éxito es una palabra que acostumbramos a relacionar con unreconocimiento a gran escala y su correspondencia económica, de tal modo que un actor de éxito es aquél que protagoniza las películas más taquilleras, un cantante de éxito es el que arrastra multitudes y provoca taquicardias entre las adolescentes, y una escritora de éxito es la que con sólo poner su nombre en un manuscrito garantiza que ocupará los primeros puestos en las listas de ventas, aunque… bueno, para ser súperventas no hace falta ser escritor, basta con aparecer en alguna bazofia televisiva de máxima audiencia.
El sueño de Mario Rojas era convertirse en un escritor de éxito, así que cuando la oportunidad llama a su puerta, no duda en aprovecharla. El éxito es muy goloso. ¿Qué escritor o aprendiz de ello no fantasea con ver su obra reconocida? Si nos aseguraran que cualquier cosa que escribamos será un best seller, ¿cómo decir que no?
Mario Rojas no duda en subirse al tren, aunque ello signifique poco menos quevenderle el alma al diablo
Caídos del suelo (Baile del Sol Ediciones) es la primera novela de Ramón BetancorPeriodista de La Palma, la Isla Bonita (certifico que lo es), yescritor novel. ¿Cómo no sentirme identificado? Igual que el protagonista de su historia, tanto Ramón como yo, y un puñado de miles de autores más, porfiamos por salir de la invisibilidad que otorga levantar la mano entre un océano de manos levantadas. En la vida real no existe un Clan que conceda el éxito como por arte de magia, o no, al menos, de la manera como se presenta en este thriller trepidante que penaliza el menor despiste del lector.
En Caídos del suelo nada es lo que parece y —recurriendo a los continuos juegos de palabras que utiliza el autor— todo parece lo que no es.
Mario nos cuenta su historia de éxitos y fracasos, de reconocimiento profesional y desdichas personales, de una permanente lucha interior entre deseos y realidades; dudas, nostalgias, sueños y pesadillas. Y en el curso de un relato impregnado siempre de una atmósfera incómoda pero paradójicamente atrayente, aprovechará para, cena a cena, copa a copa, vermut tras vermut, acabar con las existencias de alcohol de bares, restaurantes, hoteles y locales de moda que se cruzan en su camino y en el del resto de personajes.
Se trata de un viaje interior por las aguas de la incertidumbre a bordo de un velero al que el temporal amenaza con enviar continuamente contra las rocas. De la siempre cálida y bella costa de las Islas Afortunadas, para más detalle. Se nota que Ramón ama su tierra, que es tierra y océano a partes iguales.
En las páginas de Caídos del suelo se nos plantea la eterna batalla entre tentación y cordura. En este caso, como en tantos otros, la tentación se impone y lleva al escritor protagonista a abrir la tentadora caja de Pandora sin evaluar las consecuencias de una decisión que marcará el resto de su vida.
No voy a desvelar nada más del argumento porque es una novela que vale la pena leer sabiendo lo menos posible sobre lo que nos tiene preparado.
Ramón Betancor demuestra un gran dominio del lenguaje y del ritmo narrativo, administrando con acierto las dosis adecuadas de intriga y sorpresa, cosa que irremediablemente nos empuja a, como le ocurre a Mario Rojas, querer descubrir más.

La editorial Baile del Sol acaba de publicar los poemarios La piel de la vida y Libro de las invitaciones, de Karmelo Iribarren y Aitor Francos

El libro de Karmelo Iribarren nos acerca a este autor y su peculiar mirada al mundo que nos rodea, especialmente a ese entorno cercano de la cotidianidad que toca directamente nuestra piel en el roce de lo ordinario.
Los poemas desnudos y nítidos de Iribarren destacan en La piel de la vida lo que hace con nosotros la memoria, la nostalgia o el amor. Su voz reconocible nos lleva por caminos en los que la dureza y la dulzura aparecen en lo urbano y lo íntimo.

so170Míralo
El viento,
el que arranca los árboles de cuajo,
el que enfurece al mar,
el que arrasa las costas
sin clemencia,

sí, el mismo,
míralo ahora,

siguiéndote por la calle,
jugando con tu melena,

tonto perdido.

Sobre el autor:
San Sebastián (1959). OBRA: Bares y noches (Ateneo Obrero de Gijón, 1993), La condición urbana (Renacimiento,1995), Serie B (Renacimiento, 1998), Desde el fondo de la barra (Línea de fuego, 1999), La frontera y otros poemas (Renacimiento, 2005), Ola de frío (Renacimiento, 2007), Atravesando la noche (Huacanamo, 2009), Versos que el viento arrastra (El jinete azul, 2010), Otra ciudad, otra vida (Huacanamo, 2011), Las luces interiores (Renacimiento, 2013), LA PIEL DE LA VIDA (Tenerife, 2013). ANTOLOGÍAS: Gainontzekoa, kontuak dira (Erein, 2000), La ciudad (Renacimiento, 2002 y 2008), El tamaño de los sueños (Anaya, 2006), Un leve guiño de luz hacia la sombra (Ediciones 4de Agosto, Planeta Clandestino, 2011). POESÍA COMPLETA: Seguro que esta historia te suena (Renacimiento, 2005 y 2012)

Acerca de Libro de las invitaciones y de su autor nos dice la poeta Luna Miguel:
so-167Hay en su lírica algo no-lírico. Algo puramente cerebral y visceral -sí, esa conjunción aquí es posible- que nos desvela a un poeta que no mira a las cosas para ensalzarlas o celebrarlas por su belleza, sino para examinarlas, comprenderlas y, al fin, explicárnoslas. Así, su Libro de las invitaciones se convierte precisamente en eso, en una invitación al mundo que él degusta y nos entrega. Un mundo que ya no es un mundo sino una galaxia figurada, mullida, geométrica: sólo suya. Porque este es, en definitiva, el
libro de los homenajes. El libro y la enciclopedia. El libro de las versiones.
El libro de las citas. El libro del reconocimiento. El libro de Aitor Francos, inteligente y conciso, con esa voz heredera del último Valente, del mejor Lorenzo Oliván y de la más cruda Maillard. Invitados quedamos: aquí está la llave.

Clímax sexual
¿Vivir no era mirar?
Luis Rosales
Girando en la decrépita desgana
de arroparnos solos,
lo elegimos por reciprocidad:

ser
ese escollo con patas teóricas
para la explosión demográfica.

Sobre el autor: (Bilbao, 1986) Licenciado en Medicina, actualmente cursa la especialidad de Psiquiatría. Ha publicado Igloo (Ed. Renacimiento, Sevilla, 2011. XIV Premio Surcos), Un lugar en el que nunca he escrito (Renacimiento, 2013) y LIBRO DE LAS INVITACIONES (Tenerife, 2013). Ha aparecido en la antología Poetas Vascos en Castellano (Ed. Muelle de Uribitarte, 2009) y en publicaciones literarias como Ex-Libris o Nayagua. Colabora habitualmente con la revista Zurgai.

jueves, 23 de enero de 2014

Graceland- Chris Abani

por 
Chris Abani sufrió persecución política por la publicación de su primera novela, con dieciséis años, “Masters of the Board” (1985), un thriller cuya trama sobre un golpe militar frustrado en Nigeria fue tan convincente que desencadenó la paranoia en la dictadura política de su país. Su creatividad junto con su activismo universitario le llevaron a varias condenas de prisión, a veces en régimen de aislamiento. Abani volcó su experiencia en poemas que Harold Pinter calificó como “la más desnuda, desgarradora expresión imaginable de la vida en prisión y de la tortura política”. Después se expatrió a Europa y América, donde reside en la actualidad, es profesor en la Universidad de California, sin perder nunca de vista sus raíces, su Nigeria natal.
Chris Abani rezuma humanidad. En sus libros, en sus charlas, podréis ver a un Abani que ha tenido una vida dura, sufrió la guerra de Biafra de niño, luchó contra el gobierno de joven, le torturaron y estuvo hasta tres veces en el corredor de la muerte. Su voz se quiebra a menudo cuando recuerda momentos tremendos de su biografía (no solo sobre si mismo), utiliza el humor como vía para tratar de hacer lo contado más llevadero, y siempre se muestra razonablemente optimista (sin ser sentimental), de esa manera en la que únicamente las personas que han vivido los más profundos pozos de la desesperación, la sinrazón y el dolor lo saben ser.
Su novela “Graceland” nos ofrece un retrato de la ciudad de Lagos caótica, sucia, maloliente, y a la vez hermosa. Al igual que la historia de Elvis, un  joven con el nombre del cantante norteamericano, que se dedica a imitarle como forma de ganarse la vida, mientras sueña en convertirse en bailarín. Vive con su padre en un barrio pantanoso, un gueto llamado Maroko donde se enfangan calles y personas, donde un padre de diez hijos corre huyendo de la policía con la ropa robada para acabar inmolándose delante de todos o donde uno acaba por darse cuenta “de que solo es un pequeño grupo de gente el que está echando a perder nuestro país. La mayoría de la gente lo que quiere es trabajar duro, ganarse la vida y entretenerse un poco. Pero parece que hagan lo que hagan, siguen siendo pobres.” (pág. 318). Es también la narración  de la relación entre un padre y un hijo y de lo difícil que es ser hijo a veces y de lo que se puede llegar a hacer por defender un honor. Es el relato de un país que ha dejado atrás el pasado colonial y está sumido en una violenta dictadura. Es el relato de unos hechos que confirman como dice Innocent, el niño soldado, “hacía ya tiempo que había perdido cualquier creencia en la bondad innata de la causa rebelde y la maldad del enemigo. Antes le guiaba un profundo idealismo. Ahora solo quería sobrevivir.” (pág.242) Y es la historia también de un mundo que parece haberse perdido, de una deslumbrante cultura igbo sumergiéndose en otra cultura ajena, la americana.
Este libro es duro y contiene un gran número de estercoleros: violencia, incesto, violación, asesinato, pobreza extrema, tráfico de órganos, drogas, prostitución, niños y niñas (de la calle-soldados-prostituidos-violados)… Parecería que una novela con tal cantidad de horrores en su interior debería hacerse intragable, pero Chris Abani es un gran narrador y la historia se convierte en algo imposible de abandonar, una página te arrastra a la otra, aunque no es fácil leerla de un tirón. Aunque seca, dice Abani que lo más bello del ser humano surge cuando se muestra su lado más feo, y demoledora, contiene dosis de optimismo. He leído en algún lugar que la acumulación de horrores de esta novela logra a la larga que el lector se insensibilice. En mi opinión, ocurre todo lo contrario.
Según sus propias palabras, “Lo que escribo es difícil para el lector y para mí, no sólo para el lector. En mis libros quito el orden moral para que el lector se vea involucrado y comience a hacerse preguntas personales e íntimas. El efecto que busco con mi narrativa es que las cosas sucedan en tiempo presente frente a los ojos de quien la lee. No juzgo a mis personajes, ese es un asunto del lector, lo cual resulta bastante incómodo para él porque muchas veces se verá simpatizando con un personaje que en teoría resulta malo…
He sido humano seis días, pero solo a veces”, dice en la charla de TED que he compartido con vosotros/as. Abani intenta transmitirnos que nadie va a venir y salvarnos de la locura y del mal, nadie tiene la receta mágica para entender porqué ocurren las cosas que ocurren. Coincido con Abani cuando pone en boca de su protagonista esta frase “Nada se resuelve nunca… Solo cambia“ (pág.363). Ninguno de nosotros sabemos muy bien de qué hablamos cuando hablamos de nosotros mismos, solamente nos aproximamos, como niños intentando descifrar el misterio que se encuentra debajo de la superficie, más difícil aún saber de qué hablamos cuando lo hacemos sobre “el otro”. Buscar la humanidad en los otros, cuando deberíamos de intentar empezar por nosotros mismos. Es difícil sí, pero sería más honesto afirmar que lo intentamos, quizás seis días, quizás mucho menos, y ni siquiera todo el tiempo.
“Graceland” es la única obra de Chris Abani traducida al castellano gracias al empeño de la Editorial Baile del Sol (la traductora del libro, Alicia Moreno, ha recibido muchos elogios también). Esta vez la cita del final va a ser un poco más larga, pero creo que comprenderéis porqué.
“Tocó la brillante cubierta de pasta blanda: Al encuentro del hombre negro, de James Baldwin. Lo abrió por la página doblada que señalaba por dónde iba y empezó a leer. Jesse acababa de llegar a la escena del linchamiento con su padre. Mientras leía, Elvis empezó a ver muchos paralelismos entre él y la descripción de un negro muriendo lentamente devorado por las llamas. Las manos del hombre usando las cadenas que lo ataban como contrapeso para levantarse y acabar con la tortura. Se encogió en la parte en que el hombre blanco sin nombre de la historia le cortaba los genitales al negro linchado. Cerró el libro y se imaginó qué clase de cicatriz dejaría eso. Sería una cosa viva que levantaría los brazos al cielo en una súplica, descendiendo para enraizarse en el chakra inferior, nuestra naturaleza más básica. Hasta que el hombre muerto se convirtiera en el cielo, el árbol, la tierra y la inconmensurable tristeza de todo ello. Conocía esa cicatriz, ese dolor, esa vergüenza, esa degradación que ninguna metáfora podía contener, grabándola en su cuerpo. Y aún más, él era esa cicatriz, tallada por el odio, la pequeñez y el miedo en el rostro del mundo. Él y todos los que eran como él, hasta que la tierra ardiera con hombres negros  marcados muriendo en árboles de fuego” (pág. 362)

Ficha:

  • Título original:  Graceland (2004)
  • Idioma: Original: Inglés
  • Traducción al castellano: Baile del sol (2013)
  • Traductora: Alicia Moreno Delgado
  • Nº páginas: 364
  • Premios del libro: Hemingway/PEN Prize, entre otros

martes, 21 de enero de 2014

Esta semana, tres presentaciones de Baile del Sol

Un poemario, una novela y un libro de aforismos, todos ellos publicados por Baile del Sol, se presentarán a lo largo de esta semana en diferentes puntos de nuestra geografía.
Esta misma tarde, el escritor Javier Cánaves presenta su último poemario, Momentos estelares en la librería mallorquina La Biblioteca de Babel, que el propio autor define como un “poemario aglutinador”, asegurando que “el lector que se acerque a Momentos estelares encontrará una variedad considerable de momentos vivenciales, en el sentido más amplio del término”. La presentación tendrá lugar a las 20:00 h. en LA BIBLIOTECA DE BABEL, C. Arabí, 3, Palma – Mallorca.


El jueves, 23 de enero, a las 19:00 h. el periodista Juan Cruz será el 
encargado de presentar la novela del joven canario Ramón Betancor, Caídos del suelo. El acto tendrá lugar en el fórum de FNAC Castellana, Paseo de la Castellana, 79, de Madrid. Los lectores podrán conocer así algo más de esta trepidante novela que cuenta la historia de Mario Rojas, un escritor al que sus ansias de publicar le llevan a intentar saldar la deuda que un amigo ha contraído con El Clan, una organización secreta que se lucra con el trabajo de artistas a quienes promete poderes mágicos.


Y, por último, el viernes 24, quienes se encuentren por Salamanca tendrán la posibilidad de asistir al acto de presentación del libro La más cruel de las certezas, de Mario Pérez Antolín, que tendrá lugar en la librería Hydria, situada en la plaza de La Fuente, 17. El autor estará acompañado por Carmen Velayos, profesora de Filosofía de la Universidad de Salamanca. La más cruel de las certezas es una recopilación de aforismos, con prólogo de Victoria Camps, en el que habla del autor como un maestro en este género: “Sorprender es lo que consigue  el aforismo cuando atina a decir con claridad lo que se esconde tras una ocurrencia reflexionada. Descubre lo desapercibido, descoloca lo que parecía perfectamente ubicado, establece conexiones insospechadas. Un buen aforismo es la síntesis lograda de una idea que no precisa de ulterior desarrollo y que desvela la substancia de la autorreflexión”.

jueves, 16 de enero de 2014

Edem Awumey, la literatura del exilio

Javier Mantecón 15 enero, 2014
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La literatura africana parece que poco a poco está encontrando un pequeño rincón, minoritario, pero estable dentro de la escena globalizada a través de una nueva generación de escritores nacidos en los años 70. Como ocurre en muchas otras disciplinas artísticas, muchos de los literatos publican y en ocasiones viven, en países occidentales. La realidad es que la literatura y la lectura no consiguen permeabilizar en las sociedades africanas, más allá de su élite intelectual. Algunos expertos explican esta situación debido al alto grado de analfabetismo de la población, otros lo achacan a las escasas políticas públicas de fomento de la lectura. Lo cierto es que la gran mayoría de la literatura africana de calidad es editada en el extranjero, complicando en muchos localizar las obras de los autores en sus propios países de origen.
Edem Awumey partió de Togo en el año 2000 para descubrir el mundo, para vivir otras perspectivas. Su pronta afición a la lectura y su determinación le valieron para montar obras de teatro amateur en Lomé durante sus años de universitario pero fue a partir de su asentamiento en Canadá cuando comenzó a desarrollar su carrera profesional como escritor. Actual profesor de literatura francófona en la Universidad de Mcgill en Montreal, Awumey ha publicado desde 2006 cuatro novelas, Port – Mélo, que le valió el premio Gran Premio Literario de África Negra 2006, Los pies sucios, seleccionada en 2009 para el prestigioso premio Goncourt, Rose Déluge en 2011 y Explication de la Nuit en 2013. Por otro lado también satisfizo su propia faceta de investigador publicando el trabajo ensayístico Tierno Monénembo : la novela en el exilio (WVB, 2006) sobre la figura del gran autor guineano al que tanto admira.
Partiendo de una realidad turbulenta las novelas de Edem Awumey nos sumergen en la personalidad a priori simplista pero muy compleja de sus personajes. Siempre con la idea subyacente del exilio en cada uno de sus trabajos, Awumey utiliza formalmente un lenguaje escueto y directo en sus diálogos y más lírico en su prosa, acentuando la personalidad de unos personajes muy reales en un entorno literario. Tras el éxito cosechado durante estos últimos años con su obra, en la que recomendamos fervientemente bucear, Edem publica en 2013 su última referencia Explication de la Nuit, que aúna y perfecciona las cualidades de sus anteriores obras. Su calidad literaria y su discurso resultan tan atractivos que decidimos ponernos en contacto con él para discutir de manera más profunda sus inquietudes y perspectivas.
http://www.latiendadebailedelsol.org/4-awumey-edem-los-pies-sucios-.html

¿Cómo nació su interés por la literatura y la escritura?
Mi interés por la literatura proviene de un conjunto de factores. En un principio, una práctica precoz de la lectura que me permitió encontrarme a una edad temprana edad con los grandes clásicos africanos y franceses (Hamadou Hampaté, Senghor, Victor Hugo, Molière…), a continuación el hecho de que crecí en África en la década de 1990, durante la cual un buen número de países del África negra, entre motines, represiones y sangre, pasaron a supuestos regímenes democráticos completamente irreales. Este clima estimuló la aparición de una escena de teatro de urgencia y revuelta en todos estos países alimentado por escritores como Kossi Efoui, Kously Lamko, etc. Me influenció muchísimo este periodo histórico y literario.
¿Qué le aporta personalmente expresarse a través de las palabras?
A través de las palabras intento satisfacer un placer, el de la creación del texto en sí, de un texto bello. Pero escribir es también para mí el medio, caminando con mis personajes, de interrogar a la realidad y a la Historia para intentar comprenderla. Escribir se antoja pues como una búsqueda del sentido de las cosas, de las vidas, de las esperanzas. Es también una manera (modesta, espero) de decirle al mundo cómo lo veo, explicárselo a otros individuos. Es un acto de solidaridad.
Antes de partir de Togo, ¿formaba parte de la escena literaria de su país ?
No realmente. La escena literaria de los años cuando yo partí (en 2000) estaba esencialmente ocupada por el teatro. Seguí esta escena desarrollada principalmente en Lomé, pero esencialmente como espectador. Pude asistir igualmente a los debates de los dramaturgos de esta nueva generación, y aunque escribí dos obras de teatro en esa época de mi vida, no lo hice de manera profesional ni seria. Con un grupo de amigos de la Universidad de Lomé montamos La boutique à Mélo (La tienda en Melo), mi primera obra, pero siempre desde una perspectiva amateur. Por puro placer.
¿Cómo definiría la influencia de sus orígenes togoleses en su escritura,  si los ha identificado?
Pienso que, aunque hace más de catorce años que no vivo en Togo, sus gentes, su cultura, sus calles, sus caras y olores están siempre presentes en mi obra. En mis novelas, el espacio, el momento del recuerdo, transporta a menudo al lector a África. Los eventos que son decisivos en el desarrollo de los personajes en muchos casos tienen lugar allí. Mis personajes, en sus pensamientos, permanecen en África. Creo que en Explication de la nuit este hecho queda muy latente.
Pregunta obligada ¿Cuáles son sus escritores de referencia?
Gabriel García-Márquez, Tierno Monénembo, Kossi Efoui, António Lobo Antunes, Juan Rulfo…
Según usted, ¿por qué cree que sus libros están logrando conectar con el público general?
No creo que mis libros sean populares. Mis obras interesan un poco a la crítica y a ciertos lectores que tienen vínculos fuertes con África, porque, de una cierta manera, participan, como antes señalaba, en el futuro de la Historia, en el presente y en el futuro del continente africano. Es cierto también que estar seleccionado para el premio Goncourt en 2009 en Canadá por “Los pies sucios” me abrió a otro tipo de público más generalista.
Hablando de premios, usted recibió el Gran Premio Literario de África Negra en 2006. ¿Qué significó para usted recibir este premio?
Fue una sorpresa muy bonita porque acababa justo de publicar mi primera novela Port-Mélo en 2006. No puedo decir que merecía ese gran reconocimiento por un primer trabajo. Fue un bello gesto por una obra apenas en periodo de gestación. Pero también significaba para mí que a partir de ese momento mi trabajo se seguiría más de cerca, lo que es claramente positivo.
Sus historias están a menudo vinculadas a la personalidad de sus personajes quienes poseen una personalidad muy profunda, y habitualmente melancólica. ¿Qué hay de esos personajes en Edem Awumey?
Ante todo, cólera. La cólera porque podemos comprobar que muchos de los países de origen de mis personajes y de África viven en estados militares represivos. La cólera también acerca de lo difícil que es un vivir una vida allí: una lucha cotidiana por la supervivencia mientras que esos canallas se llenan los bolsillos. África se mantiene como un continente que posee un cruel abismo entre ricos y pobres, pero, donde también hay sitio para la esperanza. Porque allí, al igual que en otros lugares, hay hombres y mujeres que luchan por cambiar las cosas. Hay una juventud activa y valiente que quiere conquistar el mundo.
Desde 2005, usted vive en Canadá. ¿Este hecho ha influenciado su estilo?
No demasiado, aunque sí creo que vivir en Canadá sí ha hecho más complejo mi universo novelesco. La cultura, la Historia y la geografía norteamericanas se han mezclado con mi herencia africana y con aquello que aprendí en Europa, donde residí durante cinco años. Mi estilo sería pues, el fruto de mi cólera interior y de todo el bagaje de lecturas que he podido hacer. Aún así, es lógico que aparezcan palabras y expresiones norteamericanas de manera natural en mis novelas.
En sus obras, el exilio es siempre un tema recurrente. ¿Cómo vivió usted su exilio particular? ¿Cómo influenció sus historias?
Yo soy un exiliado por elección, por deseo de espacio y de saber. No puedo pues considerarme un exiliado en el sentido más doloroso del término, con esto quiero decir, que no me fui de mi país por razones políticas que pudieran impedirme volver. Pero, como todos los expatriados, he recorrido muchos caminos y vivido el paradigma que el exilio supone. Este debate constituye un elemento recurrente en mis libros. No he vivido un exilio realmente doloroso y de hecho creo que la posibilidad de vivir una suma de experiencias como las que yo he vivido me ha hecho más agudo y receptivo como artista.
Su manera de escribir podríamos decir que es muy precisa y al mismo tiempo cargada de significado. ¿Cree usted que este estilo ayuda al lector a implicarse en la profundidad de los personajes de sus novelas?
Digo muy a menudo que cada libro puede imponer al autor un estilo particular que se traduce en situaciones, luchas o emociones a las que el personaje se enfrenta. Intento estar lo más cerca de mi personaje esperando ser lo más convincente dentro del libro en el que él vive. Y si es posible, que el lector también se sienta más implicado e involucrado por el destino del personaje. Es una cuestión de estimular la humanidad de un dolor o de una ilusión.
Sus novelas nos ayudan a comprender algunos problemas políticos y sociales actuales a través de sus personajes. ¿Son éstos una extensión de su pensamiento político y social personal?
Es evidente que nuestros personajes son, en una cierta forma, portadores de nuestros sueños, convicciones y luchas.  Son la expresión de aquello que aceptamos y lo que no. Así pues, el acto de escribir, incluso si no surge ni se etiqueta desde una perspectiva política, es siempre político.
Port Mélo podría ser una buena analogía de la situación actual que vive Togo. ¿Piensa que ésta podría mejorar?
Si los diferentes actores políticos togoleses llegan a dejar de lado sus intereses personales, sí, creo que podríamos comenzar a entrever un cambio en Togo. Para ello se necesitaría buena fe y un sentido individual y colectivo del sacrificio. Sin embargo, hace más de veinte años que Togo intenta salir del túnel, hemos tenido tiempo suficiente para observar que muchos políticos son unos sinvergüenzas. Y es la población, el pueblo, quien continúa siendo la víctima de esta desvergüenza tropical.
En 2013 usted publicó su última novela Explication de la nuit con un éxito considerable. ¿Cree usted que la literatura africana puede ser atractiva para el público de otros continentes?
Creo que sí, con el tiempo, las letras africanas pueden conquistar una mejor audiencia fuera de su continente. Ya disfrutan de una relativa visibilidad en Europa a través de un cierto número de autores expatriados. Mi sueño es que podamos tanto en París, Londres o Montreal, hablar de un escritor que vive, trabaja y publica en Lomé o Yaundé. Pero esto no llegará en un futuro próximo desgraciadamente. Las problemáticas de las literaturas del Sur son parecidas en todo el mundo. Esto quiere decir que aquello que ha escrito un autor de San Luis en Senegal pueda suscitar interés en un lector de Chicago. Para que esto ocurra, se necesitará una mejor circulación de los textos.
De sus novelas, Los pies sucios es la única traducida al español. ¿Piensa que podremos encontrar en un futuro próximo sus otras novelas traducidas?
Eso espero. Sin embargo, este tipo de asuntos no dependen realmente de los autores. Si otros editores españoles o ingleses se interesan por estos libros, entonces sí, podrán traducirse en otras lenguas.

miércoles, 15 de enero de 2014

La poética del fancotirador/6

SALVAR LA PRIMAVERA

Para Antonio Martínez i Ferrer


Está la ciudad que estalla de brotes
y tulipanes. Pero los ojos de los adultos
se cierran con el mismo sueño.
Despiértame de esta madrugada
que no se acaba nunca.
Tenemos que correr delante
arrancar para ellos las cortinas:
los niños no se bastarán solos
para salvar la primavera.


ALFABETO DE CICATRICES. Pérez Cañamares, Ana

  • ISBN-10(13): 978-84-15019-38-8
  • Fecha de publicación: Segunda edición, 2013
  • Número de páginas: 114