martes, 27 de marzo de 2012

"Los Artistas" de JAVIER CÁNAVES: una nívola contemporánea


"Parecerá acaso extraño a alguno de nuestros lectores que sea yo, un perfecto desconocido en la república de las letras españolas, quien prologue un libro de don Miguel que es ya ventajosamente conocido en ella, cuando la costumbre es que sean los escritores más conocidos los que hagan en los prólogos la presentación de aquellos otros que lo sean menos. Pero es que nos hemos puesto de acuerdo don Miguel y yo para alterar esta perniciosa costumbre, invirtiendo los términos, y que sea el desconocido el que al conocido presente.
Porque en rigor los libros más se compran por el cuerpo del texto que no por el prólogo, y es natural por lo tanto que cuando un joven principiante como yo desee darse a conocer, en vez de pedir a un veterano de las letras que le escriba un prólogo de presentación, debe rogarle que le permita ponérselo a una de sus obras. Y esto es a la vez resolver uno de los problemas de ese eterno pleito de los jóvenes y los viejos."
VÍCTOR GOTI, "Prólogo" , NIebla.

        La distancia entre Goti y yo es  evidente: de momento, yo no soy un personaje, quizás una marioneta en algunos momentos, pero eso es otro tema...; no diré mi edad por coqueteo, pero ya no soy joven; tampoco he prologado el libro de Javier, pero sí pienso dar mi opinión sobre él. 
        La cita de la nívola unamoniana es un regalo para el autor. No es casual: Julio Cantallops me recuerda a Augusto Pérez, inmerso en esa lucha por la supervivencia constante en un mundo lleno de insatisfacciones, mediocre. El primero busca el amor verdadero, fuera de ideales; el segundo intenta que su autor no lo sacrifique. La mezcla de voces narrativas de ambas lo ratifica. Javier nos confunde durante todo el relato con diversas voces y testimonios, quizás con la intención de distanciarse como autor; pero sorprendentemente causa la emoción inversa: empatizamos con el protagonista y tal vez con Cánaves. Ese escritor insatisfecho, cuya vida resulta pornográfica y grotesca, se convierte en un modelo en el título Los Artistas, pero primero lo será para una mujer vulgar, a quien acude por desesperación...
        Quizás haya más similitudes entre ambas novelas, los autores también comparten inquietudes. Ambos forman parte de una época en que la palabra "crisis" está boca de todo el mundo. Posiblemente, la lucha existencial sea diferente; pero los tiempos han cambiado: ahora lo importante no es la existencia de Dios, sino la conciencia de que somos más vulnerables que nunca ante el amor y que la felicidad resulta más angustiosa que el desengaño, porque es necesaria más implicación emocional...

viernes, 23 de marzo de 2012

Los artistas, de Javier Cánaves

Los artistas (Baile del sol)

El cada vez menos poeta Javier Cánaves, parte de sí mismo para conducir esta novela que, como las grandes, no trata de nada pero habla de todo.
Julio Cantallops, escritor estancado en un cómodo olvido del gran público tras un fulgurante inicio literario, con varios premios importantes de poesía, tiene un trabajo que le permite vivir bien, colabora en el diario más importante de la ciudad con un artículo semanal y no le faltan mujeres. Parece que tiene todo lo que un hombre puede desear y ahí comienza el juego: no es feliz. Tiene un gran vacío, fantasmas de un amor perdido que jamás encontrará en las barras de bar ni en ningún otro lugar, la sensación de estancamiento creativo, de tener menos fama de lo que realmente merece.
El acierto de esta novela es la empatía que se crea con el protagonista, en la cual no es necesario ser artista, sino mamífero, que diría Jesús Lizano: No llega a ser pesadilla, pero todo tiene la textura de esos sueños incómodos en los que no sucede nada extraordinario pero de los que uno desea despertar cuanto antes, y ese párrafo del libro define la historia. Inquietante, pues te obliga a hacerte preguntas de las cuales no quieres saber las respuestas. ¿Eres feliz? ¿Estás aprovechando tu vida? Da igual que las dos respuestas sean afirmativas, temes que te estés mintiendo.
Aparte está el juego en la novela con segundas y terceras voces que se intercalan o incrustan en la trama: artículos escritos por el protagonista, retales del diario, comentarios de gente que le conoce, etc, muy bien llevados por el mallorquín, sin desbaratar ni menguar el interés en ningún momento.
Y esto ya es personal, leer a Javier (su blog AQUÍ) da ganas de escribir, de sentarse a crear un poema y creértelo tuyo, robar un matiz, una sensación. Quizás por eso Cánaves no escriba poemas hace meses, puede que los artistas de mierda se los estemos robando.
Si con eso sigue escribiendo novelas como Los artistas, no está tan mal. 

http://elhombreinvisible-invisible.blogspot.com.es/2012/02/los-artistas-de-javier-canaves.html 

jueves, 22 de marzo de 2012

Primer concurso de microrrelatos "En palabras"


El pasado 1 de marzo mi blog En 99 palabras cumplió su segundo año. Para celebrarlo he decidido convocar, con la colaboración de la Editorial Baile del Sol y de la ilustradora Clara Varela "Claruilna", la primera edición del concurso de microrrelatos “En 99 palabras” 
BASES DEL CONCURSO

1. Podrá participar cualquier persona, con la condición de ser tanto autor como jurado.

2. Se podrá presentar un único microrrelato, escrito en castellano e inédito.

3. El microrrelato será de tema libre y estará escrito exactamente en 99 palabras (sin contar el título, que será obligatorio).

4. El participar como autor implica hacerlo también como jurado, por lo que solo podrán votar quienes hayan presentado un microrrelato al concurso. Los autores participantes que no emitan su voto serán eliminados.

5. El microrrelato se enviará a en99palabras@gmail.com, poniendo en el asunto, “Concurso En 99 palabras”. En el cuerpo del mensaje (no en archivo adjunto) irá: nombre, correo electrónico, blog (no es obligatorio tenerlo), título y texto del microrrelato.

6. El plazo de admisión de los microrrelatos comienza el 5 de marzo y finaliza el 4 de abril de 2012, ambos inclusive.

7. Todos los microrrelatos recibidos se publicarán el 9 de abril de 2012 en el blog del concurso http://concursoen99palabras.blogspot.comnumerados según su orden de llegada.

8. En los microrrelatos publicados no aparecerá el nombre del autor, solo título y texto, para así garantizar el anonimato durante todo el concurso.

9. Los autores dispondrán hasta el 20 de abril de 2012 para leer los microrrelatos y decidir sus votos, que se enviarán a en99palabras@gmail.com

10. Cada participante votará a sus cinco microrrelatos favoritos, no pudiéndose votar a sí mismo, de la siguiente forma:
- Título del 1º: 5 puntos
- Título del 2º: 4 puntos
- Título del 3º: 3 puntos
- Título del 4º: 2 puntos
- Título del 5º: 1 punto

11. Los resultados se publicarán a partir del 26 de abril de 2012 en  http://concursoen99palabras.blogspot.com, así como en mis otros dos blogs: http://en99palabras.blogspot.com  y http://madridfotoafoto.blogspot.com
12. Gracias a la Editorial canaria Baile del Sol, que ha accedido a mi petición de colaboración desinteresada, los  ganadores recibirán los siguientes premios*:
Microrrelato ganador5 libros de relatos, gentileza de Baile del Sol.
Segundo puesto3 libros de relatos, gentileza de Baile del Sol.
Tercer puesto2 libros de relatos, gentileza de Baile del Sol.
Además, los tres ganadores, así como los que hayan quedado en cuarto y quinto lugar, recibirán un ejemplar del libro de microrrelatos “En 99 palabras” autoeditado por mí el año pasado.

* Nuevos premios cedidos desde que ha comenzado el concurso:
- 1 ejemplar de Discordancias de Elena Casero.
- 3 ejemplares de Zoom de Manuespada.
- 1 ejemplar de "Sueños enlatados" de Natalia Viana "Tali".
- 2 ejemplares de "Los jardines secretos" de varios autores (cedido por Xavier Blanco).
- 5 ilustraciones de Sara Lew del blog "Microrrelatos Ilustrados".
- 5 ejemplares de "La saliva del tigre" de Pablo Gonz.


13. Si algún autor, con libro publicado, desea donar alguno de sus libros para que forme parte de los premios, estaré encantado de recibirlo. Por ello me reservo el derecho de ampliar los premios citadosen el punto anterior, ya sea de esta forma o de cualquier otra.


14. La participación en el Concurso implica la aceptación de las bases.



Organizador del concurso: Miguel Molina

Creadora del logo del concurso: Clara Varela "Clarulina"

Editorial colaboradora: Baile del Sol


miércoles, 21 de marzo de 2012

Los artistas, crónica de una muerte por inanición


Javier Cánaves nos acerca en Los artistas a todas las orillas del desconsuelo. Detallándonos la búsqueda vital ralentizada de un joven con vocación de escritor y vocación de vacío. Entre el ego y el desprecio por sí mismo, Julio Cantallops no sabe hacia dónde dirigirse, de qué modo aliviar su desasosiego. Se quiere convertir en personaje de las mismas novelas que renuncia a escribir, interpretando un papel que a ratos le queda pequeño y a ratos grande. Nos ayuda a descubrir su juego el recuerdo vago que ha dejado en una mujer, una mujer que le atraía y le repugnaba a partes iguales, tal vez porque en ella no dejaba de reflejarse su propia historia de soledades y miedos.
Con una prosa que va de lo prosaico a lo poético, en un vaivén que tiene mucha relación con las inseguridades de su protagonista, Javier Cánaves consigue contagiar esa inquietud que provoca la deriva: “Las palabras debería servir para escapar de este precipicio, de esta parálisis que empuja a la caída”, escribe Julio Cantallops. 
Los artistas “se pasan la vida buscando el puente más hermoso desde el que saltar, ese salto que podría justificar todas las lágrimas de niños perdidos que llevan dentro”, asegura la mujer a la que nunca amó Julio Cantallops. Y así es en la novela, el escritor no encuentra salvación ni en el amor ni en la literatura, muere de inanición tras dar cuenta de toda la crónica de su apatía.
Una novela que no da tregua y que, después de La historia que no pude o no supe escribir, publicada también en Baile del Sol, confirma a Javier Cánaves como un extraordinario narrador y un testigo del desconcierto actual de nuestra sociedad.

martes, 20 de marzo de 2012

Piedras en el camino


Por Leoncio González
Casi todo es mío
Antonio Jiménez Paz
Ediciones Baile del Sol
Santa Cruz de Tenerife, 2008
83 páginas.
El sendero en el que Pessoa se ve atravesado, en la primera página de este libro, es en el que la duda atormenta al caminante. Estas páginas son el lento deambular, de Antonio Jiménez, por ese recorrido del desasosiego que nos da la incertidumbre.
En este libro la tinta mancha las yemas de los dedos al pasar las páginas. Esas manchas no hacen sino evidenciar que las realidades no lo son tanto, “no se borra lo que uno quisiera”, dice. Antonio Jiménez ha escrito un manifiesto dubitativo en Casi todo es mío (Ediciones Baile del Sol, 2008). Sabe que ese “casi” no engloba apenas su nombre y que ese “todo” se diluye como una gota de absenta al contacto con un terrón de azúcar. Así son la mayoría de estos poemas, una gran oleada de sabor, penetrante y oloroso, que luego, al inminente chasqueo de la lengua, se convierte en un poso de preguntas, de verbos en subjuntivo, de adverbios, de adjetivos nada definitivos cargados de preguntas y de versos que no hacen más que certificar esa duda: “Me describo y no me consigo creíble”.
Del contacto con el otro, es de donde nace la única certidumbre de estos poemas: del roce caliente de la piel con otras pieles: con la piel del papel, con la piel de la piedra, con la piel de otros cuerpos (quizás los mismos, pero distintos): “Venimos frotándonos desde antes de los amaneceres”. Y ahí es donde talamos árboles que otrora sólo mirábamos, y donde se describen cosas que antes sólo se pensaban, todo bajo la sombra de un hombre que ya ha desaparecido, en favor del poeta –de uno o de muchos.
Por último, en la digestión poética de estas páginas aparece cierto hedonismo doloroso que ratifica circunstancias, actitudes, respuestas, mas poco creíbles todas ellas, y al mismo tiempo resuena de golpe una suerte de solución, cuasi definitiva: “entonces me borro”.
Jiménez (junto a sus cuerpos otros: el poeta, el lector, el crítico) caminan con un lastre a cuestas, hacia un lugar donde no tendrá que explicar ni quién, ni cómo se llama,  el que ha pergeñado todas estas dudas: “Quién soy / no lo sé. / O innumerable”.
Desde la barrera de la lectura, quizás, lo más fácil sería sacar las herramientas de disección y comenzar a cortar cada verso, cada duda, y sacar de ella una explicación más o menos lógica, cartesiana, rebuscada entre otros versos conocidos de este autor, de sus libros, de sus lecturas, de sus no lecturas, de sus amigos, de sus querencias y de sus odios. Quedaríamos colocados así en un terreno poco dudoso, en donde, ridículamente sólo podríamos evidenciar ese verso que resuena como el gong en el dojo zen: “Voy delante de mi aunque detrás”.
“Pero nadie sabe por cuál página ando…”, advierte, y faltaría menos. Casi todo en este libro nos conduce a una calle sin salida, en la que el poeta ¿se queda? y sus versos lo trascienden, lo abandonan, lo dejan al azar de nacer de nuevo, de volver a escribir todas esas palabras, preguntas, verbos, adverbios, dudas: “Lo demás/piedras en el camino son”.

lunes, 19 de marzo de 2012

HISTORIAS DE ESTE MUNDO DE MATÍAS ESCALERA CORDERO: VISIÓN TELEVISIVA Y CINEMATOGRÁFICA




Alberto Gil-Alber/ En sentido figurado



Título: Historias de este mundo
Autor: Matías Escalera Cordero
Editorial: Baile del Sol, 2011 (212 páginas)

Matías Escalera Cordero es escritor en el sentido literal del término; escribe y experimenta en la literatura; busca con su escritura obtener un fin, el objeto de un plan pensado, y lo está consiguiendo. Ese plan le ha llevado de la poesía a la novela y del teatro al ensayo  literario en forma de artículos especializados. Toca todos los palos porque esa es la única forma de hacerse escritor, insisto, en el sentido literal del oficio.
Historias de este mundo es una colección de relatos que se alimenta de esa especie de visión televisiva y
cinematográfica que el autor ya experimentó con tanto acierto en su novela Un mar invisible (IslaVaria, 2009), pero en sus relatos va más allá, en cuanto al punto de vista, pues nosotros vemos/leemos lo  relatado en la pantalla, pero también lo que la cámara no logra mostrarnos. El lector tiene la sensación de observar por varias ventanas con distinto plano, pero los mismos acontecimientos, y en todas ellas aparece una realidad igualmente injusta; ésta que vivimos ahora. Así sus intervinientes, que no protagonistas, los seres que son objeto del relato, se bestializan y se vuelven personajes de una ópera bufa, como de un cabaret con la música atonal de Schönberg de fondo. El relator es aquel abogado que en la investigación de los delitos colecciona los hechos en los que se va a basar su acusación, eso lo decía Roscoe Pound, un juez americano autor de novela negra. En el caso de Historias de este mundo adquiere todo su sentido, puesto que su autor nos presenta una relación de acontecimientos que acusan, que formulan y describen los males de nuestro mundo desde una actitud inquisitorial. Es imposible hablar de estos relatos sin pensar en Chejov, en Tolstoi o en Carver; cada uno de ellos refleja un retazo de modernidad al retratar una realidad decadente. La decadencia de las clases sociales en la Rusia Zarista, en Chejov, la decadencia de la  explotación de los siervos, en Tolstoi, y la decadencia de la tradición americana del  SelfMade y la  Felicity de los sesenta, en  Carver. Pues bien, en esas estamos; el relato de  Matías Escalera lacera con inquina nuestra conciencia con la descripción de una decadencia mucho más próxima, la nuestra. Utiliza todos los recursos y mecanismos que tiene a su alcance, la sátira, el preciosismo, el realismo, la irrealidad y la subrealidad, el hiperrealismo, la imitación literaria (es brillante su pastoril emulación petrarquista), etc.  El relato intercalado con el comentario periodístico, en francés o en inglés, en El final del limbo; o esa reseña del mal absoluto con textos de  La
Vanguardia sobre Kandido Aspiazu, es magnífica.
Los relatos de Matías Escalera Cordero se construyen unos sobre otros de forma arquitectónica; son ladrillos de distinto material, desde la paja al titanio, de un muro que el propio autor nos invita a derribar, explicándonos que en realidad es el muro de la vergüenza. El muro que entre nosotros se está trazando de forma tan vergonzosa por las entidades financieras, las agencia de calificación y el gobierno de los estados. Las primeras, dedicadas a la rapiña; el último, a la obtención de poder. Siempre más riqueza y más poder,  
pobrecitos nosotros, que vivimos a ambos lados del muro. Estamos condenados a mirarlo al abrir las ventanas, a que nuestros hijos lo pinten con los  graffiti de la injusticia, y a perder la vida y la esperanza en el empeño de pasar al otro lado, sin saber que el otro lado es idéntico al que hemos abandonado. A través del relato Matías Escalera, al igual que en su momento lo hicieron Chejov, Tolstoi y Carver, nos formula la pregunta universal: ¿estáis dispuestos a derribar el muro? En la modernidad de Tolstoi y Chejov, esa pregunta
tuvo una respuesta afirmativa y la consecuencia fue la Revolución Bolchevique, el pandemonio de La Gran Guerra, primero,  y  de  la  II  Guerra  Mundial,  después.  De  la modernidad de Carver, en cambio, sólo vino la revolución tecnológica; posiblemente la diferencia radique en que en el primer caso la respuesta la daban ciudadanos desesperados y, en el último, simplemente ciudadanos infelices. Queda por saber quién tiene que dar la respuesta ahora. Por el bien de mis hijos, espero que la respuesta, esta vez, sea una
revolución ética, de ideas claras y manos blancas, y no de aquellas tan productivas que se llevan por delante
generaciones enteras y el futuro de los hombres, para, a la vuelta de cien años, encontrarnos en la misma situación. Sé que estoy siendo pesimista, comentando un libro de relatos que no lo es.
Admítaseme el recurso para invitarles a leer estas Historias de este mundo. Un buen libro de relatos; un  raro libro de relatos; un extraño libro de relatos, pero qué buena literatura no lo es.

http://ensentidofigurado.com/ESF45-24d.pdf