domingo, 23 de abril de 2017

Entrevista a Alberto García-Teresa en Portal de las Bibliotecas de Madrid

Alberto García-Teresa

Busco una poesía que contribuya a comprender cómo funciona el mundo, cómo se han construido y se mantienen las desigualdades, la estructura de dominación en la que vivimos”
 
Alberto García-Teresea (Madrid, 1980). Es doctor en filología hispánica con una investigación que, ampliada y revisada, derivó en el libro Poesía de la conciencia crítica (1987-2011) (Tierradenadie, 2013). Fue coordinador de la revista de crítica sobre ficción especulativa Hélice, codirector del anuario de ensayo fantástico Jabberwock, redactor jefe de la revista Solaris, coordinador de la sección “Libros” del periódico Diagonal y director de contenidos de poesía de Culturamas. Escribe crítica literaria y teatral en diferentes medios nacionales e internacionales. Es autor de los poemarios Hay que comerse el mundo a dentelladas (Baile del Sol, 2008), Oxígeno en lata (Baile del Sol, 2010), Peripecias de la Brigada Poética en el reino de los autómatas (Umbrales, 2012) y Abrazando vértebras (Baile del Sol, 2013), así como de la plaqueta Las increíbles y suburbanas aventuras de la Brigada Poética (Umbrales, 2008). También del libro de microrrelatos Esa dulce sonrisa que te dejan los gusanos (Amargord, 2013). Sus poemas han sido traducidos al inglés, al francés, al serbio, al rumano y al macedonio.
Actualmete compagina el mundo de la Poesía con el mundo de la Biblioteca, trabajando en la Biblioteca Pública Municipal Gerardo Diego.

  •   ¿Crees que la poesía goza de buena salud en este momento? 
Creo que está en mejor momento que hace unos años, especialmente porque se están consolidando vías que están facilitando la entrada de nuevas/os lectoras/es (nuevos espacios no habituales donde se recita, nuevos soportes más accesibles, “desacralización” de la poesía…). Destaco, sobre todo, la incorporación de personas que no se habrían acercado a la poesía si se hubieran mantenido las dinámicas que, a pesar de todo, persisten en ciertos sectores, centradas en el elitismo y en la endogamia. “La poesía debe ser hecha por todos”, escribió hace tiempo Lautremont, con tanto acierto. Y también hay que garantizar que pueda ser oída, compartida y leída por todas/os. Entonces, gozará verdaderamente de buena salud.
  •  Escribes poesía y trabajas en una biblioteca, ¿cómo compaginas estas dos facetas?
 En el fondo, son esferas coincidentes. Trabajar en la biblioteca, en el mostrador, me permite tener acceso permanente a libros, charlar continuamente con lectoras/es y, en definitiva, vivir “sobreestimulado” con tantos libros que pasan por tus manos y que deseas leer…
  •  ¿Qué realidades pretendes reflejar con tu poesía? ¿Buscas transmitir algún mensaje?
Busco una poesía que contribuya a comprender cómo funciona el mundo, cómo se han construido y se mantienen las desigualdades, la estructura de dominación en la que vivimos. Me gustaría lograr una poesía que ayude a cuestionar y a cuestionarlos, que interrogue, rompa inercias, con, de fondo, el horizonte de transformar la realidad (realmente, a las personas, que son quienes tienen la capacidad, la fuerza y la potencia para llevar a cabo colectivamente ese cambio). Una poesía que confronte, por tanto. Del mismo modo, una poesía que acompañe, que vincule, que comunique, dentro de este contexto de hiperindividualización y de desnaturalización, teniendo claro desde dónde hablo y desde dónde puedo hablar (sin usurpar la voz a nadie).
  •  ¿Qué métodos / canales crees que son efectivos para hacer llegar la poesía al público? ¿Crees que las redes sociales ayudan?
Opino que hay que apostar por todas las vías posibles, pues todas ofrecen posibilidades. Aunque siempre siendo conscientes de las repercusiones y de las implicaciones que tiene cada uno. Particularmente, me gusta incidir en tratar de que la gente se tope con los poemas en lugares no acostumbrados. De ahí todas las acciones de recitado en la calle, o el trabajo de colocar versos manuscritos en papeles pegados por la calle, en el transporte público, en sitios inesperados, que voy llevando a cabo. La poesía debe salir al encuentro, desde mi punto de vista, especialmente si se funciona con una perspectiva de agitación.
  •  ¿En qué te inspiras cuando escribes?
En lo que nos pasa, en lo que está sucediendo a nuestro alrededor. Simplemente, levantando los ojos de los pies. ¿Cómo poder apartar la vista de nuestras condiciones sociales, de la dinámica cruel y excluyente del capitalismo, de la degradación medioambiental que estamos provocando, de la crisis ecosocial que estamos excavando? ¿Cómo eludir intentar entender cómo la sociedad de consumo logra que asumamos que en el consumo reside la clave de la felicidad y del bienestar? ¿Cómo obviar cuánto hemos interiorado una ideología productivista, patriarcal y ecocida?
  •  ¿Autores e influencias?
El pensamiento de Murray Bookchin, Jorge Riechmann, Zygmunt Bauman, Noam Chomsky y Adrienne Rich. Jean Arp, Oliveiro Girondo y Rafael Pérez Estrada por su capacidad imaginativa. Y, como síntesis, Enrique Falcón, María Ángeles Maeso y Suheir Hammad.
  •  ¿Cómo es ser un poeta en el siglo XXI?
No tiene ningún misterio, porque el poeta no deja de ser una persona más, un ciudadano más. Considero que la poesía consiste en respirar y en observar; respirar de manera más intensa, con mayor conciencia de respiración, y en observar con extrema atención, de modo más penetrante, atravesando lo superficial. Más allá de esto, el poeta vive en la sociedad como cualquier persona.
  •  ¿Cómo te iniciaste en la poesía?
En la adolescencia, escribiendo textos como desahogo, por necesidad de expresión lírica. Nada extraordinario; como tantas otras personas. Por eso es fundamental que se sigan promoviendo iniciativas de iniciación a la escritura, de animación a la poesía, tanto en la educación reglada como en espacios culturales, como en las propias bibliotecas públicas. Pero atendiendo a sus necesidades, a sus motivaciones, y con el objetivo de que realmente les sirva como instrumento (de expresión, de comunicación, de conocimiento, de goce estético).
  •  Tu currículum es impresionante, ¿de dónde sacas el tiempo?
Bueno, soy una persona muy inquieta. Además, digamos que tengo una conciencia muy clara de la finitud y de la degradación de los cuerpos (a raíz de un atropello gravísimo que sufrí hace doce años y de las lesiones que me dejó y que mantengo). Eso te reenfoca muchas cosas, y también el volcarse y el hacerlo de manera intensa y honesta con los proyectos y peripecias que me interesan.
  •  Hemos visto que haces recitales acompañados de música, ¿para ti es importante la relación entre la música y la poesía?
 Sí, creo que la música contribuye a mejorar la recepción de los poemas. Acompaña y subraya, y ayuda a mantener la atención. Aparte, sin duda, la poesía y la música han tenido una vinculación intensa a lo largo de la historia. No olvidemos, por ejemplo, en castellano, la transmisión de los primeros poemas a través de canciones populares e, igualmente, el componente sonoro de la poesía, especialmente de toda la poesía hasta finales del siglo XIX. Yo mismo he trabajado mucho el aspecto fonético de mis poemas (que luego tenga buenos resultados es otro asunto...), teniendo en mente la comunicación oral, la transmisión de viva voz, que es la que más me interesa.
  •  ¿Cómo gestionas la edición de tus libros?
Directamente, sin mediación de ningún agente, como la práctica totalidad de las/os poetas. Hasta la irrupción de la ola de nuevas/os autoras/es que están poniendo patas arriba el mercado y el mundillo (Marjan, Defreds, Sesma, etc.), el alcance comercial de la poesía ha sido tan limitado y reducido que las/os propias/os poetas nos hemos encargado personalmente de todas esas tareas (búsqueda y contacto con editoriales, atender los contratos, velar por su cumplimiento, difusión, organizar recitales aquí y allá, etc.). Sin duda, Internet ha facilitado muchísimo las cosas, así que admiro a las personas que han tenido que funcionar con anterioridad sin esa herramienta.
  • ¿Tu poesía está destinada a algún público en particular?
Intento que mi poesía pueda llegar a cualquiera (que no es lo mismo que a todo el mundo) con toda su carga de cuestionamiento. Y tengo muy en cuenta que cada lector y cada lectora encuentran y completan un poema de modo particular, de manera igualmente válida. Así que llevar la poesía a todos los lugares posibles constituye también, de vuelta, una forma de apostar por el enriquecimiento, con todas sus lecturas y comentarios.
 Tanda rápida de preguntas:
  •  Escritor/es favoritos indispensables en una biblioteca.
Miguel Hernández, Juan Ramón Jiménez, Jorge Riechmann.
  •  Libro/s indispensables en una biblioteca.
El QuijoteTao Te King, de Lao Tse, Manuscritos económico-filosóficos de Karl Marx, Los desposeídos de Ursula K. Le Guin y 1984 de George Orwell.
  •  Película, serie o documental, imprescindibles en una biblioteca.
Soy poco de audiovisual, pero señalo Tierra y libertad, de Ken Loach, y Ciudadano Kane, de Welles. Y La bola de cristal, por supuesto.
  •  Personaje literario que le hubiera gustado ser.
Sherlock Holmes.
  •  Su mejor trabajo hasta la fecha.
Abrazando vértebras.
  •  Leer o escribir.
Leer.
  •  Ebook o papel.
Papel.

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