martes, 9 de agosto de 2011

No estoy limpia


No estoy limpia
Inma Luna
Por Alberto García-Teresa

Pocos títulos más explícitivos y representativos podemos encontrar como el de este poemario. Con un verso de dicción clara, lenguaje sencillo y referentes cotidianos, la cuentista y poeta Inma Luna saca a la luz las impurezas de un acontecer que abandona lo impoluto, que busca en lo turbio el contacto y la intensidad de la vida, intentando ofrecerse plenamente, sin mediaciones.

Su segundo poemario, que mejora, partiendo de un mismo centro, la propuesta de El círculo de Newton, pues presenta versos más pulidos (es llamativo cómo controla el desbordamiento, cómo trabaja con la contención a pesar de explorar lo desatado) y esa precisión característica de la autora. La obra pone de manifiesto una expresión intimista, que trata de expresar la suciedad que guarda en su interior. La escritora busca desnudez con cierta agresividad, empujada por la rabia que nace en el dolor. De ahí la relevancia en los textos de lo carnal en ese sentido, que potencia el contacto pleno entre los seres humanos y que deja constancia de la materialidad de la existencia. No en vano, la relación amorosa comporta cierta violencia, impulsada por el deseo extremado en ansia.

De esta manera, su poesía expresa la dicotomía de anhelar el contacto pleno, por un lado, y, por el otro, evitar la exposición por temor al daño que pudiera ocasionarle su fragilidad.

Palpita, en todo caso, un deseo vitalista muy fuerte, a pesar de que «vivir escuece».

Los poemas están escritos desde un «yo lírico» muy singularizado que se dirige a una segunda persona, quien se convierte en objetivo de esa pulsión comunicativa (en forma de receptor o amante) que vertebra sus piezas. Sus textos (el libro contiene igualmente algunos poemas en prosa), así, se entregan al lector de manera generosa y abierta.

Además, se debe remarcar la utilización de referentes cercanos, urbanos y caseros, que permiten acotar el espacio para consolidar la intimidad que expresan los versos.

Aun así, a pesar de todo, Luna no renuncia a la mirada crítica del mundo, que se despliega desde la ternura pero sin complaciencia.

De esta manera, la poeta continúa creciendo con una escritura que, desde el intimismo, sabe hallar una voz propia, alejada del sentimentalismo y la condescendencia.


No estoy limpia
Inma Luna
82 páginas
Baile del Sol
2011
ISBN: 978-84-15019-47-3

http://www.inmalunatica.blogspot.com/
http://www.lacomunidad.elpais.com/inma66
 



http://www.culturamas.es/blog/2011/08/09/no-estoy-limpia/

lunes, 8 de agosto de 2011

Los enfoques inservibles: comentario del relato “Si sabemos tanto”, de Matías Escaler


  ...más que reseña (poco) menos que manifiesto (1)
por Andrés Recio


Ya se sabe que hay tantos planteamientos narrativos como formas de mirar la realidad dada. Desde esa posición -la que nos interesa-, el mundo, lo inmediato, te ofrece el reflejo de una verdad: ése que buscabas y ninguno más, porque ese único punto de vista te condena a no ver nada más. Sin embargo, un día, descubres que esa realidad oculta fragmentos productores de vida, algo así como una complejidad mayor escondiendo sus propias claves, que, desde ese momento, estás obligado a desvelar, porque, si no -si traicionas esa mirada creadora/descubridora de nuevas realidades- todo se viene abajo, si no percibes aquellos ángulos que la realidad, de común, se resiste a manifestar. Los viejos enfoques son previsibles y, en consecuencia, inservibles, pues esos modos de acceder al material narrativo sólo te dicen que los impulsos que mueven las circunstancias, no han cambiado, ni lo harán fácilmente; que todo continúa y continuará inamovible, o que, a lo sumo, hay o habrá pequeños retoques a lo que de por sí es eterno; y que no hay nada más allá, puesto que el orden dado ha quedado esculpido en piedra desde el principio. Es lo que sucede con muchos escritores, que utilizan un material fijado de antemano y fosilizado, o -y es la moda que hoy padecemos- convertido en engañosa “expresión imaginativa”, a la que suele llamarse fantasía, creadora de montajes sobre “otros mundos” -como si éste ya hubiera gastado sus posibilidades de análisis y de transformación-, que deforman y oscurecen -ese es su objetivo- el mundo real de partida. Es el mecanismo también de la llamada novela histórica, de la que el mercado está empachado, y que no pasa de ser una estrategia -de las muchas que hay- para no “leer” nuestro presente.
Un escritor sólo es de su tiempo (no todos lo son, aunque todos parezcan serlo) cuando se obliga a buscar una versión no convencional del mundo que “escribe”, pues su labor primera es dar testimonio de su época, y ayudarnos a descubrir las trampas y engaños que hacen de la vida un catálogo de miserias ajenas a la propia vida. Esto es lo que sucede con Si sabemos tanto..., el relato de Matías Escalera (www.Youkali.net, Nº 0, noviembre de 2005), en el que el narrador establece -de hecho- una realidad fragmentada, sin simetría alguna en toda la diversidad de su aparentemente caótica estructura -desde una “esperada” lectura tradicional-, porque no hay uno o varios héroes en un proceso lineal de conflictos, ni siquiera, a la manera de Faulkner, en un proceso de ruptura temporal (que supondría una ruptura estructural, que supondría una ruptura de realidades, buscando las claves de otras que habría detrás, y que supondría, etcétera) cuya representación se esparce en desordenadas y furiosas explosiones, que darían lugar a nuevos niveles de narración (volveremos más adelante a este asunto)
Aparentemente, el relato de Matías Escalera nos muestra un orden que no se corresponde con el “clásico”, que recubre de otra naturaleza algunas de las funciones de sus componentes, al acoplarlos de un modo tan poco usual. No habla de hechos novelescos o en ciernes de ser prefigurados de acuerdo a una progresión exigida por la fábula, y tampoco presenta una línea argumental que sirva para que el lector tome posiciones distanciándose en sentido crítico o identificándose con los personajes de la trama. Lo que hace es darnos informaciones dispersas, datos de campos disímiles que guardan poca o ninguna relación entre sí que puedan llevarnos a lo que yo llamaría consumación lógica de la ficción, y que tienen que ver más con el dato periodístico o con manuales de divulgación científica.
¿Adónde quiere llegar el autor escribiendo minuciosamente sobre la fabricación del jabón y más adelante –en otro párrafo tan significativo por su longitud- detallando aspectos de la vida de un tal Paul Robeson, deportista negro norteamericano, actor y militante comunista perseguido por McCarthy? ¿Adónde escribiendo sobre la jueza Ilda Bocassini, quien encarceló a asesinos de jueces e intentó hacer lo mismo con Berlusconi por sobornar a la Magistratura y fue abandonada a su suerte por los que se supone estaban obligados a defenderla de la Cosa Nostra? ¿Por qué antes, e incluso después, nos salpica el relato con pequeños detalles sin importancia sobre temas que no ocuparían más allá de cuatro o cinco líneas en un relato convencional (la fábula no lo admitiría), y que en Si sabemos tanto... no sólo se despliegan de principio a fin sino que parecen dar solidez a una especial composición narrativa, a un enfoque cuya función aparentemente se nos escapa? Si no fuera así, por qué hacer referencia, entonces, a la excentricidad (e) de una elipse, a la relación entre la cabaña del salvaje primitivo y la colmena rústica, a Copérnico y sus revoluciones celestes, a propulsores subacuáticos, a limpia-gotas automáticos, a bayetas mágicas limpiadoras, a binoculares con cámara de vídeo, a un bolígrafo grabadora, a un cargador portátil de energía natural…, por mencionar algunos de los muchos temas que condensan y podríamos decir pulverizan al mismo tiempo, en franca contradicción, la estructura del relato a fin de que el rompecabezas no tenga posibilidades de armarse o armarse de otra manera para convertirse en otra cosa, por ejemplo una estampa fiel y minuciosa de cualquier realidad aparente

...
Artículo entero en : http://www.youkali.net/2d2AReciosobreMEscalera.pdf


miércoles, 3 de agosto de 2011

"El Movimiento 15M es un síntoma pero no una tendencia"


Redacción - lunes 1 de agosto de 2011 a las 12:45 horas



Historias de este mundo, un texto cercano al movimiento Indignados, es el último trabajo del escritor y profesor Matías Escalera.
  Matías Escalera es un autor comprometido con su tiempo.  Como ya hicieran en los suyos Miguel de Cervantes o Benito Pérez Galdós, este profesor alcalaíno en horas matutinas, y escritor entregado en las vespertinas y nocturnas, también utiliza  “el presente como materia novelable”, dice. De esa inquietud de poner en papel todo aquello que el ojo ve y el corazón siente, nació de su puño y letra Historias de este mundo, su último trabajo que ya está en las librerías. Se trata de una colección de relatos sobre la realidad que nos rodea y que, de una manera u otra, nos toca a todos. Por eso, todo el que lo lea puede verse reflejado en sus líneas. La inmigración, la relación del autor con su obra, los malos tratos o el descontento social encuentran cabida entre las más de 200 páginas de este libro que se muestra cercano al germen que hizo que naciera el Movimiento 15M. “Es una literatura que anticipa los motivos por lo que podemos estar indignados, desazonados e inquietos”, asegura Matías.
–¿Qué historias esconde este mundo de papel?
–El título refleja exactamente la intención de los relatos. Y esa no es otra que responder a la realidad actual, a nuestro mundo, literariamente y desentrañando todo aquello que nos descorazona, desazona, nos indigna, nos entristece, nos desasosiega... Pero al mismo tiempo nos impele a responder, a querer algo diferente desde muy distintos puntos. Forma parte de un proyecto literario complejo y completo de ensayar un modo de literatura, un lenguaje literario adaptado a nuestro tiempo, más allá de la narrativa clásica, más allá del realismo clásico y más allá de la historia convencional. Se trata de cómo abordar en el siglo XXI una realidad tan compleja como la nuestra que produce tanta confusión y situaciones tan paradójicas.
–¿Qué temas aborda?
–Se abordan desde las relaciones del artista con su propia obra a la violencia política, la soledad a la que nos aboca el mundo contemporáneo, la sumisión a la que nos somete el sistema de valores y económico en el que vivimos. Por ejemplo, uno de los relatos que más me gusta y que se titula La mujer (negra) que fue (hombre) blanca muestra el papel de las mujeres, el precio que han tenido que pagar, que es el de la masculinización, a cambio de su aparente liberación. También hablamos de la violencia de género en El lógico castigo de la orgullosa Marcela y la romántica Galatea.
–¿Nacieron como un libro completo o de manera individual?
–Es una colección pensada, no una suma de cosas que tenía por ahí. Mi forma de escribir corresponde a un proyecto muy pensado. De hecho, estos relatos son del ciclo de Un mar invisible, la segunda novela que se publicó el año pasado. Mientras la escribía fui ideando alguno de estos relatos. Eran material que no cabía, porque no tenía sentido en la novela, pero que no quería que se me escapase. Tanto es así que Historias de este mundo, el título, fue anterior a cualquiera de los relatos porque era lo que quería hacer: contar historias  que historiasen nuestra realidad.
De ahí El sabio tonto, que narra la relación de la ciencia y el científico con el mundo. O Extremófilos sobre las migraciones. Éste es interesante pues uso un concepto científico como metáfora del inmigrante, que en cualquier situación, por extrema que sea, sobrevive y pervive. Historia de una fotografía, está inspirado en la imagen de la portada que motivó uno de los relatos más emocionantes. Ves cómo acorralan en el servicio de un bar de Lavapiés a una familia rumana a la que quieren quitar a su hijo. La mujer aborta de la paliza que le dan y está junto a su marido acorralada.
–Entonces, ¿hasta la portada tiene intención?
–Un libro debe ser significativo desde la portada a la contraportada. Esta portada está hecha con imágenes e ideas que aporté al diseñador para que fuera útil también al lector. Tres o cuatro de las imágenes que aparecen, originan o son causa de los relatos del interior. Al mismo tiempo, todas juntas forman un collage del mundo moderno y explican la intención de la literatura que hago.
–¿Qué historias le pegan a Alcalá? ¿Se verán identificados los alcalaínos en el libro?
–Alcalá está en el mundo y, como está en el mundo y los alcalaínos también, les afectan todas las historias. Hay, por ejemplo, amigos que se han visto reflejados en Una tarde en el Factory, que activa el humor, la ironía y el sarcasmo. Todos se van a ver reflejado en algunos, todos o muchos de los relatos.
–Algunos están cercanos al Movimiento 15M.

–Es curioso porque gente que conocía mi obra y había leído los relatos, hablando en la acampada de Sol, decían que Un mar invisible, al igual que la poesía, estaban inmerso en la marea del 15M. Tenían el mismo pulso que ese movimiento de indignación, pero al mismo tiempo de esperanza. Y es así de alguna manera. Es una literatura que anticipa los motivos por lo que podemos estar desazonados e inquietos.
–¿Qué opina de este movimiento?
–He participado activamente y me parece una experiencia extraordinaria. A mí lo que me parece un milagro es que un montón de personas, sin jerarquía, simplemente por la voluntad de conseguir un objetivo, en medio de la nada, construyan un mundo alternativo. Eso me alucina. La primera vez que estuve en Sol me impresionó por eso. Ver cómo miles de personas oponen una realidad a otra simplemente porque quieren hacer algo juntos. Lo que sucede es que es un movimiento que está empezando y, por lo tanto, no se le pueden pedir todas las respuestas. Está reflexionando sobre su propia naturaleza pero abre una vía increíble, sobre todo, una de participación política, o un modo de expresión de una generación que estaba ajena a la política. El 15M ha dado la posibilidad de expresarse a toda esa gente.
–A la que siempre se la criticó por eso, por no implicarse.
–Eso es. Es la demostración de que, como hemos pensado muchos, no lo han hecho antes porque no tenían cauces políticos pertinentes. Pedían otra cosa, y no había. Ni la derecha ni la izquierda representaban esos cauces. El Movimiento 15M es minoritario, es un síntoma pero no una tendencia. Entre los chicos de instituto, que reflejan el mundo, hay una minoría que sí son parte de este síntoma. Luego está la mayoría que, por su edad, no lo hacen. Los mayores lo ven sin sentirse aludidos, con distancia.
–Decía Ana María Matute que escribir duele. Hablando de esta indignación, ¿piensa igual?
–Sí, escribir duele a veces y escribes porque te duele también lo que ves. Como a Larra, que te duele al mundo. Si te lo tomas en serio la escritura, como cualquier cosa, claro que sufres y es doloroso.
–¿Qué historia del mundo le gustaría contar?
–Que los ladrones han entrado en la cárcel, pero los de verdad. Esa sería una de las historias que me gustaría contar. Que unos entren y que, los de poca monta, han salido porque no había sitio para todos. Esa sí hubiera sido una buena historia. Incluso quizá la desarrollé. Desgraciadamente es una historia que no se contará de momento.

D.Santos.


http://www.diariodealcala.es/articulo/general/8764/quot-el-movimiento-15m-es-un-sintoma-pero-no-una-tendencia-quot

lunes, 1 de agosto de 2011

Primer paso a la oscuridad


Por Alberto García-Teresa
Primer paso a la oscuridad
Ivana Bodrozic

El primer poemario de esta escritora croata (que obtuvo sendos premios para poetas jóvenes en su país con esta obra como manuscrito y a posteriori) nos ofrece, bajo una aparente sobriedad, una voz desoladora, en la que resuenan continuamente las astillas clavadas en su garganta al modular las palabras, como un eco reiterativo que devuelve al presente el horror de la guerra vivida en la infancia.

Bodrozic construye con un tono cercano un ambiente cotidiano, en el cual un «yo lírico» muy definido se mueve con comodidad. Sin embargo, nos remite constantemente a la biografía de la autora, y en ese sentido pesa la salida sin retorno de su pueblo natal a causa de la guerra, a los nueve años, su vida en un hotel para refugiados y la desaparición (y asesinato, a pesar de no estar a día de hoy identificado el cadáver) de su padre. Así, persiste la angustia del recuerdo del conflicto y de la incertidumbre respecto al paradero del progenitor; la ansiedad de las pesadillas que no terminan de disiparse y que asaltan los versos de manera inesperada.

Construye de esta manera una atmósfera atravesada por el dolor y la violencia («al resto de los seres que se mueven a mi alcance / cada muestra casual de alegría, por muy pequeña que sea / les suena como una provocación inapropiada / causada por el enemigo»). Esto irrumpe en los poemas constantemente, o aparece de manera casi transversal en ocasiones, a través entonces del léxico o por alusiones veladas, pero también se sitúa en el primer plano de buena parte de los textos del volumen. De ahí la aparición de símbolos y escenarios recurrentes, como llamativamente ocurre con el tren, y la indefensión y el desamparo que articula el «yo».

Por eso mismo sirven de fuerte contrapunto los poemas de amor, que aparecen así como refugio y como anhelo de sosiego y humanidad, que denota la necesidad imperiosa de contacto humano de quien ha crecido en la aspereza de la presencia permanente de la muerte y de los fallecidos.

Así, Primer paso a la oscuridad mantiene un poso desasosegante, con lo que se conforma un conjunto de poemas muy duro, pero que elude el tremendismo y las lecturas existencialistas y las generalizaciones. Se trata de la enunciación de una subjetividad que no es capaz de desprenderse de su herencia vital, la cual arrastra determinando notablemente su configuración del mundo y de las relaciones humanas: «Yo soy el vacío entre el 1991 y el 2000-y-años-/-sucesivos», concluye demoledoramente.

Se trata, en suma, de un poemario espléndido y estremecedor, poblado de múltiples capas que recubren la pequeña historia asolada por la Historia; las palabras que brotan desde cicatrices que no han dejado de crear hemorragias internas y que buscan, a través de la poesía, reconstruir las ruinas de un mundo que no termina de desmoronarse repetidamente sin fin.
Primer paso a la oscuridad
Ivana Bodrozic
68 páginas
2011
ISBN: 978-84-15019-50-3
 
http://www.culturamas.es/blog/2011/07/31/primer-paso-a-la-oscuridad/

sábado, 30 de julio de 2011

VII Agosto clandestino


Jueves, 4 de agosto. IRJ (Logroño), 20.00 horas. 
Karmelo C. Iribarren 
Presentan Pablo Casares y Carmen Beltrán.
Jueves, 11 de agosto.IRJ (Logroño), 20.00 horas. 
Carmen Camacho
Miguel Ángel García Argüez

Presenta Odón Serón.
Sábado, 13 de agosto. El Patio Del Camino (Navarrete), 20.00 horas.
Presentación del libro
Nubes con la mente. Tributo a Love of Lesbian
Con la presencia de los autores: Carmen Beltrán, Enrique Cabezón, Octavio Gómez Milián y Odón Serón.
Jueves, 18 de agosto. IRJ (Logroño), 20.00 horas. 
Javier Lostalé
Mar Benegas

Presentador por confirmar.
Viernes, 19 de agosto. Bar Riff (Logroño), 20.00 horas.
Jesús Ge
César Lladó

Presenta Sonia San Román.
Jueves, 25 de agosto. IRJ (Logroño), 20.00 horas. 
Antonio Méndez Rubio
Ángel Paniagua

Presenta Jorge Salmerón.
Sábado, 27 de agosto. Manos Para Que Os Quiero (Logroño), 20.00 horas.
Presentación del libro
Ahora. 11 poetas en el 2011
Con la presencia de los autores: Lucía Azpeitia Ortiz, Adriana Bañares Camacho, L.B.S., Gabriela Collado, Aitor Cuervo Taboada, Matilde de las Rivas, Nerea Ferrez, Bosko I., Iván Mendoza Marrodán, Laura Monzón Echeverría e Ignacio Pérez Lasanta.

viernes, 29 de julio de 2011

Cumpleaños feliz (Poesía, 1989-2009)


Contrafelicidad
Por Antonio Jiménez Paz


Cumpleaños feliz (Poesía, 1989-2009)
Roxana Popelka
Aunque veinte años no sean nada, uno debe congratularse de que una poeta como Roxana Popelka haya sido capaz de concentrar en un solo libro una muestra de toda la poesía que ha ido publicando durante dos décadas: Cumpleaños feliz (Poesía, 1989-2009). Pese a los múltiples registros que han caracterizado su escritura resulta llamativo un común denominador que al tiempo que va desvelando un progreso creativo también una fidelidad, consciente o inconsciente, a sus intereses temáticos y estéticos. Para los más inocentes he de advertir que, pese al título, hay poco de tarta con arándanos en las páginas de este libro. La poesía de Popelka no es para golosos. Su mirada cruda, áspera y corrosiva prescinde de barroquismos para señalar los vacíos del presente cuando rememora el pasado o pronostica el futuro: «Todo lo que sé / lo aprendí de / Jim Morrison, / de quién si no».
Curiosamente no es la suya una escritura apegada a la realidad, sino dimanada de ella, del esperpento en que se ha convertido lo real. No es mujer de nanas ni de cebollas sino de tambores de guerra. Pone en pie al más adormecido dándole cachetadas hasta hacerle abrir los ojos. La calle no es lugar para paseos, más bien la salida de emergencia en caso de incendio. Son las afueras los centros neurálgicos de su poesía, una escritura que introduce en sus líneas el desencanto. Lo común es lo particular y las pesadillas el fruto más deslumbrante de los sueños. Casi siempre al fondo hay una mujer con un revólver dispuesta a disparar en cualquier momento contra todo lo que no se mueva. Hay venganza donde impera la mansedumbre, como huérfanos en los parques infantiles mientras los papás vigilan a sus vástagos. Hay carencia de evidencias, en cualquier instante puede ocurrir lo más imprevisto. Hay gente que necesita comunicarse urgentemente con alguien al otro lado del teléfono, pero no se sabe bien por qué es la primera en interrumpir la llamada. La regla llega por primera vez el día menos esperado, cuando hace sol y todo luce radiantemente blanco. No hay viviendas para todos. La gente sabia se refugia en sus tumbas. Las huelgas son interminables, los derechos humanos inaccesibles. Siempre hay alguien que grita en alguna parte del libro, otros sin embargo se conforman con tararear sus disgustos en baja voz. Las convenciones poéticas no son más que viandas en adobo. Los vecinos se cuelan en tu habitación empeñados en saber qué andas tramando. La televisión es un trasto inservible y la mayoría de hombres no merecen amor. Deambulan mujeres de todo tipo por las cañerías de los edificios. Con un portazo se dice adiós. Las moscas se han apoderado del mundo como de un cadáver. Las decisiones políticas deben ser retransmitidas en directo mientras los fantasmas atraviesan las paredes… Hay, en definitiva, una mujer que le gusta lo que le gusta y le disgusta lo que no le gusta, que si tiene que decir algo y le llega a la boca lo dice y ya está. Por sus versos se le puede reconocer: «Yo soy / mi propia secretaria / mi propia / cocinera / mi propia modista».
Cumpleaños feliz no es más que un libro que empezó escribiéndose con letras y acabó escribiéndose con imágenes, pero que ya Roxana Popelka sospechaba desde su primera noche que el mundo así empieza y acaba: «cuando yo era otra cosa diferente a la que soy / jugaba con mi hermana invisible a soñar / algo quimérico. Teníamos pesadillas incoloras en la / cama de / un hotel». A partir de ahí, entrelazadas, mil palabras con mil imágenes, un desafío color naranja contra el mundo.

Cumpleaños feliz (Poesía, 1989-2009)
Roxana Popelka
152 páginas
Baile del Sol, 2010
ISBN: 978-84-15019-09-1
http://roxanapopelka.blogspot.com/

jueves, 28 de julio de 2011

Cuerpo a cuerpo, de Antonio Méndez Rubio


Cuerpo a cuerpo
Antonio Méndez Rubio
Habituados a establecer una mirada regida por lo normativo y lo socialmente establecido, expresamos nuestra realidad con un lenguaje viciado, que reproduce los esquemas de la sociedad. La desautomatización entonces en nuestra manera de enunciar la realidad aparece como una necesidad política trascendental si se quiere crear un horizonte transformador.
A la producción de ese extrañamiento, base para un replanteamiento posterior de lo representado, se encamina la obra de Antonio Méndez Rubio. Así, su poesía potencia el distanciamiento del texto con el lector para que éste pueda romper la lectura automática, la perspectiva automática, el pensamiento automático.
Por ese motivo, Cuerpo a cuerpo, que continúa en esos propósitos del escritor, está compuesto de muchas paradojas, preguntas retóricas, construcciones con negaciones, sinestesias, hasta de anacolutos, y de encabalgamientos, para romper la lógica de un lenguaje en el que se mimetiza la lógica del sistema de dominación social contemporáneo. Por tanto, la crisis del lenguaje que busca conseguir Méndez Rubio representa una crisis en la representación e interpretación de la realidad, en su misma construcción. Surge así un posicionamiento crítico en la percepción del mundo, de lo establecido y de lo supuestamente consensuado (¿entre quiénes?).
De esta manera, el autor plantea tácticas de desaparición (con un perfil subversivo), y ahí señala la importancia de desconfiar de la obviedad. Es más, indica que resulta que muy efectivo utilizar lo previsible para lograr el desconcierto que precisamente él busca. En esa línea, desde un plano simbólico, son continuos los juegos con la luz (símbolo de lo evidente). Además, por otro lado, abundan las personificaciones y los símbolos realizados con elementos naturales.
A través de las constantes elipsis, busca conseguir y consolidar huecos (símbolo de la disidencia y de la resistencia): «jirón de luz, / hazme / un sitio en la cobardía».

Méndez Rubio aborda el pánico de enunciar el horror, la evasión de responsabilidades tanto entre los explotadores como en sus cómplices, pero así mismo también entre los explotados: «Callar de miedo las cosas dichas / con la esperanza de no / ser oídas (…) / caen en un / presente encendido / por una voz sin fondo que, por / ahora, con la excusa del silencio, de un alba / más desasida, / se niega en lo / que niega el cuerpo».
Ahonda así en los procesos de alienación con un abordaje diferente; la colaboración (involuntaria) en su consolidación.
Sin embargo, a pesar de todo, proclama la germinación de la resistencia: «sí que hay vida»; «en / medio de un hogar inseguro / se oye durar, crecer, / sin más, sin aliento, inclusive, / árboles que respiran».
Por otra parte, el poeta trata de recoger la incertidumbre, la tensión del temblor, pues en esa inquietud se vislumbran alternativas y se abandona la rutina que cimenta la sumisión. De esta forma, plasma estados dinámicos, que destila también una manera no monolítica de contemplar la realidad. Además, también aparecen elementos vaporosos con frecuencia, que se hallan a mitad de camino entre lo intangible y lo corpóreo, como nube o humo. Potencia así lo inestable, la perspectiva espectral de lo real.
Por todo ello, la obra de Antonio Méndez Rubio corre el riesgo de caer en el solipsismo, pero escoge exponerse a ello para desarrollar un enfoque crítico radical, que cuestione la misma base de la construcción de nuestra realidad y, en definitiva, que pueda levantarse una nueva. Su poesía exige al lector como también le exige al ciudadano un rol activo para que abandone su pasividad y se replantee el orden por el cual está organizado el mundo (y su representación).

Antonio Méndez Rubio
Cuerpo a cuerpo
68 páginas
Baile del Sol, 2010
ISBN: 978-84-19015-01-5

http://lasafinidadeselectivas.blogspot.com/2006/11/antonio-mndez-rubio.html
http://es.wikipedia.org/wiki/Antonio_M%C3%A9ndez_Rubio