domingo, 9 de enero de 2011

Acantilados de Howth, de David Pérez Vega


Título: Acantilados de Howth
Autor: David Pérez Vega
Editorial: Baile del Sol
Año de publicación: 2010
Páginas: 184
ISBN: 9788415019176

Acantilados de Howth es la primera novela del madrileño David Pérez Vega y ha llegado a mis manos gracias a la generosidad de la editorial Baile del Sol, por lo que aprovecho para darles las gracias. Si he de ser sincera, no esperaba demasiado de esta obra que, sin embargo, me ha sorprendido y me ha entusiasmado tanto que solo me ha durado dos días. 

A través de saltos entre el pasado y el presente la novela nos cuenta la historia de Ricardo, un madrileño que trabaja como contable en una multinacional del Campo de las Naciones. A sus 30 años, con más kilos y menos pelo de lo que a él le gustaría, pasa sus días entre la oficina, donde intenta integrarse y llevarse bien con sus compañeros sin llegar a intimar demasiado con ellos y su casa de Alcorcón, donde vive con Isabel, su mujer.


Sin embargo, ni su trabajo ni su matrimonio son como él esperaba. Por culpa de su jefe y de los auditores trabaja muchas más horas de las que le hubiera gustado y cobra mucho menos de lo que había imaginado. Pero no todo es negativo. Las horas extras le permiten llegar muy tarde a casa y reducir así la convivencia con Isabel al mínimo. Entre semana casi no se ven, no hablan, no hacen el amor. Y los fines de semana los pasan en los centros comerciales junto a Marta, la hermana de Isabel, y Roberto, su marido, cenando y yendo al cine. Así ha transcurrido su primer año de matrimonio.

A Ricardo no le gusta pensar en el futuro, no le gusta hacer planes. Prefiere dejarse llevar, vivir el presente sin pensar en nada más. Le gusta ser libre, sentir que tiene todas las alternativas, las puertas y los caminos a su disposición. Le gusta ser joven. Por eso, en vez de salir con sus compañeros de trabajo, prefiere seguir viendo a sus amigos del barrio de Móstoles en el que nació y creció y en el que todavía viven sus padres, a sus compañeros de instituto y a los de universidad.

Porque, para alargar su vida de estudiante, esa etapa relajada, sin preocupaciones, sin agobios ni problemas, esa época llena de diversión, de juergas, de alcohol, de drogas y de putas, Ricardo estudió dos carreras, primero Administración y Dirección de Empresas y luego Económicas en la Universidad Carlos III de Getafe.

Y cuando por fin terminó de estudiar, sopesó las oportunidades que se abrían ante él. Algo dentro le decía que debía hacer lo mismo que sus compañeros de facultad: buscarse una novia, echar currículums, buscar un trabajo, ganar dinero, comprar una casa, hipotecarse. En definitiva, lograr la estabilidad, encontrar una persona y un lugar con los que pasar el resto de sus días.

Pero Ricardo no se veía entonces, a sus 24 años, capaz de vivir así, vistiendo cada día un traje y una corbata que le ahogarían y le asfixiarían sin dejarle respirar, ni vivir, ni ser él mismo. Por eso decidió marcharse a Dublín para aprender inglés durante seis meses. Para aplazar lo máximo posible su entrada en el mundo laboral, el mundo adulto, la vida real.

Esos seis meses se convirtieron en dos años y medio en los que Ricardo se olvidó de Madrid, de su familia, de Raquel, su novia de la universidad e incluso de que quería ser poeta y de que hacía unos años había ganado un premio de poesía en Segovia. Durante el tiempo que vivió en Irlanda Ricardo solo pensó en vivir cada día como si fuese el último. Cada día tenía un nuevo trabajo: en una fábrica de telas, fregando platos e incluso en un matadero. Hasta que por fin consigue un empleo en un taller de IBM. Tiene un sueldo más o menos decente y tiempo para exprimir todo lo que le ofrece esa ciudad.

A Ricardo tampoco le importa vivir en muchos pisos compartidos distintos. Conoce a jóvenes españoles, pero también de prácticamente todos los países del mundo. Y también conoce a chicas, como Betty, una irlandesa rica, una niña mimada con un BMW rojo que trata a los chicos como juguetes de los que se encapricha.

Pero, sobre todo, conoce a Ula, una joven polaca que, poco a poco, se convierte en mucho más que un rollo de una noche. Cuando llegó a Irlanda, Ricardo no sabía para qué había ido, qué estaba buscando en Dublín, pero ahora sí sabía qué le retenía allí y le impedía volver a Madrid. Esa joven polaca con la que comparte su afición por la literatura y con la que descubre los rincones más hermosos de Irlanda.

Como los acantilados de Howth, un pequeño pueblo pesquero situado al norte de la bahía de Dublín. Será allí precisamente donde Ricardo lo comprenda todo. Entenderá que quizá no sepa lo que quiere, pero sí tiene muy claro lo que no quiere. Ya no quiere irse de putas, salir de juerga con sus amigos y perder el control por culpa del alcohol y de las drogas, ya no quiere polvos de una noche ni tampoco quiere viajar más con sus amigos, como aquel viaje que hicieron a Ámsterdam y en el que lo único que hicieron fue colocarse con porros, cervezas y setas alucinógenas que les jugaron una pala pasada. Pero tampoco quiere ser un ejecutivo de traje y corbata, casarse, hipotecarse y atarse de por vida. Ni volver a Madrid para vivir nuevamente en casa de sus padres.

Él solo quiere estar con Ula, porque ella representa su juventud, los años más felices de su vida, los que pasó en Irlanda, ella simboliza todos sus sueños, anhelos y deseos que no se ha atrevido a hacer realidad, ella encarna todas esas puertas, caminos y alternativas que no ha tenido el valor de seguir. Pero, sobre todo, ella significa el paso de la juventud a la edad adulta.

Porque Irlanda, Dublín y Ula solo eran un juego, alto temporal, pasajero, no eran definitivos, no eran la vida real. Y cuando finalmente Ricardo logre comprender todo esto, su Peter Pan se marchará para siempre saltando desde los acantilados de Howth.

sábado, 8 de enero de 2011

Luz sobre materia oscura


Poemas e introducción del libro "Materia Oscura", de Laura Giordani (Baile del Sol, 2010).

Luz sobre materia oscura

Poemas de "Materia Oscura"

Arrojaron tantas calamidades
debajo de tus párpados
que ya no es posible asomarse
a esos pozos ciegos:
no hay cuerda ni manos resistentes
para subir agua tan pesada


*

Dame esa palabra que haga brotar calostro de las piedras
mientras tanto no decir nada
seguir en penumbra
hasta que alguien me llore dentro y tenga que escribir
para darle consuelo


*

Hay arena en el viento que te trae


*

Apertura de manos ante la cerrazón del mundo apertura
aún ante la clausura de los pechos más próximos de tanto
puño reconcentrado su historia de talas y sequías manos
tercas en su ternura desmemoriada del daño abiertas aún
para recibir la epifanía de la lluvia o al pájaro moribundo
como último cofre
antes del frío

manos insistiendo en su vocación de gasa

a pesar de todo

*

Niño:
me has sacado la palabra
"muerte" de la boca


Laura Giordani.

Introducción (de Laura Giordani)

En astrofísica se denomina "materia oscura" a la materia de composición desconocida que no emite o refleja suficiente radiación para ser observada directamente. Esta materia invisible constituye el veinticinco por ciento del universo frente al cinco por ciento ocupado por la materia común.

Es más; las regiones más densas de materia común se acumulan donde están las grandes concentraciones de materia oscura; ésta parece formar el andamiaje oculto que apuntala los lugares de construcción de estrellas y galaxias.

El sufrimiento infantil, invisible, invisibilizado de manera interesada, se despliega como urdimbre oscura que sostiene con la extinción de toda esperanza las sociedades de la opulencia. Holocausto oculto y sin tregua frente al que la palabra se yergue con dificultad mostrando su insuficiencia ante la muerte.



Laura Giordani (Córdoba, Argentina, 1964), es autora de los poemarios "Apurando la copa" (2001), "Cartografía de lo blando" (2005), "Noche sin clausura" (2006), "Sudestada" (2009), así como de la plaquette "Celebración del brote" (2009). Sus poemas han sido incluidos en diversas antologías. Asimismo, ha colaborado en diversas publicaciones de Argentina, Brasil, Alemania y España. Actualmente reside en España y es editora del blog de poesía lauragiordani.blogspot.com.      

http://www.tendencias21.net/literaria/Luz-sobre-materia-oscura_a144.html

miércoles, 5 de enero de 2011

Stoner, de John Williams ¿Un clásico pasado por alto?

Arcilla Daniel

Universidad de Missouri 



Stoner, de John Williams es considerado una novela clásica dentro de los círculos literarios, pero de alguna manera sigue siendo ampliamente desconocido. ¿Lo ha leído? ¿No? ¿Por qué no?
De vez en cuando un buen libro no tiene el impacto que merece. No es porque sea intelectual. No es porque se trate de un lanzamiento de bajo presupuesto en una editorial menor. No es porque atraiga comentarios desfavorables sobre su lanzamiento, o porque su autor es desconocido o no publicado anteriormente. Es sólo porque esa es la forma en que sucede: Los que lo publican se encogen de hombros y se rascan la cabeza, las novelas que consideran inferiores ganan la ronda de ese año de los premios, y unas pocas novelas siguen siendo las más leídas.
Stoner, de John Williams, publicada por primera vez - y prácticamente ignorada - en 1965, amenazaba con ser una novela así.Desde su lanzamiento, sin embargo, pesos pesados de la literatura han estado haciendo cola para cantar sus alabanzas - de Irving Howe y CP Snow en los años sesenta y setenta con Morris Dickstein en 2007 (cuyo ensayo en The New York Times incluyó el elogio siguiente: " Stoner es algo más raro que una gran novela - es una novela perfecta, tan bien contada, muy bien escrita, y de manera conmovedora, que quita el aliento ").

domingo, 2 de enero de 2011

un poema de Déborah Vukusic

vestida de novia cadáver para mi pasado

croacia
aparece y desaparece
como cuando era niña

soy una secuencia ralentizada
el barro salpica el vestido de mi primera comunión
me mancha la cara
me agujerea hasta el hueso

corazón rojo latente en la orilla oscura
rojo con cuadros blancos

vuelvo a no saber quien soy
y a no querer
a no querer

si mis ojos dejan de llorar
puede que vea con claridad

croacia
aparece y desaparece

el libro que leía antes de dormir
cae y me despierta
me lavo el sudor de la nuca
me miro
y sólo me veo
si acaso un poco más vieja

vuelvo a la cama pero estoy desvelada

así que
me visto la armadura para ir a trabajar


Déborah Vukusic. Guerra de identidad. Ediciones de Baile del Sol, 2009. 
http://baptistebleu.blogspot.com/2011/01/deborah-vukusic.html