Día 246. Pino Betancor. La memoria encendida (2003)
Rostro de niño, pálido y sombrío,
niño que en tanta sombra densa y dura
ha perdido el asombro de los ojos,
la flor de la sonrisa y su dulzura.
Qué humanidad tan poco humana deja
que conozcas tan solo guerra y muerte,
que tengas solo miedo en la mirada,
y sea el miedo tu único juguete.
Niño sin primavera, niño oscuro
perdido en el dolor, niño sin risas,
quisiera darte un mundo claro y nuevo,
un mundo azul para borrar tu herida.
Que nunca más el hambre se acompañe,
que nunca más el llanto y el dolor
aniden en tu pecho y en tus ojos
resplandezca la llama del amor.
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