jueves, 29 de septiembre de 2011
miércoles, 28 de septiembre de 2011
Siempre nos quedará Casablanca
Autor, David Pérez Vega, 2001 - 2002.
Editorial, Baile del Sol, 2011.
78 páginas.
Pvp, 10 €.
Por fin me animo a escribir sobre el último libro publicado de David Pérez Vega. Hace algún tiempo que lo leí, de vuelta a Olmedo desde el domingo de clausura de la feria del libro de Madrid. Se trata de una colección de treintaicuatro poemas dividida en cuatro partes. Su estilo es casi narrativo y su lectura resulta ligera además de reconfortante. O estas son las sensaciones que puedo hacer explícitas sin temor alguno a equivocarme. Cuando hoy mismo he vuelto a leer el libro para escribir la entrada estaba decidido a pasar de nuevo sólo por los poemas que había marcado como mejores, pero enseguida me ha ido apeteciendo leer también los que no había marcado de esa manera. Un acierto que me apunto como mérito propio, qué puñetas.
El título de la obra -SIEMPRE NOS QUEDARÁ CASABLANCA- nos puede dar alguna pista sobre lo que nos encontraremos en este libro. Evidentemente David Pérez Vega es un tipo cinéfilo, y tiene un blog que se llama DESDE LA CIUDAD SIN CINES, que es uno de los mejores sobre libros (y en mi caso particular referencia primera). La primera parte del poemario tiene por título DÍAS DE CINE, y en ella el autor nos ofrece su visión de la realidad, una visión melancólica, a veces triste, que comprendemos como contraste con la irrealidad, la evasión que es aquí la película, las vidas sobre lienzo blanco, las salas de cine. "A los tipos como Humphrey Bogart siempre les quedará París, a los tipos como nosotros siempre nos quedaráCasablanca". O en otro poema, quizá aún más pesimista: "La sesión de las 4 es de los que necesitan olvidar / lo que les espera fuera, / de los que tienen pesadillas cuando duermen". Entiendo que en la mayor parte de las piezas la voz poética es la del autor. Para David Pérez Vega la irrealidad es -o al menos fue- un buen sitio en el que vivir. De eso va esto. El cine es una irrealidad maravillosa: "Si esto fuese una película, al pronunciar / tú esas palabras, nos miraríamos fijamente / un instante y yo entonces te besaría sin remedio (...)", el problema es que esto es la vida real. Afortunadamente -y aquí la visión pesimista se diluye o se la puede hacer frente- la irrealidad también se puede vivir. Quizá sobre esto podamos -digo podamos por si alguien se apuntara- hablar con el propio autor.
En la segunda parte del poemario -NOS ESTÁ ACORRALANDO EL TIEMPO- se mantiene la tensión entre realidad y ficción. Sus poemas afrontan la vida nueva, el presente, desde el recuerdo de los que fueron antes de la muerte o de los que afrontaron ya -o debieron hacerlo- su propia vida nueva, desconocidos para quienes no están al tanto de ella. La melancolía es aquí el sentimiento que justifica la obra. Porque -fíjese- la melancolía es recuerdo y el recuerdo se forma en buena medida gracias a la ficción, a la irrealidad, a la manipulación sentimental e inevitable -creativa- de nuestras necesidades vitales. Frente a la triste realidad del abuelo postrado está el recuerdo de lo que fue, de lo mejor del pasado. Personalmente no puedo evitar volver a pensar en la sala de cine. Además, uno de los poemas de esta segunda parte -LIBRES- es ejemplo perfecto de cuánto se puede profundizar literariamente utilizando elementos sencillos, de lectura ligera, como he indicado al principio. Hay un par de imágenes de ese poema que aún me rondan, cargadas de significado, un tanto escalofriantes, más honestas de lo acostumbrado.
La tercera de las partes -PEQUEÑOS HOMENAJES DE IDA Y VUELTA- está compuesta por seis poemas dedicados a autores que debieron de ser muy influyentes para el autor: Pieter Brueghel, Gustavo Adolfo Bécquer, Van Gogh, Primo Levi, J. R. R. Tolkien y Leopoldo María Panero, del que narra un encuentro en el metro cuando se acercara a saludarle un día al verlo y del que dice que, tras intercambiar unas palabras con él, "Me hubiera apetecido invitarle a un café / o a una cerveza, pero no me atreví o sentí miedo / del fondo de sus ojos sin fondo (...)". Confieso que he sentido lo mismo al verle. Para que vean cómo recorre este poemario el binomio ficción-realidad les invito a leer estos versos del poema sobre Tolkien: "Después la vida, sabes, hijo, esa que dicen de verdad / y es sólo porque jode (...)" y también estos otros del de Primo Levi: "Después soñar tantas veces lo mismo: que la comida, / los amigos, el trabajo, la cama caliente eran irreales". Por cierto, que éste, Levi, es el único de los seis autores homenajeados que, estrictamente, no se acercan a sus lectores desde la ficción sino desde la más radical de las realidades, como se sabe.
He sentido que Pérez Vega afilaba el lapicero para el cierre del libro. Puede ser una sensación engañosa, pero el poema ESO ES TODO sale en ayuda de mi primera impresión: "Tócalo, en gajos el frío despedaza la armadura urgente / de mi chupa. Cayó la noche y a los pocos minutos / de sostener el auricular del teléfono, podía haberlo previsto, / comenzará a llover (...)". En general me he encontrado con un estilo sobrio y elegante todo el tiempo y que resulta muy eficaz en los temas tratados. Ya digo que la melancolía y la ficción como escapatoria a una realidad cruel, que defrauda como tiempo presente. Hasta que en el cuarto de los bloques -CONCURSO DE CAMISETAS FRÍAS- aparece la resignación como método, como nuevo modo de vida. Los desengaños son narrados y aceptados como parte de la realidad. Esa aceptación puede ser contada como hecho poético pero, además, no sólo se presenta como paso necesario para un futuro que quizá no preocupe tanto como el propio presente, sino que es pura necesidad vital: resignarse a conocerse. Pero creo que la resignación de Pérez Vega consiste también en aceptar que las películas y la vida real se parecen bastante, "porque para todo hay que tener un poco de estilo", porque se puede hacer un poema feliz con un pérdida o porque incluso cuando uno está siendo explotado en su trabajo "me cuesta reprimir una sonrisilla / semejante a un aullido nocturno en la selva. / Son los restos de la pasión que aún me acompaña". La pasión, los recuerdos como mirada que componen a la persona, la ficción como evasión y como modelo. Quizá al personaje de Bogart en Casablanca le quede París, y quizá también aún le queden desengaños que sufrir en el trato con una realidad que ha de seguir. A los que quedamos a este lado de la ficción -el resto- nos queda la feliz irrealidad, sin la que la realidad sería inafrontable, e imposible.
A veces los poemas me han recordado el género epistolar pues se dirigen directamente al lector, aunque también al diario personal y casi a unas confesiones. Quiero decir, en cualquier caso, que el texto irradia honestidad por los cuatro costados, que me ha hecho blandito durante el tiempo que lo he leído cada vez, pelín melancólico, y que me ha ilusionado. Con este SIEMPRE NOS QUEDARÁ CASABLANCA he hecho una de las lecturas más interesantes de este año. De eso estoy seguro.
Formas de contener el mundo
28 SEPTIEMBRE 2011
Stoner
John Williams
Baile del Sol, 2010
ISBN: 978-84-15019-34-3
246 páginas
15 €
Traducción de Antonio Díez Fernández
Daniel Ruiz García
Uno de los elogios que Antonio Muñoz Molina dedicaba a Vida y Destino, la monumental novela de Vasili Grossman, era su capacidad de resumir y contener el mundo en un solo relato. Y apelaba para justificar su opinión a la obra de clásicos como Tolstoi, Proust, Mann o Pérez Galdós, que en su momento fueron capaces de construir grandes monumentos de palabras con la capacidad más o menos integradora, más o menos total, de albergar el mundo, de contenerlo al completo, como un molde de tinta que recubriera el globo terráqueo.
La obra de Grossman, en efecto, es vasta, ambiciosa, diversa, abarrotada de voces y de paisajes, con apariencia de totalidad. Al terminarla, a uno le queda el espejismo de haber creído poder dar la vuelta al mundo, más concretamente al mundo que abarca el periodo histórico contenido en la novela.
Hay, sin embargo, otras muchas formas de resumir y contener el mundo en un solo relato. También es posible integrar en una novela toda la vida a través de la sencillez. Contando, por ejemplo, la biografía aparentemente insustancial de un profesor universitario. Es lo que hace John Williams en su magistralStoner, una novela que deslumbra de cabo a rabo por su ausencia de artificio, por la falta de ruido y por esa gracia invisible que tiene de contar una vida anónima, donde no existen grandes logros ni hazañas, y donde todo termina más o menos como empieza, sin que el mundo cambie en nada tras el paso de una vida sobre la que se concentra el foco de la narración.
No sé, la verdad, por qué me ha gustado tanto. Es una novela sencilla por donde se mire, donde el protagonista viaja a la deriva en un mundo de grisura, consagrado a esa vida gris y continuamente zarandeado por su pusilanimidad y su estoicismo a la hora de afrontar el sufrimiento. He tenido la sensación de asomarme a una ventana indiscreta para ver pasar el mundo, una vida, la vida del profesor William Stoner. Era, me parecía, una vida insulsa, una vida tranquila, común, pero cada vez se me hacía más difícil no mantener el ojo asomado a aquel resquicio. Al final se me ha hecho difícil despedir a Stoner, acudir al instante de su muerte, que era también el instante de su recapitulación vital.
Probablemente toda la magia de saber convertir lo nimio, lo insustancial, lo ordinario, en una historia conmovedora resida en el estilo de John Williams. Porque Williams es un escritor no sólo altamente competente, sino con unas dotes de elegancia estilística poco comunes. Sabe contar como cuentan los realmente buenos: sin alharacas, sin excesos, sin pretender demostrar nada, sino de forma contenida, planteando guiños permanentes al lector para convertirlo en confidente de eso que se ve por la ventana. Es uno de esos escritores inteligentes que convierten a los lectores en inteligentes. Sólo así podemos entender que una novela sobre un tipo común, sobre un buen tipo, así, sin más, se lea con semejante entusiasmo, con semejante interés, deseando en lo más íntimo que esa historia simple de un hombre simple no acabe nunca.
A estas alturas puedo decirlo: una de las mejores novelas que he leído este año. Y barrunto que en mucho tiempo.
http://criticoestado.blogspot.com/2011/09/formas-de-contener-el-mundo.html
Encuentro de Poesía La Ciudad en Llamas
Jueves 29 de septiembre
13:30 Concierto de Emilio de Benito (Taberna Malasaña, C/Begoña, 4)
18:30 Inauguración oficial a cargo de la organización y de las entidades financiadoras
19:00 Poesía en Llamas I: recital a cargo de Héctor Pérez Iglesias, Sara Torres Rodríguez de Castro y Juan Vico
20:00 Recital de Francisco Álvarez Velasco
00:00 Concierto de Las CasiCasiotone (Café Dam, C/San Agustín, 14)
Viernes 30 de septiembre
19:00 Poesía en Llamas II: recital a cargo de Rodrigo Olay, Erika Martínez y Miguel Ángel García Argüez
20:00 Recital de Mª Ángeles Pérez López
00:00 Concierto de Catarsis (Taberna Malasaña, C/Begoña, 4).
Todos los recitales tendrán lugar en la Sala de Conferencias del Centro de Cultura Antiguo Instituto.
miércoles, 21 de septiembre de 2011
Presentación de Memoria de las Piedras de Gabriel Cruz
Gabriel Cruz (La Laguna, 1954) es licenciado en Psicología por la Universidad de La Laguna. MEMORIA DE LAS PIEDRAS fue su primera obra publicada. Actualmente figura en diversas antologías y en 2008 publicó el libro de relatos Arráncame la vida.
martes, 20 de septiembre de 2011
domingo, 18 de septiembre de 2011
jueves, 15 de septiembre de 2011
Ficcionarium
Conocer a un nuevo buen escritor es siempre una enorme alegría, al menos para mí. Y si dicho escritor es además joven la alegría que experimento al conocer sus obras se multiplica, porque esto suele indicar que son mayores las posibilidades de que termine leyéndome dos, cuatro, diez, veinte libros suyos con el paso de los años. Me ocurrió con Pascual García, me ocurrió con Manuel Moyano y con unos pocos más. Ahora me ha ocurrido con el bilbaíno Fernando Palazuelos (1965), del que he podido leer la colección de relatos titulada Ficcionarium, que le publica hermosamente el sello tinerfeño Baile del Sol.
Ya desde su inicio se advierte que esta obra es muy prometedora, y que el lector encontrará en ella tanto excelencias literarias como finos detalles de humor. Así, cuando en La vitrina del geólogo nos explica la exposición de materiales que prepara un científico, lo que menos podemos imaginar es el curioso y rocambolesco origen de una de las piedras. El arca de Noé narra las divertidas vacilaciones del patriarca bíblico acerca de si llevar o no llevar termitas en su nave. Caballo de Troya nos cuenta las vicisitudes invisibles que acontecen a todos los soldados que se encuentran expectantes en el interior de la trampa, prestos a rendir la mítica ciudad. Linneo muestra no sólo la genialidad del botánico sueco, sino su mala uva y su extrema capacidad para el rencor. Contención de Gray explica la fatalidad que azotó a este inventor, que no consiguió patentar el teléfono antes que Graham Bell por dos horas de diferencia. Ojeriza es la simpática venganza senil de alguien cuyas tierras fueron expropiadas años atrás, y que se niega a aceptarlo con mansedumbre... Esta primera parte del tomo, que se conforma con 90 páginas de microrrelatos, es sencillamente fantástica.
La segunda parte, no menos excelente, se inicia con El retrato de Marie Van Cride, donde se nos instala en las obsesiones de un pintor que, tras pintar desnuda a su amante, se obsesiona con la idea de que el nuevo propietario del cuadro la va a gozar como él. Obsesión tiene como protagonista a un escritor que se ha quedado sin inspiración y que conoce a un anciano librero de viejo, que dispone en su casa de miles de fichas con argumentos literarios aprovechables. Vigilante nocturnose desarrolla dentro de un museo, de madrugada, y su protagonista es un empleado con unas aficiones y unas teorías pictóricas muy singulares. La vida desde abajo son las confesiones de un escritor que, en su juventud, robó sus poemas originales a un limpiabotas fallecido (adueñándose así de su talento).
Y la tercera parte se detiene en reflexiones más filosóficas o ensayísticas, que llevarán al lector a formularse preguntas sobre el ser humano, su destino o las trampas del tiempo. Se incluyen aquí perlas como Qué será de aquel muchacho (un niño que empujaba la silla de ruedas de su padre. Fernando Palazuelos se pregunta qué habrá sido de aquel chaval abnegado) o Criaturas (que versa sobre el mundo de la escritura y sus magias). Igual mérito, emocional y literario, tiene la pieza que lleva por título El mequetrefe (recuerdo de uno de sus viejos maestros de escuela, fascista, violento y atrabiliario, que gozaba pegando a los alumnos, entre ellos su propio hijo, al que ahora el narrador imagina convertido en pedagogo especializado en niños autistas).En suma, un volumen muy completo, que me anima a leer otras obras del escritor. Veo en su escaparate virtual de Internet (http://www.fpalazuelos.blogspot.com/) que ha realizado incursiones en el mundo de la novela (La trastienda azul, Pura chatarra, Las manos del ángel, Papeles de penumbra. Todas ellas publicadas por Lengua de Trapo), los relatos ilustrados (Designios. Diputación de Badajoz), el teatro (Billete a Vidanueva. Biblioteca Ciudad de Castellón) e incluso la poesía (La memoria de los esclavos. Baile del Sol). Hay, pues, donde elegir. Ya adelanto que, si no ocurre contratiempo, no van a pasar muchas semanas antes de que vuelva a dar noticias suyas en esta página de críticas. No andamos tan sobrados de buenos escritores como para permitirnos el lujo de conformarnos con una sola obra de uno que realmente brilla.
Ya desde su inicio se advierte que esta obra es muy prometedora, y que el lector encontrará en ella tanto excelencias literarias como finos detalles de humor. Así, cuando en La vitrina del geólogo nos explica la exposición de materiales que prepara un científico, lo que menos podemos imaginar es el curioso y rocambolesco origen de una de las piedras. El arca de Noé narra las divertidas vacilaciones del patriarca bíblico acerca de si llevar o no llevar termitas en su nave. Caballo de Troya nos cuenta las vicisitudes invisibles que acontecen a todos los soldados que se encuentran expectantes en el interior de la trampa, prestos a rendir la mítica ciudad. Linneo muestra no sólo la genialidad del botánico sueco, sino su mala uva y su extrema capacidad para el rencor. Contención de Gray explica la fatalidad que azotó a este inventor, que no consiguió patentar el teléfono antes que Graham Bell por dos horas de diferencia. Ojeriza es la simpática venganza senil de alguien cuyas tierras fueron expropiadas años atrás, y que se niega a aceptarlo con mansedumbre... Esta primera parte del tomo, que se conforma con 90 páginas de microrrelatos, es sencillamente fantástica.
La segunda parte, no menos excelente, se inicia con El retrato de Marie Van Cride, donde se nos instala en las obsesiones de un pintor que, tras pintar desnuda a su amante, se obsesiona con la idea de que el nuevo propietario del cuadro la va a gozar como él. Obsesión tiene como protagonista a un escritor que se ha quedado sin inspiración y que conoce a un anciano librero de viejo, que dispone en su casa de miles de fichas con argumentos literarios aprovechables. Vigilante nocturnose desarrolla dentro de un museo, de madrugada, y su protagonista es un empleado con unas aficiones y unas teorías pictóricas muy singulares. La vida desde abajo son las confesiones de un escritor que, en su juventud, robó sus poemas originales a un limpiabotas fallecido (adueñándose así de su talento).
Y la tercera parte se detiene en reflexiones más filosóficas o ensayísticas, que llevarán al lector a formularse preguntas sobre el ser humano, su destino o las trampas del tiempo. Se incluyen aquí perlas como Qué será de aquel muchacho (un niño que empujaba la silla de ruedas de su padre. Fernando Palazuelos se pregunta qué habrá sido de aquel chaval abnegado) o Criaturas (que versa sobre el mundo de la escritura y sus magias). Igual mérito, emocional y literario, tiene la pieza que lleva por título El mequetrefe (recuerdo de uno de sus viejos maestros de escuela, fascista, violento y atrabiliario, que gozaba pegando a los alumnos, entre ellos su propio hijo, al que ahora el narrador imagina convertido en pedagogo especializado en niños autistas).En suma, un volumen muy completo, que me anima a leer otras obras del escritor. Veo en su escaparate virtual de Internet (http://www.fpalazuelos.blogspot.com/) que ha realizado incursiones en el mundo de la novela (La trastienda azul, Pura chatarra, Las manos del ángel, Papeles de penumbra. Todas ellas publicadas por Lengua de Trapo), los relatos ilustrados (Designios. Diputación de Badajoz), el teatro (Billete a Vidanueva. Biblioteca Ciudad de Castellón) e incluso la poesía (La memoria de los esclavos. Baile del Sol). Hay, pues, donde elegir. Ya adelanto que, si no ocurre contratiempo, no van a pasar muchas semanas antes de que vuelva a dar noticias suyas en esta página de críticas. No andamos tan sobrados de buenos escritores como para permitirnos el lujo de conformarnos con una sola obra de uno que realmente brilla.
miércoles, 14 de septiembre de 2011
Sara, la poeta que viene para quedarse
Sara Herrera Peralta
Inma Luna – laRepúblicaCultural.esDe Sara conocía fotos, proyectos y poemas; París y fotos, ella jugando con la nieve, jugando con quien la mira; poemas y libros que van y vienen; libros y su sonrisa exploradora. Ahora conozco más de Sara Herrera Peralta y no sólo. Lo digo porque Shock, su nuevo poemario, retrata su cara, la tuya y la mía en una búsqueda llena de inquietud y desconcierto que se acerca y se aleja de la realidad de la cola del paro, el fútbol, los códigos de barras, el ginecólogo o el patio de recreo.
Todo poeta busca una manera de vengarse del mundo, dice Panero en una cita elegida por Sara. Ella no parece vengativa pero sí crítica, incómoda con el panorama que le ha tocado “A guantazos uno se despierta/ en medio de la nada:/ la Naturaleza es sádica”. La poeta sabe del miedo a no dar la talla en el absurdo “Mis manos no sudan porque el miedo/ ya me tapó la boca/ en otras colas y filas indias” y trae sus versos para “molestar”.
Dice ser una mujer mal inventada y así sabe tanto de la vida, de crecer en medio de un mundo incomprensible en el que lo que se valora es precisamente lo menos valioso.
Entre “el paro”, “el golpe” y “el gol”, la poeta discurre con la lupa en la mano, sacándole la entraña a lo inmediato y cuestionando el absurdo de algunos sinsabores cotidianos porque las pesadillas son a veces aviso surgido en la conciencia, reconoce Sara.
“Me etiquetarán/ sé que lo harán/ sé que me etiquetarán” presiente en otro de sus poemas y, con la publicación de Shock, sin duda su etiqueta reconocerá que se trata de una de las voces jóvenes más interesantes de la poesía española actual.
Sara Herrera Peralta nació en Jerez de la Frontera en 1980 y ha publicado los poemarios La selva en que caí, De ida y vuelta, Sin cobertura, Provocatio (ya sólo por eso habría merecido protagonizar esta sección) y ahora Shock. Ha recibido un montón de premios y, además, se empeña en que todo el mundo lea, así que desde 2009 coordina el proyecto Yo también leo para el fomento de la lectura entre jóvenes.
Pasó parte de su infancia en Trebujena (Cádiz) y vivió en Jerez de la Frontera hasta los diecinueve años. Después ha vivido, estudiado y trabajado en distintas ciudades, como San Sebastián, Helsinki, Málaga o París, donde reside desde 2007.
Le hago algunas preguntas desde mi balcón hacia el suyo en París y sus respuestas llegan veloces y palmarias.
El paro, el golpe, el gol… ¿qué sabe de esto la poesía?
Lo que una quiera que sepa. La poesía bebe de muchas cosas, también de la música, del cine, de otros géneros literarios, de lo cotidiano, sí, también, en mi caso la poesía bebe a menudo de lo cotidiano, y por eso el paro, el golpe y el gol: los títulos de los tres capítulos de Shock, mi último poemario publicado, que acaba de aparecer en Baile del Sol.
¿… y qué sabe de poesía el ticket de la compra?
Utilicé tickets de compra también en Shock porque pocas cosas hoy en día nos resultan más familiares, aunque alguien no lo quiera. Compramos compulsivamente, a veces lo necesario, otras mucho más de lo que seguramente nos haría falta. Y mientras, y no es necesario irse lejos, hay quienes no tienen ni para llevarse algo a la boca. Utilizar los tickets de compra me parecía una buena forma de intentar transmitir lo que estaba queriendo hacer llegar al lector con este libro.
¿Hay que alejarse para tomar perspectiva, para encontrarse o para perderse?
Yo prefiero encontrarme, comprender, rescatarme, recuperarme, para seguir mirando al frente, aunque este mundo rápido nos haga a veces sentir la necesidad de perdernos, en cuyo caso prefiero la familia, todos los míos, el hogar, lo verdadero, antes que pedir un billete para huir a una isla paradisíaca.
¿De dónde sale tu voz poética, desde dónde?
No lo sé, no sé de dónde sale, sólo sé que escribo por necesidad y porque la poesía me parece una forma más de estar en el mundo.
¿Nos salvará la poesía del estado de shock?
Ojalá la poesía salvara, pero aunque no salve sí creo que alivia, que acerca, que acompaña, que hace que a veces todo escueza y todo duela un poco menos.
En los versos, ¿te quejas, reivindicas o expones?
Intento no quejarme, para eso ya están los que me aguantan. Me importa la poesía que trata de denunciar algo, que intenta hacer preguntas, que busca las respuestas, aunque nunca estén ahí. Me interesa el compromiso, y al final el tiempo nos pone a todos en algún sitio. Pero también creo que la poesía está ahí para celebrar la vida.
Yo también leo…
Es el nombre de un humilde proyecto que es posible gracias a la generosidad de más de veinte autores que escriben poesía, novela, relato, teatro… Lo pusimos en marcha para aportar nuestro granito de arena al fomento de la lectura entre los más jóvenes. Este año hemos celebrado la segunda edición, los participantes debían enviar una reseña del libro que estuvieran leyendo junto a una foto. El ganador o ganadora de cada edición recibe en su casa un lote de casi treinta libros firmados y dedicados por cada uno de sus autores. Este año la ganadora ha sido Uxue Juárez, una joven de 29 años residente en Pamplona. Tenemos un blog y una página de Facebook con casi 400 seguidores donde se puede encontrar toda la información.
Mi dedo en su llaga
Tres poemas de Shock, para que se pueda comprobar lo que dice Carmen Camacho en el prólogo: “ Hay pánicos que, por cotidianos y silentes, no dejan de ser hondos. Hay berridos hacia dentro, simas sin fin, llanto contenido o tragaderas. O peor aún: está el ya ni recordar en qué batalla nos rendimos sin porqué, ni dónde compramos la tensa calma, ni a qué viene esto de sonreír al verdugo desde la foto carné. No saber dónde empieza esta metástasis de nada. Grave es el shock”.
[Quien no duerme por la noche]http://www.larepublicacultural.es/article4650.html
Podré decir cualquier cosa
y podremos guardar todos los archivos
posibles en nuestro PC como intentando
que la memoria histórica sobreviva a las tecnologías.
Ni iPod ni iTunes, el arte peligra
como peligran nuestras voces y el arte instintivo
de decir que somos quienes somos,
que estamos porque sobrevivimos.
Yo vine para quedarme
y voy a molestar lo máximo posible.
Avanzamos, sí, pero tenemos la conciencia de un mosquito.
[Ticket 2]
3 de febrero.
Único día del año que no compro nada.
[Habilidades]
La noche oscura viene a visitarme.
Alguien llama a la puerta.
Soy tu jefe. Amarillo el rostro
y oscura la tez,
enorme el bigote
(el lunar deforme).
¿Creías tú en los príncipes azules, nena?
Me dice con voz ronca.
Una vez pensé en Wall Street y en cómo
limpiarán allí los suelos de cobre y mármol,
en cómo construirán los pedidos y las esperanzas,
las solicitudes y los milagros.
Entre recetas y facturas, hamburguesas, perritos y
cafés en vasos de cartón,
lo comprendí.
Sexto sentido hilado, tejido como para embellecer,
hecho de tela de araña.
El talento natural no se aprende en las escuelas.
martes, 13 de septiembre de 2011
“Historias de este mundo”, de Matías Escalera Cordero
Por José Andrés Calvo Rodríguez.
Historias de este mundo es una colección de relatos justo sobre lo que su propio título índica, “nuestro mundo”; su temática es, pues, social, en sentido estricto, pues social es nuestra experiencia personal del mundo, y la vida que vivimos en él; y su carácter, decididamente intelectual, pues uno de sus propósitos fundamentales es, creo, despertarnos a los lectores de relatos y de literatura, en general, de nuestro sueño complaciente y adormecido. En esta obra, Matías Escalera Cordero nos da una literatura –y una “cultura literaria”– concebida como un vasto dominio de insatisfacción y búsqueda, en virtud de la cual, el relato se transforma en mecanismo crítico y expresionista, a un tiempo; desenmascarando, a menudo, la vertiente más inhóspita de la realidad que vivimos con descripciones, diálogos, narraciones y personajes que están al límite de lo insólito. La fórmula es muy sencilla: ante una realidad despiadada, los individuos se animalizan y se vuelven histriónicos, convirtiéndose la literatura en un cabaret que refleja sin compasión la lucha del hombre con la Historia y con el momento que le ha tocado vivir.
En esta nueva publicación, Matías Escalera Cordero consolida su estilo de escritura, ya presente en su monumental novela, Un mar invisible, que transita la vertiente material y descarnada del acto de escribir, asumiendo, a veces, un cierto punto de vista televisivo y cinematográfico, que caracteriza su ideología estética. Las concomitancias con el narrador frenético y culto de la filmografía de Quentin Tarantino son frecuentes en la mayoría de los relatos. El homenaje a la figura del payaso recuerda a Balada triste de trompeta, como se puede ver en el relato titulado Perdición; o, el eco de la frase más famosa de Sofía, la abuelita de Las chicas de oro: “Sicilia: corría el año…”, que reverbera en El arte oculto. También, se percibe la dualidad de los destinos que refleja Woody Allen en películas como Delitos y faltas, Melinda y Melinda o Matchpoint, según se observa en relatos como Dos destinos ejemplares o Extremófilos. También, se experimenta en la lectura la atmósfera enrarecida del Hitchcock televisivo, donde la voluntad de poder mueve a los individuos más allá de lo racional para conseguir sus deseos. Incluso, la parodia de la serie B sale a flote cuando los personajes tienen que hacer frente a lo que no comprenden o consideran que es un poder superior.
Conjuntamente a lo anterior, se percibe en todos los relatos una dolorosa insatisfacción que se manifiesta en diversas formas de violencia estética y poética, chocando lo sórdido y lo científico, la virtualidad con la realidad, con lo que se convierte el espacio literario en un campo de batalla donde luchan la manipulación y la verdad. La disputa entre la realidad y la visión mediatizada de la vida transporta al lector hacia un universo alienado que evoca el ambiente del primer David Cronenberg como en Inseparables oEl almuerzo desnudo.
Por todo esto, la lectura de Historias de este mundo exige un lector activo que disfrute tirando del hilo de la narración para descubrir la multiplicidad de dimensiones a las que conduce cada una de las historias contenidas en esta colección, porque cada pequeña historia es una parábola de la tragedia histórica que sufren anónimamente muchas víctimas de la fractura social que han motivado la globalización y la plusvalía del individualismo. Así, Matías Escalera Cordero lanza una flecha directamente a la conciencia del lector, que también es ciudadano, para mantenerle alerta frente a la cotidiana depredación que sufre el hombre a manos de los dueños de la Historia.
lunes, 12 de septiembre de 2011
HISTORIAS DE ESTE MUNDO, MATÍAS ESCALERA en la Librería Primado de Valencia
-El mejor inicio de temporada literaria que podíamos tener, la visita de un reconocido autor. Matías Escalera Cordero, un escritor y amigo madrileño que viene a presentarnos su último trabajo, el libro de relatos, Historias de este mundo, con su presencia, el próximo viernes día 16 a las 20 horas, daremos por inaugurada la campaña en Primado.
Según Javier Rodríguez, el autor del prólogo: “… Historias de este mundo
es fruto de un raro –y poco frecuente ya– esfuerzo literario, de un
autor que hace cosas bastante raras en casi todos los palos de eso que
se llama poética, o literatura; que no es otra cosa que la imitación
programáticamente sesgada de la realidad. Más que un gradus ad Parnasum,
como pudiera parecer, la atenta lectura de los relatos que siguen es un
auténtico asaltar los cielos… En la amplia gama de sistemas narrativos
que se usan en este libro, conviven casi todos los registros posibles
del relato actual; aunque la cosa está en cómo usar estos cuentos, para
qué, a favor de qué, y contra qué o quiénes se usan… Y, más allá incluso
de la voluntad de Matías Escalera Cordero, estos relatos bien valen
para releer, en sentido estricto, y no tanto para mostrar –como dice
él–, sino para enseñar, en ese raro y arcaico mundo de lo que fue la
literatura, lo que no dicen precisamente ya los modelos literarios. Y es
que detrás de cada una de estas narraciones hay un discurso distinto,
un modelo distinto de contar que se destripa. ¿No fue esa la voluntad
que movió a la primera, y ejemplar, colección de relatos modernos en
nuestra lengua? ...”
Matías Escalera Cordero (Madrid, 1956), es autor de la novela Un mar
invisible (IslaVaria, 2009) y de Historias de este mundo (Baile del Sol,
2011); así como de los poemarios Grito y realidad (Baile del Sol,
2008), Pero no islas (Germanía, 2009) y Versos de invierno para un
verano sin fin (en fase de publicación. Eclipsados, 2011). Ha sido
galardonado con el premio de literatura dramática, Sala Margarita Xirgu,
de Alcalá de Henares, por su obra de teatro El refugio (GPS, 2009), y
con el accésit de la primera edición del concurso de Teatro Radiofónico
convocado por el Ateneo Riojano y Radio Rioja Cadena Ser, en 2010, por
la pieza corta “Búscate la vida”, que, junto con otras cinco piezas
teatrales (incluidas en Seis piezas cortas y adaptables para talleres
críticos de teatro) puede encontrarse en la biblioteca digital de la
revista MLRS (www.nodo50.org/mlrs/). Además, es guionista del
cortometraje documental titulado Futuro imperfecto, dirigido por Lino
Escalera (disponible en www.linoescalera.com); y ha sido incluido en los
siguientes poemarios colectivos: Los centros de la calle: antología
pequeña (Germanía, 2008), Voces del Extremo: poesía y capitalismo
(Fundación Juan Ramón Jiménez, 2008), Voces del extremo: poesía y
tecnología (Béjar, 2009), Versos para derribar muros: antología poética
por Palestina (Los Libros de Umsaloua, 2009), Para Miguel: Centenario
del poeta Miguel Hernández, 1910-210 (Atrapasueños, 2010) y Voces del
extremo: poesía en el desierto (Ateneo Riojano, 2010). Como profesor de
lengua y literatura españolas, conoció de primera mano el final de la
Europa de los bloques militares, desde Moscú, primero; y desde Ljubljana
–capital de Eslovenia–, en la antigua Yugoslavia, más tarde. En su
vertiente crítica, además de los múltiples artículos publicados en
diversas revistas internacionales de su especialidad, destacan el libro
La (re)conquista de la realidad (Tierradenadie Ediciones, 2007), del que
es coordinador, y su participación en el libro colectivo La República y
la cultura. Paz, guerra y exilio (Istmo, 2009), coordinado por Julio
Rodríguez Puértolas, de la Universidad Autónoma de Madrid. Es también
miembro del consejo editor de Tierradenadie Ediciones, desde el que
coordina varias secciones de la revista digital Youkali
(www.youkali.net); y Secretario de Redacción de la revista de filología
Verba Hispanica, editada por la Universidad de Ljubljana, en la que fue
profesor.
domingo, 11 de septiembre de 2011
sábado, 10 de septiembre de 2011
Entrevista a Milkor Acevedo, autor de Standby
Peter es un suicida en potencia que, por razones que su nuevo amigo Esteban tardará cierto tiempo en adivinar, no puede aún llevar a cabo su cometido. Mientras tanto Peter no tiene más remedio que transformar su existencia en una búsqueda diaria de excusas para no quitarse la vida, en la que el alcohol, el sexo y las drogas son tan sólo unos de los tantos lenitivos destinados a sobrellevar la cuenta atrás. Un día los dos deciden emprender un viaje por India y Nepal, el cual se verá bruscamente truncado y marcará la abrupta separación de ambos amigos. A partir de entonces Esteban deberá conformarse con la presencia de Raquel, hermosa y apasionada mujer con graves defectos ideológicos, y Montse, elegante perra hiperactiva, para paliar la soledad, eufemismo tras el que se esconde el más puro y simple aburrimiento.
Próximo martes, 13 de septiembre, en la emisora barcelonesa Ona de Sant Montjuic 94.6 FM, a las 21 h.
http://www.onadesants.com/
viernes, 9 de septiembre de 2011
Presentación de La muerte visita el geriátrico de José Costero
En esta nueva andanza de su más bien extravagante protagonista, Ruano, un ex policía, se desarrolla una trama donde la injusticia y la corrupción pululan por doquier. Esta vez se refiere a un supuesto atentado terrorista contra un alto militar, ocurrido durante el período de la transición política del país y, tres décadas después, alguien no conforme con la versión oficial provoca con su acción otras muertes. Nuestro personaje para proseguir sus pesquisas ingresa como interno en un geriátrico y averiguar así lo que realmente sucedió.
Aula dels Escriptosrs de la ACEC, edificio Ateneu Barcelonès - Calle Canuda, 6. Barcelona
Organiza: El Laberinto de Ariadna
9 de septiembre de 2011. 20:00 h.
Portada del libro del poeta y escritor catalán José Costero
'La muerte visita el geriátrico', en la primera Tertulia del Laberinto de Ariadna
La obra del poeta y escritor catalán, José Costero, será presentada hoy en el aula de Escritores del Ateneu Barcelonès a partir de las seis de la tarde
Libros | 09/09/2011 - 12:01h\LA VANGUARDIA
Barcelona. (Redacción.- El Laberinto de Ariadna acoge a partir de este viernes 'Las tertulias literarias' para compartir las nuevas creaciones de sus miembros. La primera reunión tendrá lugar en el aula de Escritores del Ateneu Barcelonès a partir de las seis de la tarde, con la presentación del libro La muerte visita el geriátrico, del poeta y escritor catalán José Costero.
Costero, nacido en Barcelona en 1935, ha colaborado con poemas y artículos en diversas publicaciones de España e Hispanoamérica. Pertenece a la Associació Col-legial d´ Escriptors de Catalunya.
Es autor de seis libros de poesía, de uno de relatos, tres obras de ensayo: 13 suicidas 13,(1982): Otro Eros, (2005) y Cuaderno de madrugadas, (Ed. Corona del Sur, Málaga, 2010), así como de cinco novelas del género negro, toda ellas editadas por la Editorial Baile del Sol, de Tenerife.
La muerte visita el geriátrico, es la obra que se debatirá hoy en el Ateneu Barcelonés, cuya presentación correrá a cargo del también poeta y escritor Josep Anton Soldevila.
http://www.lavanguardia.com/libros/20110909/54214043592/la-muerte-visita-el-geriatrico-en-la-primera-tertulia-del-laberinto-de-ariadna.html
jueves, 8 de septiembre de 2011
Cosas que no se olvidan después del shock
Sara lo sabe, dice Carmen. Sara sabe qué hay después de entrar ahí (Trabajo. Mercado. Imperio. Capitalismo. Rutina. Lavida,hija,lavida,quépensabas.) Sara sabe qué hay y sabe que no, que quiere que no o que no era esa la idea, que es un poco lo mismo. "Sabe Sara, lo sabe, que la jodienda no está en buscar trabajo digno, el alimento y el jornal, la techumbre, la cama y ni la hoguera; la trampa tampoco está en el deseo vivo de dedicar horas a una labor. El cepo es otro y Sara lo sabe. Porque ella ha metido la mano aquí, aquí en lo oscuro y ha palpado las larvas del Imperio que nos palpitan en la cabeza, en el bolsillo, en el pastillero, en las entrañas y que mañana -o tal vez hoy, que somos menos niñas- nos carcomerán los huesos de la mirada. Esto no lo remedian unas gafas: una mira la nada y se cree aquí que está ciega."
Sara lo sabe, Carmen lo dice. Tras un prólogo certero, consciente, también cómplice y orgánico de Carmen Camacho, los versos de Sara Herrera Peraltacuando cogemos Shock (Baile del Sol, 2011).
Lo leo, recién salido casi, frente a los Jardines de Luxemburgo y pienso, quiero escribir sobre este libro. Lo vuelvo a leer en el autobús, en el avión, lo leo en el cercanías de un pueblo a otro mientras le robo el tiempo al trabajo (render o desplazamiento). Y pienso, quiero escribir sobre este libro. Quiero hablar de este libro pero apenas nada puedo decir que no esté en sus páginas. Sí puedo decir que en este poemario está. Está el asombro, está la frustración, la decepción, la constatación de que así era, de que, sobre todo, así es. Que este libro es una buena y dura ducha de la realidad que está en la realidad. La que mancha, la que deja un sabor metálico y amargo en la boca. La que atasca, por la que nos duele el hombro derecho, por la que se nos hinchan las encías.
"En una oficina cuadrada y verde,
con una bata envolviendo el cuerpo,
sospecho que moriremos solos y sin un euro."
Sara lo sabe y Sara nos los cuenta. Nos enseña, como si fuésemos sus asesores, los gestores de una finanza vital y presente, los tickets de los días. Nos habla de la ciudad en la que sólo se está (sólo estamos, sólo estamos) para producir o para consumir. Ya en De ida y vuelta, ya en Sin cobertura(especialmente en Provocatio), la poeta construía una visión desgarrada, gris, de los entornos, de cómo han deshumanizado -y de cómo les hemos ido dejando- las plazas, los barrios, el rol del habitante que ahora sólo transita porque va a o viene de.
Y yo creo que Sara sabe que este es un libro valiente. Porque si hemos escuchado muchas veces que da pudor enseñar los poemas de amor, esos en los que quien escribe se abre y se vuelca y se queda a la espera, a la intemperie a esperar un gesto, de quien sea, un gesto; si conocemos ese "me da no sé qué exhibirme así", más "nos da no sé qué" hacerlo cuando todo ese sentir está motivado por una vida que los demás parecen haber aceptado. Nunca quisimos ser los raros de la clase. Lo fuimos o temimos serlo o hicimos todo por no serlo. La juventud, el sexo, aquellas cosas por las que nos dicen "aquí bien", "aquí éxito", nos curaron ese resquemor. ¿Por qué, superado el acné, volver a ser "raros", volver a estar fuera del rollo? ¿Por qué admitirlo delante de todos? Sara lo hace. Sara sabe qué hay en todo esto. Y asume con valentía la responsabilidad de decirlo.
"Motes antes de la promoción de un tercer empleado.
Para evitar un despido,
los enfermos tejen artimañas y enredan la tela con la que crearán la mortaja.
Hay males endémicos de este nuevo siglo.
Voces mudas:
la aglomeración de nuestra especie.
La mala sangre."
Ahora, (¿no ha sido así siempre?) que tantos se lanzan a decirnos qué es poesía y qué no. Ahora, que escribir y teorizar parecen uno. Ahora, que todos tenemos tan poco dinero pero somos más guapos y más listos que nunca pero sólo lo sabemos nosotros, agradezco -sé que agradecemos- voces que se preocupen por el momento en el que viven, el momento que viven. Voces a las que les importe el lector y le cuenten algo de verdad. Agradezco muchísimo esta honestidad, este compromiso, este sentir que hay que hablar de lo que no nos gusta, porque ahí empieza la acción.
No quiero sólo poemas nostálgicos. No quiero sólo evasión porque esto apesta.
Quiero que me digan, aquí está sucio. Aquí, alquitrán. Aquí, dolor interno. Aquí, casa vacía. Aquí, aquí duele.
Y quiero que lo entendamos.
Porque, sobre todo, quiero que hagamos algo.
(gracias, Sara)
http://mundoiconoclasta.blogspot.com/2011/09/cosas-que-no-se-olvidan-despues-del.html
Sara lo sabe, Carmen lo dice. Tras un prólogo certero, consciente, también cómplice y orgánico de Carmen Camacho, los versos de Sara Herrera Peraltacuando cogemos Shock (Baile del Sol, 2011).
Lo leo, recién salido casi, frente a los Jardines de Luxemburgo y pienso, quiero escribir sobre este libro. Lo vuelvo a leer en el autobús, en el avión, lo leo en el cercanías de un pueblo a otro mientras le robo el tiempo al trabajo (render o desplazamiento). Y pienso, quiero escribir sobre este libro. Quiero hablar de este libro pero apenas nada puedo decir que no esté en sus páginas. Sí puedo decir que en este poemario está. Está el asombro, está la frustración, la decepción, la constatación de que así era, de que, sobre todo, así es. Que este libro es una buena y dura ducha de la realidad que está en la realidad. La que mancha, la que deja un sabor metálico y amargo en la boca. La que atasca, por la que nos duele el hombro derecho, por la que se nos hinchan las encías.
"En una oficina cuadrada y verde,
con una bata envolviendo el cuerpo,
sospecho que moriremos solos y sin un euro."
Sara lo sabe y Sara nos los cuenta. Nos enseña, como si fuésemos sus asesores, los gestores de una finanza vital y presente, los tickets de los días. Nos habla de la ciudad en la que sólo se está (sólo estamos, sólo estamos) para producir o para consumir. Ya en De ida y vuelta, ya en Sin cobertura(especialmente en Provocatio), la poeta construía una visión desgarrada, gris, de los entornos, de cómo han deshumanizado -y de cómo les hemos ido dejando- las plazas, los barrios, el rol del habitante que ahora sólo transita porque va a o viene de.
Y yo creo que Sara sabe que este es un libro valiente. Porque si hemos escuchado muchas veces que da pudor enseñar los poemas de amor, esos en los que quien escribe se abre y se vuelca y se queda a la espera, a la intemperie a esperar un gesto, de quien sea, un gesto; si conocemos ese "me da no sé qué exhibirme así", más "nos da no sé qué" hacerlo cuando todo ese sentir está motivado por una vida que los demás parecen haber aceptado. Nunca quisimos ser los raros de la clase. Lo fuimos o temimos serlo o hicimos todo por no serlo. La juventud, el sexo, aquellas cosas por las que nos dicen "aquí bien", "aquí éxito", nos curaron ese resquemor. ¿Por qué, superado el acné, volver a ser "raros", volver a estar fuera del rollo? ¿Por qué admitirlo delante de todos? Sara lo hace. Sara sabe qué hay en todo esto. Y asume con valentía la responsabilidad de decirlo.
"Motes antes de la promoción de un tercer empleado.
Para evitar un despido,
los enfermos tejen artimañas y enredan la tela con la que crearán la mortaja.
Hay males endémicos de este nuevo siglo.
Voces mudas:
la aglomeración de nuestra especie.
La mala sangre."
Ahora, (¿no ha sido así siempre?) que tantos se lanzan a decirnos qué es poesía y qué no. Ahora, que escribir y teorizar parecen uno. Ahora, que todos tenemos tan poco dinero pero somos más guapos y más listos que nunca pero sólo lo sabemos nosotros, agradezco -sé que agradecemos- voces que se preocupen por el momento en el que viven, el momento que viven. Voces a las que les importe el lector y le cuenten algo de verdad. Agradezco muchísimo esta honestidad, este compromiso, este sentir que hay que hablar de lo que no nos gusta, porque ahí empieza la acción.
No quiero sólo poemas nostálgicos. No quiero sólo evasión porque esto apesta.
Quiero que me digan, aquí está sucio. Aquí, alquitrán. Aquí, dolor interno. Aquí, casa vacía. Aquí, aquí duele.
Y quiero que lo entendamos.
Porque, sobre todo, quiero que hagamos algo.
(gracias, Sara)
http://mundoiconoclasta.blogspot.com/2011/09/cosas-que-no-se-olvidan-despues-del.html
El talento natural no se aprende en las escuelas. Shock de Sara Herrera
El talento natural no
se aprende en las escuelas, dice Sara Herrera Peralta en su poema
[Habilidades]. Verdaderamente el talento no se aprende pero ella tiene la
suerte de poseerlo, un talento natural para desgranar en Shock el poemario de una búsqueda en la que no se sabe muy bien qué
es lo que se ha perdido y eso es quizá lo más inquietante. Desde la cola del
paro Sara pregunta y hace poemas con los formularios como quien hace barquitos
de papel y los abandona en un lago.
Ella, que se define como una mujer mal inventada nos habla con imágenes precisas y sugerentes
–aunque sin ninguna complacencia- de los vértigos de crecer en medio de un
mundo incomprensible en el que lo que se valora es quizá lo menos valioso.
Entre “el paro”, “el golpe” y “el gol”, la poeta discurre
con la lupa en la mano, sacándole la entraña a lo inmediato y cuestionando el
absurdo de algunos sinsabores cotidianos porque
las pesadillas son a veces aviso surgido en la conciencia, reconoce Sara.
Me etiquetarán/ sé que lo harán/ sé que me etiquetarán
presiente en otro de sus poemas y, con la publicación de Shock, sin duda su etiqueta reconocerá que se trata de una de
las voces jóvenes más interesantes de la poesía española actual.
viernes, 2 de septiembre de 2011
Loca Novelife de Elvira Rebollo en La Biblioteca Imaginaria
Eugenia es como se llama la protagonista de esta historia, es de Bilbao y quiere ser escritora. Hasta que ese momento llegue se dedica a dar clases en la universidad de un pequeño pueblo de Estados Unidos, situado en las montañas de West Virginia. Estando allí le llegará su gran oportunidad de iniciar un Doctorado en Creación literaria en Nueva York.
Eugenia es una chica de 30 años, entrañable, simpática, tierna, algo infantil, incapaz de guardar ni un grano de rencor hacia nadie. A lo largo de su corta vida ya ha vivido en varios países, y ha tenido varios amores. A través de sus historias amorosas es cómo Elvira Rebollo nos destapará la verdadera personalidad de Eugenia, con una gran naturalidad y un trasfondo de tristeza.
La estructura del libro es diferente a lo que estamos acostumbrados a encontrarnos, la historia está dividida en fragmentos que a su vez forman parte de distintas etapas en la vida de Eugenia. Esto no supone ninguna dificultad al lector, muy al contrario pienso que, aparte de original, este modo de estructura nos acerca más a la protagonista, nos permite conocerla en profundidad.
Si tuviese que definir Loca Novelife con una palabra diría que ante todo es divertida, aunque tras las anécdotas que nos hacen partirnos de risa se esconde algo de nostalgia. Nuestra protagonista también vive momentos de debilidad, de tristeza, de soledad, se ha pasado media vida yendo de un lugar a otro, pero no de todos los lugares tiene buenos recuerdos, aunque sí en todos estos lugares ha dejado a grandes amigos con los que mantiene una estrechísima relación y con los que Eugenia vivirá situaciones desternillantes.
Divertido, ameno, de fácil comprensión y muy ágil. Con estos adjetivos no pueden hacer otra cosa que leer esta novela.
Por si les interesa: Elvira Rebollo tiene un blog literario, desde 2008, cuyo nombre es el mismo que el de esta novela.
Patricia Bafalluy Garcés
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