Baile del Sol, Tenerife, 2012 146 páginas. 14 euros
24 julio, 2013 por Alberto García-Teresa
Sólo despegándonos de lo concreto, pero atendiéndolo, podremos aspirar a comprender la complejidad de la globalidad de nuestro mundo. El narrador uruguayo Jorge Majfud articula ambas escalas en esta excepcional novela, que nos plasma un excelente retrato sociológico y cultural de las personas inmigrantes en EEUU, y de la propia sociedad de este país.
La obra está formada por la yuxtaposición de fragmentos de historias, encabezadas por la fecha, el lugar (diferentes localidades de EEUU cercanas a su frontera sur) y el valor del índice Dow Jones. Así, se hace explícita la relevancia del capitalismo a la hora de condicionar la vida (y comprender su situación) de estos inmigrantes. A su vez, la multiplicidad de ciudades en la que figuran unos (aparentemente) mismos personajes da pie a entender la vida errante de los sin papeles; en constante huida y en interminable búsqueda. De esta forma, se obtiene una novela con un protagonista colectivo en la que no se pierde la individualidad. Además, muchas de esas piezas constituyen verdaderos microrrelatos, y funcionan de manera autónoma. A pesar de ello, el conjunto se potencia entre sí, por acumulación.
Crisis resulta un libro estremecedor, que presenta un relato duro, lleno de injusticias, de dolor, de abusos de poder. Aborda el racismo, la explotación laboral, los traumas y las dificultades psicológicas y sociales de los inmigrantes, o la conveniencia para el capitalismo de contar con la mano de obra barata y sumisa que encarnan los sin papeles. De esta forma, el autor explora sus miedos, sus sueños, sus esperanzas, a través de escenas representativas, de marcado valor simbólico y metonímico, que le ocurren a un personaje concreto, aunque le podrían suceder a cualquier otro. De hecho, la desubicación sirve para globalizar los acontecimientos, pues puede que sucedan en un mismo lugar o en cualquier otro espacio.
Por otro lado, Majfud juega con diversos tipos de narrador. En concreto, el que se enuncia en segunda persona es el más duro, pues desnuda el interior de la persona migrante al dirigirse a ella. Igualmente, el escritor pone el foco en las diferentes esferas implicadas: migrantes, familiares, mafias, empleadores, trabajadores locales… Además, de una manera muy hábil e inteligente, también construye un retrato de la sociedad estadounidense: su represión afectivo-sexual, el culto y la normalización de la violencia, el control de pensamiento… De esta manera, además,
Crisis constituye una denuncia de un estilo de vida deshumanizado, hipócrita y personalmente empobrecedor. Así, Majfud abre numerosas puertas a las que asomarse, lo que permite vislumbrar distintos ámbitos de la realidad. Por tanto, como confluencia de voces narrativas también resulta muy interesante el libro.
A su vez, Crisis alterna ficción con hechos reales o reproducción de noticias. Igualmente, se incorporan fragmentos ensayísticos, a modo de disertaciones de los personajes. En ese sentido, a través de uno de ellos, Majfud plantea una sugerente teoría sobre la ficción y lo real en la narrativa: el «desdoblamiento-transferencia». En ella, se aplican nociones de proyección, identificación y ficción compensatoria, y busca, así mismo, ofrecer una nueva lectura de esta obra.
Con todo esto, el autor consigue dotar de fluidez y dinamismo al volumen, que no posee una trama sino que, de manera fragmentaria, levanta una visión panorámica del presente.
En ese sentido, Jorge Majfud demuestra un gran acierto al emplear esta construcción en la novela, pues potencia sus objetivos de discurso y, en sí misma, la estructura aporta contenido en esa misma dirección.
Por todo ello, se trata de una obra muy rica, por la que pululan decenas de personajes que, en definitiva, tratan de sobrevivir en y a un mundo gobernado por un sistema económico despiadado. Así, la brillante denuncia de Majfud apela a la dignidad, al humanismo, en un relato amargo y desalentador. Crisis resulta una novela espléndida, hábilmente construida, que nos presenta numerosas vías para observar nuestro tiempo.