Madrid. Finales del siglo XX. Rafael Hernández es un joven recién licenciado en Filosofía que —obviamente— no encuentra trabajo relacionado con sus estudios. Cansado de pedir dinero a sus padres, decide ponerse a trabajar como teleoperador para ir tirando, y lo que, en principio, parece ser una escapatoria temporal, se convierte en más de cuatro años trabajando en el turno de noche contratado consecutivamente por tres empresas diferentes para atender a los clientes de una misma televisión digital de pago. Conocerá así Rafael los contratos temporales, los fatídicos cargos intermedios, la lucha sindical y todo tipo de miserias (y glorias) laborales que se puedan imaginar relacionadas con el telemarketing, en concreto, y con la precariedad en la empresas, en general. El trabajo nocturno le absorberá hasta tal punto que afectará a sus relaciones íntimas y dejará apartada la tesis sobre el nacionalismo que pretende desarrollar. Rafael se hará mayor, pero no perderá la pasión por la música rock que le une a sus amigos, aunque al crecer e incorporarse al mercado laboral se dará cuenta de la complejidad de la realidad, de lo fácil que es hablar y lo difícil que es actuar y tomar decisiones. Narrada en primera persona con dureza, ironía y mucho sentido del humor, la historia de Rafael es, tan patética como divertida, la de tantos jóvenes (y no tan jóvenes) explotados por un salario miserable que creen en un futuro mejor que no acaba de llegar. Una historia normalmente silenciada que aquí se revela en toda su cruel extensión, sin olvidar los matices y contradicciones que marcan cualquier actividad humana.
Sinopsis facilitada por la editorial.
El autor:
Gonzalo Aróstegui Lasarte Pamplona 1971) cuyos apellidos revelan que como mínimo nació en Navarra, aunque lleva media vida siendo o residiendo en Madrid se estreno en el mundo literario con su opera prima Madrid3 (2004). En lo que se le conoce de su desempeño por el mundo, ha sido cronista cinematográfico eventual de la Revista Ruta 66. En la actualidad desarrolla un blog (Ragged Glory)de bastante categoría desde mi punto de vista en el que analiza discos de jazz y de rock
Si te interesa la música puedes aprender mucho con sus comentarios aquí
Impresiones:
Su portada me llamó de inmediato la atención, un llamativo fondo rojo y sobre él un martillo cruzándose con unos cascos de teleoperador con su pinganillo. Le dí la vuelta al libro y tras leer su sinopsis el flechazo fue inmediato, quería leer ese libro y sabía que sería un libro de los que disfrutas y reflexionas con su lectura, no sabía que me iba a encontrar entre sus páginas pero si que no me dejaría indiferente. Hoy al cerrar el libro siento la agradable sensación de saber que no me equivocaba. Un libro que me ha recordado un pasado, un presente y un futuro, antiguos compañeros, y un futuro maquillado con falsas promesas o mejoras reales, pero que no deja de ser la misma miseria humana de siempre.
No estamos hablando de la Biblia, ni del mejor libro del mundo, pero sin lugar a dudas estamos ante una magnifica crítica a todo, bien escrita, aportando reflexiones simples, profundas o a mitad de camino entre la desesperación hecha monotonía y la protesta encubierta presentada a modo de historia. Creo que es un libro que merece la pena leer sobre todo en estos tiempos de crisis que corren, porque hacer reflexionar y aunque la historia puede o no puede gustar, lo que quiere expresar es "evangelio" del día a día del sistema laboral español y de como puede llegar a influir en la vida de las personas.
Ya desde el comienzo nos empezamos a dar cuenta, de que iremos de la mano de un protagonista Rafael, licenciado en filosofía y teleoperador del turno de noche de una gran empresa de televisión por cable, contará su historia en primera persona con un lenguaje irónico sincero, soez de tarde en tarde pero nada mas lejos de como lo haría una persona normal y corriente de la calle, donde de vez en cuando gusta de incluir disertaciones sobre su tesis, sus propios pensamientos sobre el nacionalismo, la filosofía aplicada a la realidad de la vida. No debemos dejar que nos aparten de la historia estas libertades que el autor se toma, aunque por favor es de obligado cumplimiento no dejarlas escapar, pensar en ellas que nunca viene mal ejercitar el pensamiento más allá de lo que lo hacemos con nuestras cosas diarias porque hablando de su tesis, muy interesante y recomendable el tema de los nacionalismos y su forma de razonarlos, aunque desde mi punto de vista tenga una visión distinta a la de él. Estas continuas alusiones a frases y sentencias de filósofos irán intercaladas entre su vida laboral y su intento por componer una tesis de la cual seremos testigos mudos de su estancamiento en playas lejanas del compromiso por realizarla.
Llegados a este punto, creo que ya empieza a notarse el cierto cariño que profeso a este libro y quizás convenga antes de continuar, desnudar mis verdaderas razones. He visto mi vida reflejada en el libro y ha sido como si alguien gritara al mundo lo que en su día o incluso hoy yo no he podido. Una parte de mi vida anterior mientras terminaba la carrera y buscaba dinero fácil trabajando en los bares, se desarrollo en el mundo del telemarketing más oscuro y profundo. Promesas de un empleo fijo,en un verano trabajando duro, privándome del disfrute estival porque cada mañana me encerraba en un cubículo de una pequeña habitación junto con un numeroso grupo de personas. Grandes carteles que te animaban en un principio y te exigían cuando los plazos llegaban a su fin, la cantidad que tenías que vender. Con un salario super básico, rozando el salario mínimo requerido, sin pausas para el descanso visual (pvd), firmando la renuncia a la mediación de un sindicato ante cualquier conflicto y no rigiendote por ningún convenio. Ese fue mi bautismo como teleoperador. Podéis prever el final, se termino el verano, con ello los meses de más venta y aunque cumplí con los objetivos me dieron la patada.
Por tanto este libro relata lo que puede ser la historia de miles y miles de estudiantes universitarios (hablo de este grupo, porque es el caso que nos muestra la historia, que nadie se sienta excluido)que han sufrido en sus carnes al agarrarse a un trabajo con cierta oferta en el mercado laboral, presas del nerviosismo de una edad, una carrera terminada y poco futuro, en un horizonte laboral de un país, con muchas medidas y recortes a tomar pero pocas soluciones que aportar.
Bravo Gonzalo, con un lenguaje directo, sin pelos en la lengua has descrito de una forma amena y sincera el a,b,c de este mundo. Empresas subcontratadas por empresas multinacionales donde el trabajador se queda en tierra de nadie y sus protestas no tienen eco puesto que su situación o sus condiciones, raras veces se ven reflejadas con claridad. Transcurriendo en las ultimas décadas del siglo XX, recordaremos algunos de los acontecimientos que más nos impactaron en aquellos años.
La guerra interna entre pertenecer al margen de todo, ser el abanderado de tus derechos o venderte a la empresa por un mendrugo de pan que sacie o alivie tus condiciones. Ser martillo antes que yunque, no saber si tendrás un mañana en la empresa, pero cuando te das cuenta llevas cuatro años y has firmado 17 renovaciones o ampliaciones. Como te afecta a tu vida social, a tu estado de animo, a tus relaciones lo que en un principio parecía que iba a ser momentáneo y que con el paso del tiempo, acostumbrarte a un sueldo y la falta de tiempo para organizarte y buscar algo mejor, llega a convertirte en un naufrago en una isla desierta.
Se trata de un libro que habla de la vida misma, la razón, el método choca y se diluye con el fanatismo gamberro y desenfadado de un protagonista que nos enseñara mucho de la condición humana, del trabajo temporal, de la verdadera realidad de los sindicatos, todo ello eso sí, entre concierto y concierto de rock and roll. Porque si algo tengo claro en estos últimos meses es que, mientras más me alejo por involuntariedad propia de la música, más se encargan los propios libros de acercarme a ella. Nuevamente y van tres, cuatro tal vez, un nuevo libro que despliega ante mí todo un catalogo musical del que me es imposible evadirme y no anotar y buscar como suena, que tal son. así que sois musiqueros otra razón más para perderos entre sus páginas.
Adelantándonos a su final, decir de él que no sorprende de tan real que llega a ser, y sin giros extraños nos lleva a un desenlace que estaba casi cantado desde que nos metimos en faena. Si bien esto no le resta calidad, tampoco lo hace ser sobresaliente, desgraciadamente lo importante es lo que te hace sentir y el reflejo de comos son las cosas porque la historia es más de lo mismo en este país,donde estos abusos se han convertido en algo normal y ya no son ninguna novedad que de tan normal que se han convertido estos abusos.
Se han hecho libros de anécdotas sobre las vivencias de maestros, guardias civiles, médicos enfermeras, etc, ya era hora de que el mundo del telemarketing con el que hoy en día tenemos un contacto o una experiencia casi a diario saltara a la palestra con un relato de sus entresijos. y creo que Gonzalo nos trae una muy buena muestra.
Permitirme una aclaración. Hablando con algunos compañeros sobre el libro que estaba leyendo me comentaron que en su título había un error al usar el articulo los en lugar de las para referirse a antípodas.En un principio yo también creí que se trataba de una errata o fallo de expresión por lo que decidí investigar dando como resultado esto.
En Geografia, el antípoda o los antípodas (del griego anti: "opuesto" y pous, podós: "pie, del pie") es el lugar de la superficie terrestre diametralmente opuesto a otro lado; es decir, el lugar de la superficie terrestre más alejado. Según el diccionario de la Real Academia Española (RAE), el DRAE, un antípoda o perieco es un habitante del globo terrestre que, con respecto a otro, mora en un lugar diametralmente opuesto.
Por lo tanto antípodas es masculino, solventada la duda por mi parte.