Día 200. Armando Rivero. En la jaula del vino (2004)
Hay una tristeza circense
en estos movimientos
tus manos aliadas de mi espalda
son vagas y son párpados
y aún pertenece una de mis alas
a las paredes de ésta habitación.
Quiero probar la carne de las nubes
y de las estrellas,
la boda de mi madre está en el suelo
dónde la arena, la malva, lo que no sirve,
lo que no es lluvia,
y el vino que tropieza mi mano cada noche
en la repetida fiesta de ayer.
Apaga la voz del espejo
porque quiero bajar a través de ti,
ya que nosotros estamos tan cerca
que casi, somos algo.
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