Día 162. Manuela Paso. Psoriasis (2013)
NO QUEDA NADA
Duerme: no queda nada.
Ya no somos los bañistas que se suben la espuma del mar hasta el cuello.
No hay agua que pueda limpiar todo ésto
.
Duerme -dijo Lorca- No queda nada.
No queda nada de la música de los nidos.
No queda nada del baile del oxígeno.
No queda nada del “reino de la espiga”.
El mar digiere su sonido de peces y latas.
Las vías y la hierba
duermen.
El niño que aprendió a hacerse la lazada
duerme.
Los animales en el sudario de la autopista y atiborradas de monstruos las células
duermen.
No queda nada.
¿Despertó una mañana como si se soñara a sí mismo,
tarántula y nieve,
arañando su pelo azul y valiente?
A mediodía se puso despacio la camisa y abotonó la angustia y lo vieron
sonámbulo, durmiente, despierto,
recitar aquel verso tan hermoso como oscuro:
duerme dos puntos espacio no queda nada punto y aparte
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