jueves, 28 de marzo de 2013

LUGARES QUE NOS HABITAN, Marta María López


Hace mucho tiempo que, por trabajo, leo otro tipo de libros muy distintos a este del que ahora quiero hablar, por eso ha sido un lujazo leer este por puro placer.  Antes de nada quisiera decir que ojalá la distribución fuese mejor porque ha sido una odisea poder conseguirlo.
Me resulta muy difícil hablar de un libro de relatos sin destripar las historias de cada relato, pero allá vamos…
El título del libro (precioso, por cierto) hace alusión a la influencia que tienen sobre los personajes los lugares en los que viven. Son lugares metafóricos, lugares que explican los estados de ánimo de las personas. En cuanto a los personajes, todos ellos deben hacer frente a algo insólito que ocurre en sus vidas y que los cambia para siempre.
La mayoría de los relatos están protagonizados por parejas. El primero, titulado “Voces”, es uno de los textos más inquietantes que he leído: una pareja comienza a escuchar voces en su apartamento, pero eran voces distintas. Creen que es el vecino, pero descubren que no es él y el relato se precipita hacia un final que deja impactado. Esa es una de las cualidades de esta autora, que cuando acabas de leer sus relatos, te preguntas: ¿pero qué coño ha pasado? Y es el lector quien debe reflexionar sobre lo que ha ocurrido, porque no se da nada masticado.
Le sigue un relatito muy breve titulado “La gotera” que es maravilloso y en el que una pareja se desequilibra por culpa del ruido de una gotera que tienen en casa, pero cuando arreglan el problema de la gotera les sobreviene el verdadero problema, el más grave.
La señora Devereaux” es mi relato favorito. Es muy raro, casi diría que es de miedo. En él, una mujer es confundida con otra. El propio marido y los hijos de esa otra mujer la confunden, a pesar de que ambas no se parecen en nada. Al leerlo, sentí una sensación de angustia y de ahogo. El relato parece querer decirnos que nunca conocemos a nadie a fondo y que a veces aquellos a quien mejor debemos conocer son para nosotros, en el fondo, perfectos desconocidos.
Desapariciones” me resultó un relato curioso. El protagonista tiene el poder de hacer desaparecer las cosas que no le gustan, de manera que puede crear una relación perfecta porque hace desaparecer todo aquello que molesta a su amada, pero ni con eso logra que la relación dure, como si la autora nos dijese que no son las relaciones perfectas las que perduran, sino aquellas que logran adaptarse a los cambios y superarlos sin borrar los problemas.
Noviembre” es el relato más misterioso. No supe muy bien qué nos estaba contando la autora. Se desarrolla en un hotel nórdico donde una pareja va cada año a pasar el mes de noviembre. Durante esta estancia, ella tiene siempre un comportamiento extraño que no se repite durante los siguientes once meses. Sólo en noviembre. No sé si ese hotel es la antesala del infierno o es el propio infierno o es el purgatorio. Tal vez solo sea la metáfora de los malos momentos de la vida, que nos dejan esa sensación de frío en el cuerpo y malestar. El final, además, con ese desdoblamiento de uno de los personajes parece que es una forma de decirnos que hay siempre dos opciones ante los malos momentos: dejarse caer o salir hacia adelante.
Monstruo” es otro gran relato. Aquí no hay parejas, sino una vecindad que se une para luchar contra el vecino raro. Las historias que se cuentan sobre él son cada vez más estrambóticas y la solución que se toma al final es de una violencia extrema. Ser extraño y diferente a la mayoría es muy difícil, la autora parece que nos dice que ser distinto puede ser perjudicial para la salud.
Tampones y pomelos” es un cuento maravilloso sobre la soledad, el amor y el respeto al espacio del otro para no agobiarlo. Me recuerda a una historia que escuché hace tiempo en el telediario: en Japón un hombre descubrió que una mujer llevaba meses viviendo dentro de su armario sin que él se diera cuenta. Esta es básicamente la historia que se cuenta en este relato, pero a esto hay que añadir que al hombre le gusta saber que alguien habita su armario y ella es tan escurridiza que no se deja ver, sólo se sabe de su presencia porque logra grabarla con su webcam.
Un poco de intimidad” es el relato más largo del libro. Nuevamente una pareja comienza a vivir situaciones extrañas que los desestabilizan. Mientras lo estaba leyendo me preguntaba si lo que los demás opinan de nosotros puede condicionar lo que opinamos de nosotros mismos. Este relato parece decirnos que sí. Me gustó mucho, de los que más.
Moscas” es el último relato del libro. ¡Qué asco! Imaginaros que os compráis una casa en las afueras y que vais a limpiarla un poco y a esperar el camión de mudanzas. Estáis solas y no ha cobertura para el móvil. Imaginaos que de cada enchufe y desagüe comienzan a salir moscas y más moscas, moscas inteligentes que se organizan como ejércitos y os atacan… Pues eso. Este relato me dejo el cuerpo con escalofríos.
Resumiendo: recomiendo este libro. Está muy bien escrito y sus historias son extrañas y diferentes. Igual en vuestra ciudad no encontráis una librería que lo tenga, pero siempre se puede comprar por internet. Muy recomendable, de verdad. Agur.

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