Era la hora del almuerzo
y la cafetería estaba repleta.
Entre las cortinas de visillo
de la entrada
el sol irrumpió junto a ella
y traspasó su vestido de gasa azul.
Se hizo el silencio.
El inicio de la primavera
nos cogió a todos por sorpresa.
y la cafetería estaba repleta.
Entre las cortinas de visillo
de la entrada
el sol irrumpió junto a ella
y traspasó su vestido de gasa azul.
Se hizo el silencio.
El inicio de la primavera
nos cogió a todos por sorpresa.
Pablo Casares. De “Días
prestados”. Baile del sol. 2009.
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