Había querido ser profesor, y lo fue, aunque
sabía, siempre lo supo,que durante la mayor
parte de su vida había sido uno cualquiera.
Mucho tiempo. Hacia mucho tiempo que no pasaba por mis manos una novela tan intensa, de esas que no podemos soltar hasta llegar a la palabra fin: Stoner, de John Williams –por favor no confundir con el compositor de Bandas Sonoras–.
A lo largo de sus doscientas cuarenta páginas nos encontramos con una historia simple, contada de forma cronológica: la de un profesor de Universidad, William Stoner, en Missouri, en los Estados Unidos de principios del siglo XX, desde que sus padres lo mandan a la Universidad hasta su muerte. Publicada por primera vez en 1965, está claramente influencia por las secuelas que dejó la generación perdida. Nos muestra la melancolía, el desencanto, la tristeza que ocasionó en Estados Unidos la primera Guerra Mundial, la crisis del 29, la ley seca,...
¿Qué es lo que tiene de extraordinario la novela, si narra la vida cotidiana de un profesor de Universidad? Y es eso mismo, el hecho de que sea una historia simple, sencilla, verosímil, lo que nos seduce y nos lleva a continuar leyendo página tras página. Recorremos su historia, desde sus comienzos como estudiante en la Universidad –en un principio va a estudiar agronomía, pero la cambia por la literatura–, su graduación, su boda, sus problemas –tanto en el trabajo como en el día a día–, su descendencia ..., es decir, la vida de una persona, de un ciudadano de a pie, de un individuo que no se rebela contra nada ni nadie, lo que puede provocar que sea considerada como una vida monótona o aburrida. Es la forma ágil de narrar lo que atrapa, cómo nos muestra la vida de William Stoner y la de los personajes satélites que pasan por la vida del protagonista, sobre los que quisiéramos saber más y que son merecedores de tener su propia novela.
Por otro lado surge el inconformismo del lector sobre el modo de actuar del protagonista ante los hechos que se le van presentando: ¿Actúa con coherencia? ¿Es cobarde al no rebelarse, al aceptar todo lo que le sucede?... y es por ese motivo por el cual la novela no deja indiferente al lector, que no puede permanecer pasivo al finalizar su lectura. Bajo una narración sencilla subyace un trasfondo de ideas, de sentimientos que provocan interpretaciones múltiples sobre lo que nos cuenta John Williams en su novela.
Stoner es un libro al que le ha faltado una campaña de publicidad adecuada. Ha sido el boca a boca lo que la ha ido asentando como una de las novelas más recomendadas últimamente. La novela esta publicada en Baile del Sol. Va por su cuarta edición.
Su lectura no defraudará. Estoy convencido.
© Miguel Urda
Muy de acuerdo con tus comentarios, sobre todo esto que dices del "inconformismo del lector" que, en mi caso, era una especie de indignación. Esa especie de renuncia zen, de moverse en el espacio de lo que a uno le dejan, apenas un atisbo de felicidad, puntualmente. Un amigo mio suele referirse a esto como "esperanza sostenible". Será eso. Gracias por el post (y por este blog), no es un libro muy leído como para poder comentarlo.
ResponderEliminar