Día 314. David Eloy Rodríguez. Por donde pasa la poesía (2011)
UN POEMA DE TERROR
En nuestros mejores casos lasquitas de diamante sin porqué,
asomo de hilo de un ovillo sin hilo, o, mejor mirado,
monos lúcidos holgando colgados del árbol de la pereza,
nos vamos poniendo fósiles, volviéndonos registro.
La fábrica de espuma se atasca y arrastramos rocas,
río que transcurre golpeando cauce, lecho y orillas.
Se toma a un niño, se le seca el asombro, se le pone el uniforme,
se le mata.
Luego pasa lo que tenía que pasar:
estos archivos de la desolación, este óxido,
este orgullo de no ser viento, esta paz de los sepultureros,
este hacer el triste. Como polillas haciendo el idiota
en torno a la misma incesante e inútil
luz artificial. Como perros flacos
solicitando más pulgas.
Como un molino que muele
solitario trigo incapaz de dar pan.
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