SO-126. Poesía. 2010. 96 páginas. ISBN:978-84-15019-21-3. 10 €.
Por la precisión
supe que el tiro
vino de dentro
Al psicoanalista le dije que todo lo que no sé de mí
está en las bolsas de basura
que bajamos por la noche al contenedor.
La comida caducada, las zapatillas no estrenadas,
las flores de plástico.
Para que no
lo vieran
tuvo que
andar a favor
de los vientos.
Como una daga (por el cuello)
que hacia adentro se entrega fácil
como un insípido veneno (por la boca)
que transparente se disuelve
sin saber supo ser aire
y así nos ganó para la muerte —sin matarnos
todavía— (como un virus)
Así es la mentira.
(Fabricantes de juguetes)
Desde tierra, todos los aviones son juguetes.
No sabemos a dónde van
y soñamos que cada pasajero tiene un billete
y un vuelo a su medida.
Soñamos.
Otros sueñan que su voto es personal e intransferible
y que cada uno escoge
libremente a sus dirigentes.
Soñamos.
Juguetes las maderas recogidas cerca del arroyo,
atadas con un cordel, como soldados prisioneros,
aquellos que no han vuelto
y son cogollos en una ribera no reconocible.
Curioso. Todos los brotes parecen del mismo árbol.
Curioso. El bosque son árboles que no dejan ver
a los curiosos. De noche, un cuerpo de viento y troncos
caídos entiende y responde. Pero todos duermen sin paz.
Epílogo
porque
también el amor
es un disparo
viktorgomez.net
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