jueves, 13 de junio de 2013

Las batallas silenciosas de Juana Cortés

 LAS BATALLAS SILENCIOSAS está compuesto por los primeros relatos de la autora, en los que se encuentran ya la mayor parte de sus obsesiones y delirios. Mujeres de arena, capaces de cambiar de forma bajo la mano del viento. Niños con los que uno no querría quedarse a solas. Gatos orgullosos y astutos, que parecen reírse de los estúpidos humanos. Lo dulce y lo amargo. Los frutos del árbol de la rabia. Los sueños del hombre despierto. Utilizando un humor sutil a veces, otras aproximándose desde el terror y lo inquietante, la autora desgrana sus historias dentro de cada una de las cuales encontramos una particular batalla. Batallas que, a pesar de estar ancladas en lo cotidiano y ser sumamente silenciosas, no dejan de ser crueles y perversas. Estas batallas tienen que ver con el amor, con los sentimientos que los personajes no saben manejar y a los que sucumben. También con el deseo y el sexo. Con el material que alimenta los sueños y los rencores. Con el pesar causado por aquello a lo que hemos renunciado, convirtiéndolo en sombra. Con el placer de zigzaguear. Con el desasosiego y la caricia.
Una lectura que he disfrutado mucho más de lo que esperaba. Vuelvo a sorprenderme con una autora a la que no conocía y que demuestra una gran maestría en un género tan difícil como es el relato. 
Nos habla Juana Cortés en cada relato de batallas cotidianas, de esas batallas que tienen lugar todos los días, en cada casa, en cada familia, de forma silenciosa. Esas batallas que la vida nos depara todos los días. 
Once relatos conforman este libro y me resulta difícil decantarme por uno. Todos tienen como base un mismo tema: la falta de amor, la ausencia de cariño... La soledad... Aunque estemos acompañados, aunque tengamos una familia... La soledad... Y quizás el mejor relato en el que esto se represente sea La misma luz, los mismos colores.
La locura está presente en varios relatos. Aparece en El corazón en un puño, donde el amor se transforma en obsesión. Aparece en Gunter, donde la protagonista cae en la locura a causa de su infertilidad. La maternidad no lograda y tan ansiada hace que sea incapaz de diferenciar lo real de lo irreal. Y destroza toda su vida. Y vuelve a aparecer en Ojos azul hielo, un relato asfixiante, agobiante. Y si en el anterior relato, era el deseo de ser madre el que llevaba a la protagonista a la locura, aquí es la maternidad. Esos primeros meses en la vida de un niño, esos llantos, esa falta de tiempo, esa continua atención... Esos nervios que empiezan a flaquear... 
La homosexualidad también tiene su protagonismo en algunos relatos. En Gilda en casa, vista a través de los ojos de un niño. Un niño que no comprende que su padre les haya abandonado y que no comprende que una mujer ocupe su lugar. No comprende que su madre sea feliz con otra mujer. Pero terminará aceptando esta relación. Terminará entendiendo que el amor no tiene límites,que no entiende de sexos. Que es tan solo amor. También aparece la homosexualidad en Los niños del bosque. Y en unos tiempos tan difíciles como eran los años de la guerra civil, años en los que la homosexualidad no era aceptada. Años en los que tenían que estar ocultos, en los que no podían manifestar abiertamente su amor. Y de fondo, la guerra. Una guerra que acabó con la niñez, que destrozó vidas, que terminó con las ilusiones, que llevó a la locura.
En Díálisis de amor y Nieve, sus protagonistas sólo quieren escapar de la rutina, sólo quieren salir de ese día a día que les encierra, que les aprisiona. Y encuentran ese momento de escape, ese momento de libertad. Pero la rutina vuelve...
Los malos tratos están presentes en Resurrección, un pequeño relato que encierra una trágica historia, donde los secretos también están presentes. En Casualidades nos enseña la autora como los remordimientos nos pueden llevar a tomar decisiones equivocadas y destrozar toda una vida que estaba sólo empezando. 
La historia más surrealista la encontramos en Los tres pies del gato, un relato que nos arranca más de una sonrisa. Y es que no podemos evitar compadecernos del protagonista  y simpatizar con él. Y es que el hermano de su mujer ha vuelto, pero... ¡transformado en gato! Y esto provocará muchos cambios en su vida de pareja.
Son todas historias sencillas, cotidianas, escritas con una prosa sencilla, ágil, sugerente, que nos lleva a leer relato tras relato casi sin darnos cuenta. Un libro que nos habla de pérdidas, de ausencia de amor, de deseos insatisfechos...  Un libro que todo amante al género no se puede perder.

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