lunes, 1 de agosto de 2011

Primer paso a la oscuridad


Por Alberto García-Teresa
Primer paso a la oscuridad
Ivana Bodrozic

El primer poemario de esta escritora croata (que obtuvo sendos premios para poetas jóvenes en su país con esta obra como manuscrito y a posteriori) nos ofrece, bajo una aparente sobriedad, una voz desoladora, en la que resuenan continuamente las astillas clavadas en su garganta al modular las palabras, como un eco reiterativo que devuelve al presente el horror de la guerra vivida en la infancia.

Bodrozic construye con un tono cercano un ambiente cotidiano, en el cual un «yo lírico» muy definido se mueve con comodidad. Sin embargo, nos remite constantemente a la biografía de la autora, y en ese sentido pesa la salida sin retorno de su pueblo natal a causa de la guerra, a los nueve años, su vida en un hotel para refugiados y la desaparición (y asesinato, a pesar de no estar a día de hoy identificado el cadáver) de su padre. Así, persiste la angustia del recuerdo del conflicto y de la incertidumbre respecto al paradero del progenitor; la ansiedad de las pesadillas que no terminan de disiparse y que asaltan los versos de manera inesperada.

Construye de esta manera una atmósfera atravesada por el dolor y la violencia («al resto de los seres que se mueven a mi alcance / cada muestra casual de alegría, por muy pequeña que sea / les suena como una provocación inapropiada / causada por el enemigo»). Esto irrumpe en los poemas constantemente, o aparece de manera casi transversal en ocasiones, a través entonces del léxico o por alusiones veladas, pero también se sitúa en el primer plano de buena parte de los textos del volumen. De ahí la aparición de símbolos y escenarios recurrentes, como llamativamente ocurre con el tren, y la indefensión y el desamparo que articula el «yo».

Por eso mismo sirven de fuerte contrapunto los poemas de amor, que aparecen así como refugio y como anhelo de sosiego y humanidad, que denota la necesidad imperiosa de contacto humano de quien ha crecido en la aspereza de la presencia permanente de la muerte y de los fallecidos.

Así, Primer paso a la oscuridad mantiene un poso desasosegante, con lo que se conforma un conjunto de poemas muy duro, pero que elude el tremendismo y las lecturas existencialistas y las generalizaciones. Se trata de la enunciación de una subjetividad que no es capaz de desprenderse de su herencia vital, la cual arrastra determinando notablemente su configuración del mundo y de las relaciones humanas: «Yo soy el vacío entre el 1991 y el 2000-y-años-/-sucesivos», concluye demoledoramente.

Se trata, en suma, de un poemario espléndido y estremecedor, poblado de múltiples capas que recubren la pequeña historia asolada por la Historia; las palabras que brotan desde cicatrices que no han dejado de crear hemorragias internas y que buscan, a través de la poesía, reconstruir las ruinas de un mundo que no termina de desmoronarse repetidamente sin fin.
Primer paso a la oscuridad
Ivana Bodrozic
68 páginas
2011
ISBN: 978-84-15019-50-3
 
http://www.culturamas.es/blog/2011/07/31/primer-paso-a-la-oscuridad/

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