Afrontaba la que ha sido mi primera lectura conjunta con una mezcla de emoción e incertidumbre y he de reconocer que la experiencia me está gustando. Poder conocer lo que otros compañeros blogueros opinan sobre el mismo libro es una experiencia excitante y enriquecedora, de la que estoy disfrutando. Pero antes de empezar con mis impresiones me gustaría agradecer a Mari Carmen, del blog Adictos a los libros, por su organización y a la editorial Baile de Sol por proporcionarme el ejemplar.
Autor: Miguel Paz Cabanas
Año: 2010
Editorial: Baile Del Sol
Encuadernación: Rústica con solapa
PVP: 12,48 €
ISBN(13): 9788415019121Páginas: 174
Género: Narrativa
Opinión
Me gusta empezar mis reseñas con la sinopsis del libro del cual voy a opinar, normalmente con la que la editorial incluye en la contraportada del mismo, para que el lector sepa de qué va la historia y, si le agrada, siga leyendo mis impresiones. Pero en esta ocasión no pondré la descripción que nos ofrece Baile del sol ya que más que una síntesis me parece un resumen del libro, deja poco espacio a la sorpresa y eso no me gusta, prefiero una sinopsis que sugiera a una que me cuente qué me voy a encontrar en sus páginas hasta prácticamente el final.
Si empezamos precisamente por ahí, por el final, diré que es quizá el único pero que le pongo al libro. Un final algo ambiguo que no cierra completamente las tramas. Pero comencemos por el principio...
Qué podemos pensar de una persona que se nos presenta así: "Tengo cuarenta años y un coche con dos airbags". Pues quizá no nos equivocamos si pensamos que si en esta frase se resumen todos los logros que ha conseguido en la vida, vaya vida más triste. Santiago trabaja en un sector tan poco atractivo y gratificante como el de las pompas fúnebres, es separado y tiene una hija adolescente, Luisa, con la que no tiene muy buena relación. Con esta panorama familiar, decide llevarse a su hija de vacaciones a la costa con el ánimo de congraciarse con ella y estrechar lazos. Pero las cosas van a ser más complicadas de lo que él pensaba. Lo que en principio iba a ser un viaje redentor en el que reconciliarse con su hija, se va tornando en una sucesión de situaciones un tanto rocambolescas y surrealistas que convertirán estos días en un viaje existencial en el que poder reconciliarse con la vida.
Durante las páginas del libro Santiago nos narra en tono melancólico, pero sin perder un punto irónico e incluso humorístico en ocasiones, lo que ha sido de su existencia. La vida no ha discurrido como él esperaba y se encuentra en un punto en el que es difícil reconducirla. Para arreglar algunas cosas quizá ya sea demasiado tarde. Demasiado tarde con su hija, demasiado tarde con su mujer, demasiado tarde con su hermana, demasiado tarde con su trabajo...
"Luisa es tu última oportunidad, sí, la oportunidad de no acabar solo en la vida"
Si hay algo que me ha gustado de El viaje del idiota, además del dibujo que el autor hace del protagonista, ha sido su preclaridad a la hora de tratar el tema de la familia. En todas las familias hay secretos o temas de los que no se hablan. Los problemas con los hijos adolescentes son también algo a lo que cualquier padre debe hacer frente en mayor o menor medida llegado el momento. A todos nos ha fastidiado alguna vez nuestra madre metiéndose en cosas que no le incumbían. Las relaciones con la familia política también son un tanto complicadas en ciertas ocasiones. Todo estos problemas cotidianos se reflejan en el libro y todo se reduce a una falta de comunicación. Si normalmente es cierto el refrán que dice "hablando se entiende la gente" en el caso de la familia es aún más cierto si cabe. Los silencios entre hermanos, hijos o padres llegan convertirse en una carga demasiado pesada de soportar. En la tarea de llenar esos silencios Santiago contará con la ayuda desde el más allá de su padre y quizá así logre sentirse más libre.
"absolutamente todo lo que hacemos, y sobre todo lo que dejamos de hacer,
posee su repercusión, deja su huella indeleble en la vida".
El viaje del idiota es, en conclusión, el de esa gente que va por la vida sin importarle lo más mínimo los demás, esos que giran la cara para no ver las cosas y hacen como que no existen, los que se niegan a ver la realidad y no la enfrentan. Esas personas que miran hacia atrás y no ven nada por lo que merezca la pena vivir.
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