lunes, 14 de mayo de 2012

'El 15-M debe desprenderse de su marca para no ser instrumentalizado'




El profesor y escritor Matías Escalera defiende la utilidad del movimiento
Asegura que la marea verde no hubiese existido sin el 15-M
'El 15-M ha supuesto recuperar las asambleas como método de trabajo'



Ana del Barrio | Javier Nadales (vídeo) | Madrid
Actualizado jueves 10/05/2012 21:50 horas 49
A sus 56 años, Matías Escalera tiene más energía y vitalidad que muchos jóvenes de 25. Profesor de Bachillerato, portavoz de la asamblea de maestros de Alcalá de Henares, editor de la revista de pensamiento crítico Youkali, escritor, poeta, agitador y miembro del 15-M, su frenética actividad agotaría a cualquiera que intentara seguir sus pasos. Sin embargo, él no está agobiado. No hay ningún rastro de estrés en su rostro. Todo lo contrario: respira serenidad pese a los tiempos convulsos que corren.
Con la distancia de los 365 días transcurridos, Escalera hace balance del 15-M y de lo que considera su esencia: la estructura horizontal del movimiento. Precisamente, esa falta de jerarquía que muchos critican es para el escritor la mejor de sus virtudes: "El 15-M ha abierto muchas posibilidades, como la recuperación de la asamblea y la horizontalidad como método de trabajo. Ese carácter horizontal no jerárquico y la falta de un líder es su seña de identidad y no debe perderla. El 15-M no tiene que ser un movimiento, ni una organización política ni una marca registrada. Debería desprenderse incluso de su propia marca para no ser instrumentalizado", argumenta Escalera.
Por este motivo, critica sin ambages el hecho de que un sector de Democracia Real Ya se haya constituido en asociación, lo que ha provocado cierta división en el movimiento: "Es todo un error. El 15-M no tiene poesía ni arte ni literatura ni nada estructurado. Debe ser renuente o impermeable a cualquier intento de institucionalización o de organización estable".

'Más capacidad de autoorganización'

Este combativo profesor defiende a capa y espada la utilidad de las asambleas, pese a quienes censuran que se han convertido en debates estériles y eternos: "Las asambleas ciudadanas han aprendido con la experiencia. Ahora, tenemos mucha más capacidad de autoorganización. El movimiento de la marea verde de profesores no hubiese sido posible sin el aprendizaje previo del 15-M. Los sindicatos de la enseñanza, que se habían esclerotizado, han tenido que recuperar las asambleas como método de trabajo, algo que habían perdido", sostiene con convicción.
'Los sindicatos de enseñanza que estaban esclerotizados han tenido que cambiar sus métodos gracias al 15-M'
¿Y qué es lo queda un año después? ¿Ha servido para algo el 15-M? Matías Escalera pone varios ejemplos prácticos de su municipio madrileño para demostrar la utilidad del movimiento: la comisión antidesahucios que ha logrado evitar varios embargos de casas, el logro de que los plenos del Ayuntamiento de Alcalá se celebren por la tarde para que los ciudadanos puedan asistir y la puesta en marcha de una comisión en la que se intercambian ofertas y demandas de trabajo.
Conquistas insignificantes para muchos, pero, en su opinión, pequeñas batallas que, combate a combate, pueden provocar una gran victoria: "Las excusas para no hacer nada son infinitas. Si estamos esperando a que surja el movimiento perfecto, nunca haremos nada. Los ciudadanos, sea cual sea su posición política, tienen que reaccionar y ver cómo mientras a los trabajadores se les está haciendo pagar la crisis, aquellos que la han causado están acumulando más capital y riqueza que antes de la misma", afirma para rebatir a los críticos con el 15-M.

Poesía combativa

En la librería Diógenes de Alcalá, donde realiza algunas de sus lecturas, Matías recita con calma uno de sus poemas, recogido en el libro 'Grito y realidad', publicado por Baile del Sol: "Si tenemos el desastre ahí delante de nosotros, ¿por qué no lo vemos?". Su poesía crítica no se queda callada ni es complaciente ante lo que nos está tocando vivir. Sus versos son como pepitos grillo que "nos alertan de cómo el capital se ha instalado en nuestras almas y de cómo nosotros mismos somos los artífices de nuestra propia sumisión", explica.
Escalera comenzó a publicar su obra relativamente tarde. A los 29 años, decidió romper todo lo que había escrito porque consideraba que no era su voz la que sonaba sino la de otros autores. "Casi me cuesta el divorcio, porque era mi mujer la que me pasaba a máquina todos los textos", bromea. Tras residir durante varios años en la URSS y en Eslovenia como profesor de Lengua y Literatura, regresó a España a comienzos de los 90 y se dio de bruces con que el país había cambiado por completo.
'El capital financiero está devorando al capital productivo e incluso se ha deshecho de la política'
Según su relato, se encontró conuna España repleta de nuevos ricos y eso fue lo que le empujó a retomar su vocación literaria: "Al volver, no daba crédito. Yo me preguntaba: '¿cómo es posible que cambiásemos tanto y que nos hiciésemos tan ricos y poderosos en dos minutos? Amigos míos se habían montado en el dólar y decidí que eso sí que valía la pena novelarlo", rememora.
Ha vivido en sus carnes dos cambios de sistema: el paso de la dictadura franquista a la Transición y el desmoronamiento del comunismo en la URSS. A su juicio, ahora estamos viviendo otro cambio de ciclo "con la desintegración del modelo económico, tal y como se pactó en la posguerra europea y en la Transición".
"El capital financiero está devorando incluso al capital productivo, que era el que había creado el Estado del Bienestar junto con los trabajadores. La voracidad del capital especulativo es de tal magnitud que se ha deshecho de la política y, de ahí, viene la estupefacción de los políticos, que todavía no han asumido su nuevo papel. Ya no tienen el control de la situación. Antes, la sumisión a los mercados era implícita, pero ahora se ha hecho explícita. Si algo ha demostrado la crisis, es quién manda realmente", analiza el escritor. A Matías ya sólo le queda la esperanza en la palabra y en movimientos como el 15-M.
1. ¿Dónde estabas el 15-M?

Estaba en la manifestación y me sorprendió la cantidad de gente que acudió y el cariz que iban tomando los acontecimientos. Enseguida, me vinculé con la biblioteca que se montó en Sol, Bibliosol, y organizamos una lectura de poesía en la plaza de Jacinto Benavente.
2. ¿Algo positivo de la experiencia? Todas las posibilidades que ha abierto. La marea verde de profesores es un resultado concreto y práctico del 15-M. Uno de sus valores fundamentales es que da respuestas concretas a situaciones concretas. No es un movimiento estratégico sino básicamente táctico
3. ¿Algo negativo de la experiencia? Nada. El 15-M no tiene un objetivo y, por eso, no se le puede valorar en términos de eficacia. El 15-M no es un movimiento revolucionario sino que nació como un síntoma, como un fenómeno reactivo: no queremos que las cosas continúen como están sino que exista otro modo de hacerlas.
4. ¿Qué queda por hacer? El reto es convertir el 15-M en una tendencia social, en un modo de enfrentarse a la acción social. Pero, al no ser un movimiento estratégico, el 15-M no tiene futuro, sólo presente. No se le puede enjuiciar con vistas al futuro. Es un movimiento complejo y multidimensional.
5. ¿Qué harás este 15-M? La comisión de Literatura quiere organizar unas veladas literarias en el Retiro para el mes de junio. Hay varias propuestas como la creación de dos poemas colectivos: un 'cadáver exquisito' surrealista entre todos los asistentes y un poema en progresión inacabable escrito por todos los que lo deseen: cada persona un verso.
http://www.elmundo.es/elmundo/2012/05/07/espana/1336386171.html 

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