Ellas [también] cuentan -VV.AA.-
¿Sabías qué…?
La primera novela publicada por una mujer negra en Sudáfrica fue <<The Muriel at Metropolitan>> (1979) de Miriam Tlali. La autora narra su propia experiencia y el destino de la mujer sudafricana durante el apartheid. Tanto esta, como <<Amandla>> (1980) fueron censuradas poco después de su publicación.
La nigeriana Flora Nwapa, fue la primera mujer negra africana en publicar una novela en Inglaterra, empezó a escribir en la década de 1950. Considerada por muchos como la madre de la literatura africana moderna, ha sido una de las mejores retratistas de la vida y de las tradiciones desde la perspectiva de una mujer igbo.
Mïcere Gïthae Mugo, fue la primera mujer decana universitaria en Kenia. Fue obligada a exiliarse por su activismo político durante la dictadura de Daniel Arap Moi.
Ivonne Vera, considerada una de las principales novelistas que han surgido en las últimas décadas. Ha utilizado la tradición oral shona como escudo de resistencia ante la dominación blanca y tiene una colección de narrativa breve y varias novelas. Sus obras tratan de igualdad de género y experiencias traumáticas de la mujer en relación con su cuerpo: infanticidio, violación, incesto y aborto, vistos en términos que responsabilizan a la clase política zimbabuense.
Fátima Mernissi, ha sido destacada por su defensa de los derechos de la mujer y es un referente intelectual en el mundo islámico. Su obra <<Sueños en el umbral. Memorias de una niña del harén>> (1994), ganó el premio Príncipe de Asturias (hoy Princesa de Asturias) de las letras en 2003. Estudió además distintas versiones del Corán y plasmó su teoría en “El harén político” (1987), donde dice que Mahoma había sido feminista y progresista y fueron otros hombres que etiquetaron a las mujeres como segunda clase. A día de hoy, es el único libro prohibido en Marruecos.
Este pequeño apunte del ¿Sabías que…?, es solo una mínima parte de todo lo que nos vamos a encontrar en este libro. Además de estos datos y un breve recorrido histórico por la literatura africana del siglo XX, esta lectura recoge una selección de relatos cortos, poesía y ensayo de escritoras africanas de expresión inglesa.
Si soy sincera, he tenido dudas para plantear la reseña. Estaba claro que hablar de las veinte escritoras que aparecen aquí, era imposible. Lo mismo ocurre si hablo de los relatos, dada su corta extensión, desvelarlos, estropearía su lectura.
Dicho esto, lo importante hoy, no es reseñar. Lo importante es dejar constancia de la existencia de este libro con algunos detalles que mencionaré a continuación, para que, más o menos, os hagáis una idea, no sólo de lo que os vais a encontrar, sino de lo importante y necesario que es, que estos libros existan.
Ama Ata Aidoo: Sus obras se caracterizan por enfocar a la mujer y su participación dentro de la sociedad. Sus personajes femeninos están caracterizados por su fortaleza, desafían los estereotipos de mujer africana pasiva y victimizada.
Millones de historias, diferentes culturas, miles de lenguas nativas, cincuenta y cuatro países, un continente… África, la gran desconocida.
La imagen que tenemos de ella es bastante sesgada, e incluso en algunas ocasiones errónea. Que sólo nos lleguen pinceladas, (poco acertadas), a través de los medios de comunicación no ayuda. Que no conozcamos su Historia, o su Literatura nos quede lejana, tampoco. África, esa gran desconocida.
Bien es cierto que en Sudáfrica, por ejemplo, la literatura sirvió como arma crítica contra el poder político y social, ha sido más intensa y prolífica, por las condiciones que impuso el apartheid. Sin embargo, en aquella época, se centró en publicar a escritoras afrikáners y angloparlantes blancas, ¿Quién no conoce a Nadine Gordimer, Olive Schreiner o Doris Lessing? Sus obras no se infravaloraron como las escritas por mujeres negras.
Como bien indica la introducción, hablar de Sudáfrica sin mencionar prestigiosas escritoras que han luchado, tanto dentro como fuera del país, es tener una visión bastante parcial y subjetiva de la realidad; una realidad que, por otro lado, no interesaba sacar a la luz.
Farida Karodia, Zoë Wicomb, Miriam Tlali… entre otras, utilizaron sus escritos, para hablar de la reconquista de la identidad, la opresión racial, el apartheid, la crítica al mundo moderno o la lucha contra el opresor blanco. Aclaro, que esto que vemos aquí, no pilla tan a desmano, no estamos hablando de cosas que ocurrían hace siglos, esta situación se toleró en un siglo que se suponía moderno y evolucionado. Aún hoy, en muchos lugares, se sigue manteniendo.
Ellas[también] cuentan, es un viaje alrededor del continente africano, una oportunidad excelente para cambiar el punto de vista. Si no lo cambiáis, al menos, conoceréis de primera mano, la pluma de estas escritoras africanas, sus inquietudes, sus intereses, su voz.
He de reconocer, que no soy mucho de relatos, y sin embargo, este libro me ha calado. Estoy completamente fascinada con la fuerza que desprenden estas páginas. No os voy a engañar, no se trata de una lectura fácil y ligera, la mayoría trata temas muy duros, demasiado, tanto como para dudar si realmente queda algo de humanidad en el mundo. Temas recurrentes son la esclavitud, la violencia de género, el racismo, la violación, el exilio, el abuso de poder… No son relatos edulcorados o “maquillados” para no herir la sensibilidad del lector, pero tampoco es un regodeo en el drama de lagrimilla fácil. No, no es paternalista, los personajes son el instrumento para dar voz, para poner sobre la mesa todo lo que afecta a la sociedad africana.
Cuando comienza esta parte, la de los relatos, Minna Salami te da un tortazo en la cara con su obra, Lo que perdimos. En apenas tres páginas, te encuentras una historia que habla de cadenas, de mujeres separadas de sus familias, de engaños, de esclavitud, de injusticia, de impunidad.
La bofetada de vuelta, te la da La estrella de mi campamento, de Beatrice Lamwaka, un título bastante macabro, cuando conoces la historia. Es uno de los que más indignación y rabia te deja. Contada desde el punto de vista de una niña que vive en los campamentos de desplazados; Sin explicar mucho más, creo que podéis imaginar por dónde va el asunto.
Beatrice Lamwaka. Nació en Alokolum, Uganda. Su obra, <<Chief of the Home>>, está incluido en la antología Queer Africa, que ofrece una visión sobre lo que supone ser gay, lesbiana o transexual en buena parte del continente. Esta obra la hizo ganadora del Lambda Literary Award y está publicada en castellano por la editorial Dos Bigotes, bajo el título << Deseos afines>>.
Con Ekow, de Ayesha Harruna Attah, te das cuenta de lo difícil que es regresar al hogar cuando alguien ya no está. Mientras que Franka-Maria Andoh te llena de rabia y enfado con Mansa, cuyo su mensaje principal es la envidia y lo que esta puede hacer en nosotros. Esta idea también la recoge En el Nombre de la paz, Naomi Nkealah, donde habla, además, de los prejuicios y el daño que éstos causan, cuando no vemos más allá de ellos.
Los relatos terminan con Regreso al hogar, de Milly Jafta. Uno de los más conmovedores, la vuelta a casa de una madre y su hija desaparecida, un verdadero canto a la esperanza.
“Entonces supe que había llegado a casa. Yo sí valía. Observé a mi agotado y maltratado cuerpo y pensé en esta tierra donde brotan hermosas flores”
No he mencionado todos, elegí aquellos relatos que me han llegado especialmente.
La poesía en Ellas[también] cuentan, personalmente, es la parte que más me ha gustado, confieso que mucho más que los relatos. Sí, es una poesía crítica, de denuncia, y desgarradora, en concreto la que habla de violencia de género, resume muy bien lo que significa e implica encontrarse en una situación así, contundente y gráfica.
Tu puño golpeó mi cara
Quedé allí paralizada
Sin moverme, ni gritar.
La primera vez que sucedió, dijiste que lo hacías porque me amabas.
[…]
La mano que me lastima es la que me acaricia
No me puedo marchar
No puedo pronunciar lo que mi corazón esconde
Nadie debe saber mi vergüenza.
Me quedo allí asfixiada por dentro, muerta por dentro,
Odiando por dentro, muriendo por dentro
Aferrándome a ti –no por amor sino por miedo-
Mientras temo la llegada de la mañana porque recibiré más palizas
Y podrás susurrar entre besos
Te golpeé porque te amo.
Una paliza por amor –Mariska Araba Taylor-Darko.
A pesar de este extracto tan impactante que os he dejado, la mayoría de las poesías no tienen ese tono que vemos en los relatos, que te dejan con mal cuerpo.
En este caso, es un recurso para hablar de algo más que de rabia o indignación. A mí, me han transmitido, espíritu de lucha, empoderamiento y sobre todo esperanza. No sé muy bien cómo explicarlo, pero diría que se trata de esa energía especial que nace de la dificultad y que, en lugar de estancarte o dejarte paralizada, te impulsa hacia adelante. #sororidad.
Hablan de la mujer, de la maternidad, de las relaciones familiares (con el poema <<A mi madre>> de Gladys May Casely-Hayford se me escapó alguna que otra lágrima, es un homenaje precioso a nuestras madres), de igualdad, de África… En definitiva de la vida de personas que tienen algo que contar. Es una poesía directa, sincera y puedo afirmar convencida que, aunque no os guste el género o no lo leáis a menudo, tener en las manos, cualquiera de los poemas que aquí se recogen, no os dejará indiferentes.
El ensayo final que cierra el libro es un extracto del trabajo <<Male Daughters, Female Husbands>> de Ifi Amadiume (1947). Es uno de sus obras más destacadas, de carácter feminista y que fue galardonada con el premio Mejores Cien Obras de África del Siglo XX.
Ahora que se acerca el LeoAutorasOct, esta recomendación me parece una muy buena opción a tener en cuenta. Casa perfectamente tanto con este proyecto, como con los valores que se transmiten a través del Adopta una Autora.
La cuestión es visibilizar obras escritas por mujeres de cualquier género literario y cualquier lugar, más aún las desconocidas, las ocultas, aquellas que no nos llegan. Leerlas, hablar de ellas, difundir sus libros. No dejan de ser historias con las que aprender más, mejorar nuestro conocimiento de un mundo que, durante demasiado tiempo, ha tenido solo, un único punto de vista.
Siempre he pensado que viajar nos hace más humildes, conocer otras culturas distintas nos enriquecen, los libros son un buena oportunidad para ello, cuentan historias, suyas, nuestras… recogen esa cara B, relegada a un segundo plano injusto. Por eso, lecturas de este tipo nos dan la oportunidad de ir más allá, de salir de nuestra zona de confort y abrir los ojos a un mundo que es demasiado rico y diverso como para darle la espalda.
Como dice el prólogo de Ellas [también] cuentan <<Estas mujeres comparten una esperanza, una promesa, un nuevo orden mundial que no se base en la coacción o la violencia, sino en la comprensión y el respeto mutuo. Su mejor arma es la Literatura>>. El poder de la palabra puede cambiar las cosas, leedlas.
[…]
¡Oh!, mujer africana
De muchas tonalidades
Demasiado peso hiere tu alma.
Este vuelo demorado remontará a gran altitud
Elevándose cada vez, más alto, más alto.
Vital para ti.
Esencial para África.
Son las mujeres de África –Mary Laurene Browne-
PD: En la próxima entrada, la ironía y el humor, volverán al blog de la mano de mi queridísima Margaret Atwood, ya os adelanto que ¡The Penelopiad es TREMENDA!
OTROS RECURSOS:
Para consultar la página de esta antología y conocer más sobre el proyecto y las escritoras, podéis visitar : http://www.ellastambiencuentan.com/
*Las fotos de las escritoras están cogidas de la web anterior.
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