Reseña: Pilar Alberdi
Esta obra de Ana Vidal Egea me deja la grata sensación de haber participado en ese difícil recorrido que es llegar a la «medianía de la vida». Ese tiempo en que la juventud ya forma parte de un pasado que va quedando atrás como la estela espumosa de un buque en su camino por el mar. Algo tan frágil y, a la vez, tan dinámico.
Viendo las notas que tomé para la reseña recuerdo con placer el encuentro con los pequeños detalles que nos sorprenden en un libro, los aciertos, la fe con la que la escritora se enfrente a la palabra como un orfebre para sacarle, como si se tratase de una piedra preciosa, sus mejores facetas, un juego de luces imponderable.
Dice la protagonista en el interior de un aeropuerto: «La maraña de gente sola, acompañada, caminando en direcciones opuestas, riendo, furiosos, arrepentidos, viejos, jóvenes, niños, dispersándose como pájaros desesperados». Y qué cierta, esa desbandada.
Esa sensación de que lo que nos acompaña no nos da amor: «El repetido sentimiento de que en los espacios mastodónticos nos sobra todo el mundo».
La protagonista se marcha a un país del norte de Europa, Finlandia, para realizar su tesis, ¿y sobre qué tema? El silencio... «(...) mi tesis doctoral en literatura abordando el uso y el porqué del silencio, ahondando en la opción de enmudecer en vida. Silencio y cine, silencio y literatura, silencio y arte. Silencio y dolor, y enfermedad y vació y renuncia».
Poco a poco suma a su experiencia de la vida, el conocimiento que le da el territorio que la acoge:«He aprendido a amar la nieve, cae muy despacio, sin molestar».
Allí conoce gente y, especialmente, a un hombre...«Repasaba rápida todas esas caras nuevas, la forma en que abordaban una conversación, el lenguaje corporal. Bebíamos cerveza y sidra, hablábamos del clima, de dónde veníamos. Otra cerveza. Qué habíamos venido a hacer aquí, dónde vivíamos. (…) Supe que me costaría tiempo saber quiénes eran detrás de lo que pretendían ser».
Este no es un libro cualquiera: hay conocimiento, hay infinitas lecturas... Los nombres de autores y obras saltan como hormigas curiosas por las páginas: escritores, pintores, arquitectos, estilistas... Una amalgama de siglos... De creencias, de ideas, de esperanzas y derrotas. Porque al fin y al cabo, la vida del otro es mi vida, y la tuya. «Yo tenía un miedo terrible a precipitarme. La precipitación había sido el constante error a lo largo de toda mi vida»... Y van pasando los nombres... Poe, Cavafis, Heminway, Wittgenstein, Baudelaire, Talleyrand, Margaritte Duras, Primo Levi, Oviedo, Nabokov, Eliot, Quincey...
«Intentamos concentrarnos en aquello que nos gusta. Lo que más, bañarme en agua muy caliente, mirar la luna desde mi ventana, que me abracen por la espalda, que me toquen el pelo...»
Él le dice: «Cásate conmigo o adóptame».
¡Qué difícil es adoptar a otro, ser en otro, con otro! Ser el salvador o salvadora que luego se convierte en víctima. Hay aquí otro lado, otra esquina del Alexis o el tratado del inútil combate de Margaritte Duras, en la que se afronta la línea que imposibilita la unión verdadera de los cuerpos más allá de cualquier condición.
Esta aquí representada la vida de una mujer que busca encauzar su destino, aunque tenga el convencimiento, de que no se puede conocer a nadie realmente, de que «nos pasamos la vida interpretando a otros».
Noches árticas de Ana Vidal Egea. Se los recomiendo. Un libro de la editorial Baile del sol. Les invito a saber más de la autora, y a visitar el catálogo de la editorial en el siguiente enlace.
Sinopsis:
«Partiendo de unan relación real, Noches árticas narra la relación entre una mujer enamorada de un hombre homosexual y ese mismo hombre que lucha a diario contra su propia mente.
Mediante palabras, imágenes, humo y música, dedican todo su tiempo a construir una historia que, sin embargo, no puede consumarse.
Un encuentro que se desarrolla durante meses en Finlandia, donde la nieve, el frío y el miedo al banco acentúan la soledad de los personajes, quienes lentamente van destruyéndose el uno al otro, incapaces de aceptar la imposibilidad de amar con el cuerpo».
La autora:
Ana Vidal Egea (Dolores de Pacheco, Murcia 1984), es doctora en Literatura Comparada (UNED) y licenciada en Periodismo (UCM. Ha vivido en Helsinski y Madrid. Actualmente trabaja como gestora cultural en el Centro Cultural de España en Miami.Ha recibido varios premios y publicado libros de relatos. Esta es su primera novela.
http://pilaralberdi.blogspot.com/2012/02/noches-articas-de-ana-vidal-egea.html
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