Baile del Sol.- Para ver nacer el cataclismo es un poemario reunido tras
muchos años de silencio poético, ¿por qué te decidiste a publicarlo?
Francisco L. Pozo.- Fue a partir de la muerte de mi hermano Antonio en 2007
cuando volví a sentir la necesidad de
escribir y leer poesía - casi 20 años después de haber sido el poeta
adolescente que escribiera el librito Espelunca. Fue un proceso lento, sin
prisa, íntimo, en solitario, sin apenas comunicación e intercambio con otros
poetas. En 2009 puse en marcha mi ya extinto blog
http://poesiamovimientoperpetuo.blogspot.com, precisamente con la idea de
retomar el contacto perdido con la multidiversa comarca poética; mucho más
tarde llegaría Facebook.
Solo hacia 2010 la escritura y reescritura de nuevos y
viejos poemas fueron tomando forma de libro, y es a finales de 2012 cuando doy
por finalizado todo este regreso al futuro, este ca- cami -caminar del camaleón
por la delgadísima rama de la poesía, planteándome su
publicación con el título de Para ver nacer el cataclismo.
En resumen, creo que el motivo de querer publicar un libro
debiera ser siempre el de ponerse a escribir otro; en mi caso, Para ver nacer
el cataclismo, ha significado el retorno a la casilla salida de un viaje
interrumpido, el amor inútil pero eterno por las palabras inservibles, y el
deseo de perseverar tan, tan despacito.
FLP.- He de aclarar que si bien fue la muerte tan joven de mi
querido hermano la que provocó -tal vez -, mi regreso a la escritura, Para ver
nacer el cataclismo no se tata de un libro elegiaco; aunque dedico una parte
del libro a su memoria, solo un par de poemas le mencionan y únicamente en mis poemas más recientes he podido abordar
poéticamente su recuerdo.
Lo que intento en el poemario es cerrar un círculo, un viaje
de ida y vuelta a través de varios paisajes tanto físicos como sentimentales:
el Bierzo más rural de mi infancia, la juventud en el Madrid de los 90, y años
más tarde de nuevo regreso al Bierzo de la burbuja inmobiliaria y la crisis a
partir de 2008, económica, laboral y lo peor, sentimental: la muerte de
Antonio, mi separación y divorcio, etc.
Y sí, la mayoría de los poemas están escritos por un hombre
solo, en el silencio de una casa vacía, acaso roto por el murmullo hiriente del
frigorífico; un hombre solo que ve desde su ventana, afuera, más casas vacías
con más seres silenciosos y aturdidos en mitad del espejismo de una idílica
llanura - un descampado en realidad-, y al fondo, la ciudad de las puertas
frías, con su centro comercial y sus
días del engaño. Y más allá, ese hombre solo, ve desde su ventana, unas
montañas que le esperan...para ver nacer el cataclismo.
BdS.- Se observa una intención de precisión lingüística y hasta
podríamos decir de recuperación del lenguaje, ¿qué intención tienes en este
sentido?
FLP.- Efectivamente, uno de los posibles leitmotivs del libro
podría ser ese amor por las palabras inservibles. Creo que lo único que posee
el poeta es el lenguaje, las palabras, Y puede poseerlas todas. No sólo las
ultralíricas. En los poemas del Cataclismo las hay ancestrales, científicas,
inventadas, imposibles...Típula o invernía pueden ser tan poéticas como
gargajo, felpudo o chundachunda...Bueno, en realidad debí escribir esto último
a la viceversa.
Y a esto me refiero, a retorcer el lenguaje, a jugar con las
palabras, a comérselas, Ellas son nuestro único alimento...
BdS.- Llama también la atención el hecho de que los poemas
terminen con comas en lugar de puntos, ¿podríamos hablar de un único poema?
FLP.- Creo que no exactamente. Como decía anteriormente, Para ver
nacer el cataclismo es un intento de resumir diferentes tiempos y espacios; el
poemario está divido en cuatro partes, subdivididas a su vez en diferentes
agrupaciones de poemas, enmarcados por un poema de inicio y otro final muy
similares; estos dos poemas de apertura y cierre, la - prácticamente- ausencia
de títulos o numeración de los poemas, y el uso de la coma como única
puntuación, además de ir al final de cada último verso, son recursos visuales
que creo ayudan a reforzar ese aspecto circular del libro. Y a crear esa
sensación de un único poema.
BdS.- Encontramos algunos poemas en prosa que cuentan pequeñas
historias, casi como microrrelatos que, sin embargo, parecen conservar el ritmo
interior de la poesía, ¿hay alguna diferencia entre ellos y el resto, escrito
en verso?
FLP.- Creo únicamente reconocer como microrrelato el poema del
pacto de Pulgarcito con la bruja, que a su vez es, posiblemente, el poema más
dispar de todo el libro.
Esos otros poemas en prosa que a los que te refieres, los
que conforman la serie titulada No Estás Aquí Para Siempre, fueron escritos
inicialmente en verso, y finalmente adquirieron ese aspecto de texto en prosa.
Esos poemas, excepto tres, son los poemas más antiguos, escritos justo antes de
iniciar ese largo silencio del que ya he hablado. Han conservado su música
original pero por el camino perdieron su dibujo en verso.
"Y a esto me refiero, a retorcer el lenguaje, a jugar con las palabras, a comérselas, Ellas son nuestro único alimento..."
FLP.- Excepto las citas que abren el libro - el verso de Philip
Lamantia y las canciones de Foo Fighters y Kasabian-, el resto de citas están
agrupadas en la breve serie de poemas titulada Citaródica. Es ahí donde
aparecen los autores que nombras, además de Carlos Barral y Vítor Manuel de
Aguilar e Silva. El hallazgo casual de estas citas, -el verso de Chantal
Maillard me parece sublime, bestial-, me permitió en los poemas de Citaródica
jugar con los textos y versos de estos autores, en una especie de diálogo íntertextual
y metaliterario, que creo explica muy bien el espíritu de mi propio libro y el
modo de escribir estos poemas del Cataclismo.
Aunque - por supuestísimo-, admiro a estos autores, si
hablamos de referentes literarios tendría que nombrarte a otros poetas. Tal
vez: César Vallejo, Carlos Edmundo de Ory, Pedro Casariego Córdoba, Miguel
Suárez, Juan Gelmán, Clara Janés, Paul Celán, Ted Hughes,...
BdS.- También te interesa la fotografía, el diseño gráfico y la
poesía visual, ¿qué encuentras en estos diferentes lenguajes artísticos?
FLP.- Hoy por hoy el único proyecto artístico que me interesa es
el de seguir escribiendo poesía.
Sí que es verdad que la fotografía y el diseño gráfico me
han atraído desde siempre, pero aparte
de leves intentos, nunca ha llegado a cuajar un proyecto serio ni laboral ni
artístico en este sentido.
No obstante creo que, en lo referente a la poesía y el
lenguaje poético, se avecina un cambio profundo -tal vez un cataclismo-, que de
alguna manera involucre definitivamente a estos diferentes lenguajes artísticos
en uno solo y nuevo.
Sea como fuere, yo siempre he entendido la poesía como algo
visual, y en algunos de los poemas del libro se ve perfectamente ese intento
gráfico. De hecho, toda mi producción posterior al libro -que permanece inédita-,
y los poemas que escribo en la actualidad van en esa dirección. Ya veremos a
dónde llegan, si es que llegan a algún sitio.
FLP.- Precisamente útil, junto con el de sagrada, son los
adjetivos que a mí, personalmente más me
cuesta utilizar en cualquier intento de definir la Poesía.
En mi caso, y supongo que como le ocurre a la mayoría de los
poetas, el acto de escribir poemas se presenta como una necesidad casi
primaria, que tal vez tenga su origen en algún desajuste mental.
Sea como sea, espero que, llegue cuando llegue por fin el
cataclismo, al menos me pille con un libro de poemas entre las manos.
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