viernes, 22 de octubre de 2010

ALFABETO DE CICATRICES. ANA PÉREZ CAÑAMARES

Ana Fides – Madamoiselle Joue Avec Son Revolver

Contar la propia vida es muy difícil, hacerlo queriendo acompañarse del exacto alfabeto con el que tiene que escribirse la poesía lo es aún más.
La poesía y sus palabras no forman parte de ese diccionario que tanto se vende en las grandes superficies, aunque sería mejor delimitar mis palabras diciendo que no lo es en este libro que acabo de terminar de leer. Alfabeto de cicatrices, es un libro en el que la autora, Ana Pérez Cañanamares, nos enseña la importancia de crear un idioma propio, la necesidad de otorgarle a cada letra el valor necesario para que al acabar de leer al lector le salgan las cuentas.
Siempre disfruto con el volumen con el que crea sus imágenes, con esos cardenales que dejan sus metáforas en la carne interior. Sus palabras son duras, pero justas, deja huella siempre y eso es tanto en cualquier libro. Tal vez por eso cada vez que me propone un viaje nunca gasto pereza y compro mi billete hacia cualquier lugar o estancia que ella proponga.
En este libro llama la atención como reclama a voz en grito su individualidad:
"Mi vida no es un comentario de la tuya.
Nada de lo que hago es un ejemplo
una nota a pie de página de tu libro" Y como adora ser "perseguida" por la palabra, aunque deje muy claro que cualquier idioma debe ser frecuentado únicamente por personas que saben estar solas cuando llega el momento de darle utilidad a ese material, siempre inflamable" que son las palabras.
Ella come de todos los platos, come con las manos si la imagen lo requiere y llega hasta la soledad y mira y remira los restos que van a pervivir porque sabe que lo que resista sobre nuestros ojos, sobre nuestra memoria, sobre nuestros dedos es lo único que hay que contar, que eso es la poesía.
Se trata de un libro duro, como todos los de la autora, pero no se trata de una dureza impuesta sino de la natural dureza que supone vivir cada día , incluso si nos toca convivir con la felicidad. Ella sabe muy bien lo que ve y deja claro que la imaginación es una manera perfecta de atrapar la realidad, la propia y la ajena:
"Tu pones la comida
para los gatos callejeros;
pero no sabes si son las ratas
las que dejan el plato vacío" Otra de las cosas más impresionantes de este poemario es esa duda permanente sobre el verdadero final del poema. Esa conciencia de la imperfección que rellana el cuerpo de cada poeta queda expuesta con una humildad que sobrecoge:
"Por culpa de palabras mal usadas
a mi corazón lo cruza
un alfabeto de cicatrices" Podría decir muchas más cosas, pero me temo que ya he hablado más de la cuenta. Sé que los que os acerquéis hasta él acabaréis encantados y sentiréis, como yo, la fuerza de la vida en cada una de sus palaras. Os dejo un par de poemas para que os anime a ir en su busca. Hacedme caso, es uno de los Imprescindibles.

Seguridad Social
Frente a las charlas siniestras
de las salas de espera siempre
levanto un libro como una muralla.
Pero hoy de repente el olor del acero
la intuición de lo frío y punzante.
La certeza de lo inútil en perseguir
la enfermedad, que conoce todos
los recovecos donde esconderse.
La anciana a mi lado ha roto a llorar.
"No llore, mujer", le digo, "¿Qué le pasa?"
"Nada", contesta ella, encogiéndose.
Y se queda sin saber cuánto le agradezco
que calle y no me cuente.
Porque no llevo kleenex en el bolso
y estoy tan cansada que la enfermedad
me parece una tregua deseable.
Así morimos, así nos matan.

En el avión
El hombre avanza por el pasillo
se sienta entre la ventanilla y yo
mira un momento hacia fuera
y luego baja la persiana.
Es de esa gente que se conoce
las nubes de memoria.

http://mademoisellejoue.blogspot.com/2010/06/alfabeto-de-cicatrices.html

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