Ahora puedo decir, que si bien me arrepiento de haber tardado en iniciar un post hablando de cine, no es el caso en lo que ocupa a libros, pues esta tardanza, debida, como en el caso del cine, a mi holgazanería, ha hecho posible que pueda empezar con la novela que ocupará estas lineas, y que ha sido publicada meses después de mi debut como blogger, se trata de la segunda novela de nuestro colega, el admirado y célebre Gonzalo Arostegui Lasarte, como sabéis responsable de un brillante blog llamado, nada menos, que Ragged Glory, y que si no conocéis tenéis la oportunidad de desfacer el entuerto pinchando aquí.
Como sabéis los que soléis pasaros por aquí, soy dado a las historias, así que os contaré una sobre mis costumbres veraniegas en cuanto a literatura.
Hace algunos lustros, en el año 1985 mas exactamente, a finales de julio o primeros de agosto mi hermano y yo disfrutábamos de las vacaciones en el pueblo donde creció nuestro padre y vivió nuestra abuela, un pueblo cerca de León llamado Armunia, el primer o segundo día tocaba visita a unos primos me mi padre, bastante queridos por mis progenitores, y, que si en aquella adolescencia mía tan caracterizada por la pedantería yo no podía aguantar, hoy les recuerdo, muertos ya ambos miembros del matrimonio, con franca simpatía.
Aquel año, cosa rara en mi, no lleve ningún libro al pueblo y no tenía nada en proyecto, comentado este echo en casa de los mencionados primos, el varón, el bueno de Matías, me dijo.
- En este cuarto hay un montón de libros que aquí nadie lee, miralos y llevate los que quieras.- Dicho y hecho, los ojee y me llamó la atención que había un montón de novelas de bolsillo, antiquísimas, de Agatha Christie, yo ya la había leído en alguna ocasión y siempre me gustó, así que cogí 4 o 5 y me las llevé a casa de la abuela y esa misma noche empecé con una de ellas, mas exactamente con "Muerte en tres actos".
Desde ese día, el veraneo en León tenía como punto de coincidencia año tras año la lectura nocturna de novelas de la Christie, de echo, mi gran colección de novelas de la gran escritora británica esta adquirida casi en su totalidad en una librería de la capital leonesa que recientemente he descubierto con gran disgusto que ya no existe y que ha sido sustituida por una tienda de telefonía móvil.
Todos los años de mi vida desde entonces las vacaciones han empezado con la lectura de una novela de la dama del misterio, muchas veces re-lectura, era como la inauguración oficial de mis vacaciones, y esperaba con ansia la llegada del momento de encontrarme con mi camarada Poirot o enfrentarme a mis contradicciones con la no siempre simpática Miss Marple.
Y así a sido hasta este año...porque este año, Don Gonzalo ha sustituido a doña Agatha, ha roto una tradición, y estoy encantado de que así haya sido, las tradiciones están para eso, para romperlas antes o después, y si la ruptura merece la pena, pues mejor que mejor.
lo único pues que me queda por decir es: "Adios Mrs. Christie...Hola Don Gonzalo".
y una vez terminada la lectura de la mencionada obra: "En los Antípodas del Día", no se me ocurre mejor manera de comenzar la andadura de los libros por el blog que con esta novela de nuestro querido colega.
Este es uno de los rincones dedicados a leer esta estupenda novela. |
El que la
escribió:
Gonzalo Aróstegui
Lasarte.
Pamplona, 1971.
Actualmente y desde
los últimos veinte años vive en Madrid.
Es autor de la novela
"Madrid 3", publicada en 2004.
Ha sido cronista
cinematográfico eventual de la revista "Ruta 66".
Es responsable del
blog Ragged Glory,
(http://raggedglory.blogspot.com7), en el que se dedica a
desmenuzar con pasión discos de rock y jazz.
Tiene también
escritos bastantes relatos y poemas que no han visto la luz.
"En los Antípodas
del Día" es su segunda novela.
Lo que
pasa:
Finales del siglo XX,
Rafael Hernández es un joven recién licenciado en Filosofía que, obviamente, no
encuentra trabajo relacionado con sus estudios. Cansado de pedir dinero a sus
padres, decide ponerse a trabajar como teleoperador para ir tirando, y lo que en
principio, parece ser una escapatoria temporal, se convierte en más de cuatro
años trabajando en el turno de noche contratado consecutivamente por tres
empresas diferentes para atender a los clientes de una misma televisión digital
de pago. Conocerá así los contratos temporales, los fatídicos cargos
intermedios, la lucha sindical y todo tipo de miserias (y glorias) laborales que
se pueden imaginar relacionadas con el telemarketing...
Lo que
piensa Addison:
Desde la primera
frase, Gonzalo Aróstegui Lasarte, pone las cartas sobre la mesa en lo que
respecta a su novela, y las pone con toda franqueza, con valiente y cruda
franqueza... tanto es así que las muestra vueltas del revés, dejándonos ver el
reverso de las mismas para que podamos comprobar que estos naipes no están
marcados, que son los que son. Según avanza la lectura, el autor va volteando
las cartas mostrando sin tapujos ni complejos los anversos de las mismas, hasta
que desglosa toda la baraja, que termina sobre el tapete, boca arriba, expuesta
libre y deshinibida ante nuestros ojos abiertos y sorprendidos.
Contada en primera
persona, nuevamente desalojados de la narración elementos como el complejo o el
prejuicio, y empleando un lenguaje sencillo, que nos lleva a gran velocidad a
través del cerebro, la entrepierna, el oído (para el rock), y el gaznate del
protagonista, quien nos conduce por los vericuetos de la problemática real de un
licenciado de una carrera "sin salida", que atrapado en un trabajo frustrante va
descubriendo como con la llegada de la treintena, desaparecen las antiguas
concepciones vitales que hasta hacía poco formaban los cimientos de lo que
esperaba fuese su futuro.
así descubre como los
amigos, cada vez son menos héroes para convertirse en adultos, los sueños cada
vez están mas sujetos a las exigencias del mercado y en consecuencia de la
cartera, el amor cada vez tiene mas que ver con la psicología y la pedagogía y
menos con el sudor y el esperma, el rock mas con el arte y menos con la
actitud... en definitiva, que la vida no es el tránsito rápido, divertido y
emocionante que esperaba (golpes que todos nos hemos llevado).
El choque de la
realidad, de su realidad con sus ideales es traumático también, comprobando ante
su incredulidad que gana la primera batalla tras batalla, y que un trato, aunque
sea malo, es mejor que un juicio...
valores como el
compañerismo o la empatía, no tienen cabida en un mundo laboral que engulle todo
valor que a su paso se interpone, dejándolo en la sombra de cualquier esquina
tras la sucia defecación del mismo.
Los amigos, cada vez
mas desconocidos, la costumbre, cada vez mas apalancada en el interior de su
ser, y el inexorable paso del tiempo hacen de Rafael, (así se llama el Caballero
Andante de esta novela) un joven, aún joven, lleno de dudas y contradicciones
que aunque consciente de ellas, no sabe como combatir, quizás no tiene agallas
para combatir.
Para narrar todo
esto, Gonzalo Aróstegui Lasarte hace un uso de la ironía realmente excepcional,
ironía en las mas de las ocasiones ácida, dolorosa incluso, pero también con
ataques cómicos de envergadura, como el primer capitulo, relato hilarante que a
un servidor le recuerda al Mendoza mas inspirado de sus relatos de los
setenta u ochenta.
No se casa Don
Gonzalo con sutilezas ni con diatribas a la hora de exponer hechos, personajes o
sentimientos. Trata con justicia las debilidades humanas no envenenando el
lenguaje y narra con brillantez escenas costumbristas en conciertos de rock,
borracheras nocturnas a lomos del alcohol y los porros o conversaciones
taciturnas en los aburridos turnos de noche con compañeros de todo tinte
dramático... o cómico.
Y así la novela
avanza fluida, ágil y cómoda para la lectura, interesante y adictiva, incómoda
en lo que atañe a lo mucho que, en ocasiones, te ves reflejado, y preferirías no
verte... Una novela con los pies en el suelo, que habla de gente real, de la
gente que nos rodea, seguramente de nosotros mismos, y que lo hace desde un
prima valeroso, irónico, frío y en ocasiones divertido, jocoso, casi
humillántemente jocoso.
En resumen, estupendo
relato, real, en el que además se mezclan disquisiciones filosóficas sobre otros
temas como el nacionalismo (reflejado en las notas que para una tesis que no
termina de empezar reune Rafael), el rock and roll, la política
internacional...
Novela visceral,
quizás (esto es una impresión personal), catártica y sobre todo interesantísima
sobre la gente, las debilidades y necesidades de la gente, de la gente real, de
la que vale la pena para lo bueno y lo malo, una excelente novela que me agrada
de modo supremo verme en libertad de recomendar sinceramente, como un ejercicio
de reflexión y entretenimiento excepcional que constituye su lectura.
Felicito a Gonzalo
desde aquí y espero que no esa esta la última escala de su andadura como
novelista, pues es evidente que podemos esperar cosas tan interesantes como esta
"En los Antípodas del Día" del talento y "valor" del joven escritor
madrileño Gonzalo Aróstegui Lasarte.
Señores: como autor del post, el cual fue escrito con el corazón en la mano, con orgullo, y con la emoción sentida en la piel tras el desenlace, aun latente en mi nuca, que se desliza trepidante en las últimas e inolvidables páginas de esta fantástica novela, quiero expresar la alegría y, porque no decirlo, orgullo, de ver mi modesto texto en las páginas de su blog.
ResponderEliminarLes doy mi mas sincera enhorabuena por la iniciativa de su editorial, claramente comprometida con los jóvenes escritores como Gonzalo, dándoles ese empujón que todos necesitamos en esta vida, y que en una ardua tarea como la de novelista, ese empujón es, si cabe, mas difícil de encontrar quien este dispuesto a hacer el esfuerzo de propinárlo. Gracias a esta novela he conocido su editorial y este blog al que al momento me adhiero y seguiré con seguridad.
Gracias a Gonzalo por su novela, espero que la suerte le haga justicia, de esa manera se la hará también a ustedes, y agradezco a Baile del Sol la atención de haber visto en mi crítica méritos para traerla a su blog.
Gracias emocionadas.
Addison de Witt.