Brane Mozetič: “El hombre en su intimidad o en su sexualidad no es libre en absoluto”
El autor esloveno acaba de publicar su
poemario "Esbozos inacabados de una revolución", un libro en el que muestra las
huellas que la guerra y la política dejan en lo más íntimo, así como su
compromiso con la libertad.
Brane Mozetič: “El hombre en su intimidad o en
su sexualidad no es libre en absoluto”
El nuevo poemario de Brane
Mozetič ha sido publicado por la editorial canaria Baile
del Sol
"Esbozos
inacabados de una revolución" es un poemario
en el que lo íntimo se convierte en público y viceversa, ¿de qué manera se
sitúa ante ambas esferas?
Como he traducido los tres tomos de La historia de
la sexualidad de Michel Foucault, soy muy consciente de que el
ámbito de la intimidad o, más exactamente, de la vida sexual de un ser humano
en absoluto es un asunto privado, sino que, desde siempre y todavía hoy, ha
estado sujeto a una estrecha vigilancia de las autoridades, tanto de las
autoridades laicas como de las eclesiásticas. Todas las religiones decretan con
precisión las prácticas sexuales, cuáles están permitidas, a quién y cuándo,
hasta qué punto, lo que está prohibido y castigado. De manera similar, las
autoridades laicas llevan desde antaño aprobando leyes que regulan el área de la
sexualidad humana. Este ha sido siempre también un tema muy tratado por el
arte, que desafiaba los límites de la libertad de expresión. Y sigue siendo
así: el hombre en su intimidad o en su sexualidad no es libre en absoluto, sino
que su comportamiento está determinado por las leyes, por la moral, por la
tradición y por la cultura. Hablar de la intimidad siempre es un acto político
que es necesariamente público. Como en mis poemas hablo mucho de la intimidad,
ya me meto con los mencionados leyes, moral, tradición y cultura.
Hace poco un poeta
comentaba que, mientras leía en público, alguien le gritó: ¡Eso no es poesía,
eso es política! ¿"Esbozos inacabados de
una revolución" es un poemario político?, ¿es poesía, es
política, o ambas cosas?
Toda mi literatura es, de alguna forma,
comprometida. Esta colección incluso un poco más porque no habla solo de la
libertad sexual, sino también de cuestiones sociales y políticas. Como no vivo
en un mundo tranquilo y estable, sino en una época muy turbulenta, con muchas
guerras y con mucha gente pasando miserias, no puedo escribir la llamada poesía
pura – tampoco la lírica, sino que mis poemas se mezclan con la expresión
prosada, con el compromiso, también con la política.
Usted explica también
en un poema que en un recital le acusaron de poner demasiado énfasis en su
condición sexual, ¿cree que ha cambiado algo la mirada del público lector y
oyente, o ese aspecto continúa incomodando?
Cuando hablas de tu propia orientación sexual
que es diferente de la mayoritaria, estás siempre expuesto y te encuentras en
una posición vulnerable, tus límites están determinados por esa mayoría. Es la
que decide también hasta qué punto te lo permitirá. Si dejamos la historia, las
quemas y los campos de concentración para centrarnos en el mundo actual, los
límites de tu orientación sexual diferente dependen también de la sociedad en
la que vives. En Eslovenia, mis poemas, sin duda, siguen incomodando, en los
países sudamericanos los consideran acto de valentía, en otros países son
censurados o absolutamente imposibles. En Argelia, por ejemplo, se podían
recitar al mismo público las traducciones francesas de mis poemas homoeróticos,
pero no las árabes, aunque el público comprendía las dos lenguas. Son
cuestiones interesantes de la tradición, de la cultura y, por supuesto, del
poder de la autoridad, que decide también sobre la poesía. Varias veces he sido
víctima de agresiones verbales y también físicas por mi orientación sexual, y
me parece muy necesario hablar sobre ello.
Cuando hablas de tu propia orientación sexual que es diferente
de la mayoritaria, estás siempre expuesto y te encuentras en una posición
vulnerable
La libertad es otra de
sus preocupaciones en este libro, ¿considera que existe en estos momentos algún
resquicio para esa libertad?
El campo de la libertad se abre normalmente
después de mayores acontecimientos históricos, por ejemplo después de las
revoluciones. Así, al menos en el Occidente se abrió después de la Segunda
Guerra y culminó en la época de motines estudiantiles y de la revolución
sexual. Después, las autoridades metieron la libertad en los moldes y
recortaron todo lo que sobrepasaba esos moldes. Por lo menos en Europa tenemos
hoy más derechos, pero hay menos espacio para la libertad, todos los días, a
cada paso tropezamos con las regulaciones impuestas por el poder. De ninguna
forma vivimos en una sociedad iluminada, llena de optimismo y felicidad, sino
que estamos preocupados, reservados, a veces también asustados... y, en
general, impotentes ante el sistema construido por el poder.
"Siempre estamos en el brete de
los acontecimientos provocados por los políticos que elegimos nosotros
mismos"
En este libro describe
algunas escenas, como en el poema que comienza con “Mi tío Slavko”, que nos
acercan a acontecimientos históricos a través de lo que le pasa a las personas
en su vida diaria, ¿es quizá este el modo más realista de contarlos?
A lo largo del libro aparecen acontecimientos
históricos muy concretos que se mezclan con reacciones individuales y
personales y también íntimas a esos acontecimientos. El hombre y su mundo
personal están sujetos, pues, a lo que sucede en la historia, y, por ello, todo
esto se entrelaza en los poemas. Quería mostrar que la historia se repite, que
siempre estamos en el brete de los acontecimientos provocados por los políticos
que elegimos nosotros mismos. Es un círculo vicioso y, al mismo tiempo, lo
trágico de nuestras vidas.
¿Qué tiene de revolucionario el amor?, ¿y la pasión?,
¿y el sexo?
Si un hombre fuera libre en el amor, en la
pasión y en el sexo, eso no sería un asunto nada revolucionario. Pero como, de
hecho, no lo es, choca siempre contra las limitaciones y reglas que acabo de
mencionar. En general a una persona se la educa ya en su infancia y a través
del sistema escolar, inculcándole una gran cantidad de reglas y también
frustraciones. En su amor, su pasión y su sexualidad es revolucionaria siempre
cuando excede los límites, las reglas, los modelos que ha adquirido y que la
rodean. Una persona del mundo occidental se encuentra en una situación
completamente diferente que una persona del mundo árabe o de los países del
lejano oriente. Las cosas nos son tan inocentes en absoluto, pues en todo el
mundo te pueden, por el amor, por la pasión o por el sexo, perseguir,
encarcelar, excluir, desheredar, odiar, y también ejecutar. De modo que la
mayoría cede ante el mundo circundante y no es nada revolucionaria. Y, además,
hay que añadir que ya la relación misma de amor, de pasión o de sexo es una
relación de autoridad, de poder, de poseer. Todas estas fuerzas se desencadenan
ya en una relación íntima entre dos seres, una especie de guerra se libra ya en
una pareja – y lo sabemos muy bien todos, por nuestra propia experiencia.
¿Hacia dónde mira
cuando escribe un poema?
Mis poemas están hechos de escenas, a veces
son como cuentos muy cortos. Las saco de mi memoria y de la memoria del mundo
en el que vivo. Miro una escena que, después, se desarrolla a través de las
palabras.
¿La exposición propia
es una forma de honestidad?
Podríamos llamarla también honestidad. De
todas formas, es algo subjetivo porque se trata de mi visión de mi propio mundo
y del mundo que me rodea.
Ha habido momentos en
la historia de la literatura en los que se pensaba que el objetivo fundamental
de la poesía era mostrar la belleza. ¿Tiene la poesía algún objetivo, desde su
punto de vista?, ¿qué tiene que mostrar?
La poesía es tan variada que también tiene
objetivos muy diferentes. Para algunos tiene que exaltar el heroísmo, para
otros el pacifismo, para algunos la creencia en dios, para otros los
sentimientos de amor, la belleza de la naturaleza, etc. Para mí es un espacio
de libertad y creación en el que me expreso a mí mismo y a mi mundo. Con mi
compromiso, por supuesto, trato de mover los límites de los demás; o, solo,
trato de encantar a los demás con mis imágenes, ofrecerles una especie de
placer estético.
¿Diría que la poesía
es necesaria en el mundo en el que vivimos?, ¿para qué?, ¿por qué?
Para nosotros que la escribimos es muy
necesaria. Y también para los que la leen. Las dos partes a lo mejor vivimos en
ella un mundo diferente que no podemos vivir en la vida real. Y hay muchos que
no pueden hacerlo o, incluso, cada vez más.
¿A quién recomendaría
leer Esbozos inacabados de
una revolución?
Creo que a cualquiera. Porque la rebeldía o lo
revolucionario forma parte de la naturaleza humana. Todos lo hemos
experimentado alguna vez. Leyendo estos poemas, uno puede revivir sus recuerdos
o encontrar paralelos a sus sentimientos de rebeldía en el tiempo presente.
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