Hemos tenido la oportunidad de entrevistar a Raquel Morán, autora de Caín volvería a matarte mañana, una novela que solo por su título llama la atención pero que además promete hacer disfrutar a todos sus lectores. Aquí tenéis la entrevista completa.
¿Qué historia se esconde entre las páginas de Caín volvería a matarte mañana?
La premisa principal es la de cómo un hombre bueno puede condenarse si comete un solo acto de maldad y un hombre que ha cometido un sinfín de actos deshonestos puede, con un solo acto noble, redimirse. Creé dos personajes principales, Eduardo Novales, el hombre bueno, y Pedro Argüelles, el hombre no exactamente malo, pero maleado por la vida, y los enfrenté en una casa de campo asturiana una tarde de septiembre. En el primer borrador que escribí de la novela, en el 2003, no había episodios violentos, salvo ocasionales referencias a la vida de delito de Argüelles en Londres. En el segundo borrador, sin embargo, que comencé sobre el 2006, decidí explayarme sobre la naturaleza del mal en abstracto y, por ello, en la novela hay bastantes episodios desagradables. También quería ambientar una de mis novelas en Asturias, de donde vengo.
¿Cuál es su esencia?
La novela es una reflexión sobre la naturaleza de la crueldad humana: ¿es el hombre bueno o malo por naturaleza o ‘se hace’? Yo parto de la idea de que hay muchos hombres buenos por el mundo que lo son por inercia, porque nunca se les pone en la encrucijada de hacer algo malo ni tienen una vida dura que les obligue a realizar cosas deshonestas. La moralidad del Hombre debe ser tentada para saber que existe, ¿o no?
¿Cuál es el punto de vista de cada uno de sus protagonistas?
Hay tres protagonistas principales: Pedro Argüelles, el supuesto Caín de la novela, un asturiano que ha vivido en Inglaterra y que pasó varios años en prisión por asesinar a un joven en Londres; el doctor Eduardo Novales, también asturiano, hijo de doctor, nieto de doctor, un hombre al que el éxito le sobreviene de una manera inevitable, casi por obligación, es el Abel de la historia, y la mujer de Eduardo, Merche, que es, tal vez, el personaje más creíble, el más complejo y, por eso mismo, el menos fácil de comprender de la novela. Merche es un puente entre los dos hombres, con componentes tanto de Caín como de Abel. Y durante la novela Caín y Abel juegan a cambiarse la camisa y, sí, uno mata al otro.
¿Qué estilo tiene este libro?
La historia está contada simultáneamente por los tres protagonistas, la historia de los tres va tejiendo la novela, con lo que el lector sabe cómo o qué piensa cada uno de ellos. Mi prosa no es rebuscada ni florida, escribo con un estilo seco y directo que debe mucho a los autores anglosajones.
¿Cuáles son tus autores de referencia?
Antes de ponerme a escribir Caín… leía a Graham Greene, a John Steinbeck, a Irish Murdoch y a Ernest Hemingway. Su lirismo es más de contenido que de forma y su estilo es prágmatico, nada rebuscado. De los españoles, me quedo con el Llamazares de ‘Luna de lobos’, por ejemplo.
¿A qué tipo de lectores va dirigida esta historia?
La novela pertenece a la colección Serie Negra de la editorial Baile del Sol, puede que guste a lectores que necesitan leer algo que no sea novela histórica, puede que guste a lectores que leen mucha novela negra, no lo sé, al final la novela no es sino una historia de amor hacia un país –dos países-, y un paraíso perdido en la juventud de los tres personajes principales.
¿Por qué deberíamos animarnos a leer esta novela?
Porque no hay hombre ni mujer que, considerándose siempre tan noble como Abel, no haya sentido alguna vez, en alguna ocasión, la tentación de soñar que es Caín y que puede herir como él. ¿Brad Pitt o Marlon Brando? Si tu respuesta es Marlon Brando, te gustará mi novela.
Desde Libros que voy Leyendo queremos agradecer a Raquel esta entrevista y le deseamos la mejor de la suertes en su promoción.
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