Se acerca el verano y con él los días de sol, piscina, terrazas, playa y, por supuesto, ¡lecturas! Este junio no puede faltar tampoco en Vadeletras nuestro Recomendado del Mes.
Durante estas semanas he estado leyendo un libro que ha dejado una huella especial en mí por ofrecerme una historia sencilla y cotidiana, con un personaje melancólico y tierno, un hombre común al que la literatura le ha dado voz, y al que muchos podemos poner una cara concreta porque nos recuerda a ese profesor especial que nos dio clase y aún todavía apreciamos.
He tardado tiempo en dejar un hueco a este libro y el resultado ha sido una lectura maravillosa. Por esa sencillez que desprende la historia y por la magnífica construcción de un personaje realista y cotidiano, un ser humano común al que la literatura ensalza como si una cámara cinematográfica filmara la vida de alguien anónimo, nuestroLibro Recomendado del Mes de Junio es Stoner de John Williams y la editorial Baile del Sol.
La novela nos narra la vida de William Stoner, un muchacho nacido en 1891 y que es hijo de unos campesinos de Misuri. Un día sus padres deciden que lo mejor para Stoner es que vaya a la universidad, que estudie en la Facultad de Agricultura y pueda utilizar los nuevos métodos que aprenda para ayudar en el negocio familiar. No sin esfuerzo, William acabará yendo a la universidad, se alojará en casa de sus tíos a cambio de trabajar para ellos por el día, mientras que estudia por las noches. Pero, un buen día, la literatura se cruzará en su camino y hará que el curso de su vida dé un giro. Acabará siendo profesor asistente e impartiendo clases de literatura en la Universidad de Misuri, se casará, tendra una hija y vivirá las alegrías y las penas, las decepciones y frustraciones de cualquier ser humano.
La belleza de esta historia radica en que John Williams eleva una vida anodina y simple, la de un William Stoner que podría ser cualquiera de nosotros, a la excelencia literaria. Ya desde el principio de la crónica, su autor nos presenta al protagonista como un hombre común que pasó sin pena ni gloria por el mundo, un profesor como cualquier otro al que algunos estudiantes recordaban vagamente.
“Un estudiante cualquiera al que le viniera a la cabeza su nombre podría preguntarse tal vez quién fue William Stoner, pero rara vez llevará su curiosidad más allá de la pregunta casual. Los colegas de Stoner, que no le tenían particular estima cuando estaba vivo, ahora raramente hablaban de él; para los más viejos, su nombre era un recordatorio del final que nos espera a todos, y para los más jóvenes es meramente un sonido que no evoca ninguna sensación del pasado ni ninguna identidad con la que ellos pudieran asociarse ni a sí mismos ni a sus carreras”.
A través de estas páginas, acabaremos cogiendo cierto cariño a un personaje que no habríamos conocido si no hubiera sido gracias a la historia trazada por Williams. O que quizás ya conocemos porque, en el fondo, la vida de Stoner podría ser la vida de algún profesor que nos diera clase y que ya hemos olvidado.
Algunas veces nos sentiremos impotentes ante las injusticias que rodean la tranquila vida de Stoner: su matrimonio insatisfecho con Edith, una mujer que acabará amargándole la existencia; las eternas disputas y luchas por el poder en el seno de la universidad o el distanciamiento que acabará sufriendo con respecto a su hija Grace. Otras veces nos crisparemos ante ese aparente conformismo y la falta de lucha que parece adueñarse de Stoner, un miedo que parece atenazarle cada vez que debería dar un paso al frente.
Sin embargo, también veremos a un hombre que se ilusiona ante los pequeños grandes placeres: una charla sobre literatura ante sus alumnos, la dirección de una tesis o un momento de felicidad junto a alguna de las mujeres que ha conocido a lo largo de su vida.
“En su tierna juventud, Stoner había pensado en el amor como en una manera de existir absoluta a la que podría acceder si era afortunado; en su madurez había decidido que era el cielo de una religión falsa hacia el que se debía mirar con sosegado descreimiento, benévolo y crónico desprecio y desvergonzante nostalgia. Ahora, a su mediana edad, empezaba a entender que ni se trataba de un estado de gracia ni de una ilusión; lo veía como un acto humano de conversión, una condición inventada y modificada, minuto a minuto y día a día, por la voluntad y la inteligencia del corazón”.
¿Cómo he podido vivir tanto tiempo sin Stoner? Esta es la pregunta que me hago tras leer este libro. Porque la crónica de este hombre humilde que llega a profesor asistente es la de una vida normal con sus altibajos, como la de todos, y gracias a la literatura descubrimos que cualquier vida puede tener su encanto.
Stoner no es la crónica de la vida de una estrella de cine que parece siempre brillar entre glamour y autógrafos, es la historia de alguien que existió, que pasó por el mundo sin dejar una huella reseñable, pero que tuvo sus sueños y sus éxitos, su cara buena y su cara más amarga. Como las estrellas de cine.
Porque la literatura tambien puede servir de cámara y narrar – e inventar-, con palabras, esas vidas anónimas, como la de este profesor, amante de la literatura. Y gracias a la maravilla de hacer interesante la vida de un hombre común e inventar un personaje que podrían ser muchos tipos reales, Stoner de John Williams es nuestro Libro Recomendado del mes de Junio en Vadeletras.
A destacar: La excepcional construcción literaria del personaje de Stoner; traspasa la barrera de la ficción y parece alguien de carne y hueso.
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