LIBROS
Calma, llega el incendio
La escritora y guionista Ana Esteban regresa al cuento con 'Peces de charco', 12 piezas de desigual consecución
J. ERNESTO AYALA-DIP / 8 AGO 2017 - 19:22 CEST
En 2001 la escritora y guionista Ana Esteban (Madrid, 1954) publicaba su primera novela, Es sólo lluvia (Debate), a la que siguió un libro de relatos, La luz bajo el polvo (Ediciones del Viento). Ahora la autora madrileña regresa al cuento con un libro titulado Peces de charco, 12 piezas muy en la línea temática de su primera obra. En Es sólo lluvia había una galería de parejas de distinto color humano y psicológico empeñadas en entenderse a sí mismos y a los demás. Así, desfilaban la desilusión, las traiciones y los remordimientos. Una lengua literaria madura y sin afectaciones retóricas redondeaba una primera novela muy buena.
Ahora Ana Esteban ofrece piezas de desigual consecución. La desigualdad no tiene nada que ver con la factura estética de los relatos, que los hay excelentes, sino con la arquitectura del libro y con un cuento en especial, ‘Amor de pago’, un texto que la autora quiso que funcionara, infructuosamente, como un compendio moral y emocional de todo el volumen, quedando a la postre casi como un divertimento innecesario. Ello no impide que haya piezas de gran calado en este libro. ‘Murakami en las nubes’ es una pieza antológica. La pasajera de un avión, que viaja con su marido, mitiga un ataque de pánico de otro pasajero estampando su boca en la boca de este. Todo transcurre con normalidad hasta que se produce la epifanía. Un fogonazo de esplendor narrativo en el lector. En la misma estela de eficacia narrativa y emocional se alinea ‘Entropía’, en cierta manera, un cuento-resumen del espíritu del libro. Una dolorosa indefinición sentimental, ese vivir que no halla su centro de equilibrio. Como si de repente la voz de mujer que nos relata descubriera que el único orden ideal es el caos de la existencia.
En una tesitura narrativa distinta, se desenvuelve ‘No soy yo’, donde se ventilan asuntos domésticos, mezquindades típicas de las convivencias contaminadas de sopor, apremios económicos y malentendidos. Peces de charcomerece leerse. Con sus diálogos veloces, hirientes, desarmantes. Y la monotonía a punto de incendiarse. Y entre medias de todo ello, la irrupción esperanzadora de un hálito de fantasía liberadora.
Autor: Ana Esteban.
Editorial: Baile del Sol (2017).
Formato: tapa blanda (172 páginas).
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