jueves, 31 de enero de 2013

2013 de Poesía. Día 31. Lucía Boscà


Día 31.  Lucía Boscà. 23 Pandoras (2011)


ES SOBRE TODO AHORA

Es sobre todo ahora,
ante el espejo agujereado,
ahora que la soledad clava en mí sus ojos,
que son los míos, ahora que observo
el pálpito de mis preguntas, enroscadas
como el rabo roto de la lagartija.
Ahora, desnuda y sombría ante este espejo
que me rompe, me satura y
me convierte en mí a través de mí,
ahora que se escapan todas las respuestas
sin sentido
que me llevan a ninguna parte
desde ninguna parte.
Inercia,
incontrolableinercia que
me agarra del cuello.
Sale del espejo y me agarra del cuello.
Sale. Y me agarra.
Y ya no importa el pálpito
de un interrogante,
ya no importa absolutamente nada.
Porque es ahora, frente a mí, desde mí,
cuando entiendo
que importan tan poco
los principios
como los finales.


miércoles, 30 de enero de 2013

ANIMALES PERDIDOS en PUNTO DE LIBRO



Animales perdidos
Vicente Muñoz Álvarez
Baile del sol

En el número anterior de nuestra revista reseñábamos Canciones de la gran deriva, un poemario de Vicente Muñoz Álvarez publicado inicialmente en 1999, y reeditado en versión ampliada el pasado año. Dos meses después, tenemos la suerte de contar con una nueva obra del mismo autor, con la que de nuevo nos ha atrapado por el realismo y la clarividencia que destilan sus poemas. Unos poemas que, libres de las restricciones de la métrica encorsetada y hasta de las reglas de puntuación, nos llevan más por caminos rítmicos y melódicos que por versos y estrofas cuadriculadas.

En Animales Perdidos acompañamos al autor en un viaje por tres estados de ánimo, por tres maneras de estar, de vivir la vida. El hilo argumental -elemento no exclusivo de la narrativa, como demuestra este poemario- se basa en las relaciones de pareja, pero el mensaje trasciende del hecho concreto para alcanzar toda la existencia. Así, el fracaso sentimental, la ruptura, la soledad, pero también la esperanza, la recuperación y el reencuentro con el amor, ya olvidado como elemento fundamental de nuestra vida, nos dibujan un fresco que nos deja ver las diferentes caras de la existencia, y los variados estados de ánimo con que nos enfrentamos a ella.

La primera parte, Infierno, se abre con el poema que da título a la obra completa. En él tenemos algo así como el prólogo y resumen de lo que será el resto del libro: la ruptura de la pareja, el abandono, la soledad, tiñen la vida de un color gris. Nos sentimos como mascotas abandonadas. Pero ya en este primer poema se nos apunta que, al final, habremos de salir de ese estado triste y solitario, y que habremos de hacerlo, necesariamente, solos. En esta primera parte, la más extensa, abundan los poemas en los que descubrimos la soledad como aquello que nos hace más daño, más incluso que la propia pérdida de la persona amada, o de la carencia del propio sentimiento del amor. En alguno, como Terminal sur, vemos que encontrar la soledad de otras personas, e incluso compartirla, paradójicamente no hace que la nuestra sea menor. En otros, como Oxidación, recordamos la necesidad de resistir y avanzar con nuestra soledad a cuestas. No faltan poemas que surgen del contexto social y económico actual. Las inquietudes sociales del autor, tan presentes en otras obras suyas, vuelven a aparecer aquí, aunque sea más esporádicamente, y casi exclusivamente en esta primera parte del poemario. Calderilla, Barrio o Tierra sin pan nos hablan de esa realidad social dura, hostil, que tal vez se nos haga más visible y nos llegue más, precisamente cuando sufrimos la soledad y no estamos anestesiados por las endorfinas que libera un cerebro enamorado. Y, como elemento de resistencia, a veces como auténtico salvavidas, aparece la literatura. En Estigma, Corrección o Dominio, el autor nos habla del oficio de escritor, y en Poemas o Ultramarine hace un reconocimiento explícito a la poesía como compañera inseparable, especialmente en momentos de soledad.

Purgatorio, la segunda parte, está compuesta por poemas muy breves, casi telegráficos. Estos han perdido hasta el título, y se nos presentan como una sucesión de ideas, a veces confusas, desordenadas. Confusión y desorden que responden a esa etapa intermedia entre el Infierno del que hemos salido, y el Cielo -que sin duda nos espera a la vuelta de unas páginas-. En estos poemas el dolor de va haciendo más pequeño, más lejano. Se va olvidando la causa de nuestro sufrimiento, se atisba la posibilidad de avanzar hacia la felicidad. Pero es un tiempo lleno de confusión, de dudas sobre dónde estamos y hacia dónde vamos. En esa situación el autor solo ve un posible camino: avanzar, continuar siempre adelante, con el miedo y las dudas como compañeros de viaje, pero caminando a pesar de ellos. Y aquí aparece un nuevo tipo de soledad, no la de la primera parte impuesta dolorosamente, sino ahora buscada como alejamiento temporal de la masa, del rebaño, como vía para reencontrar la esperanza. La soledad como medicina para curar la soledad. Leemos, en uno de los poemas más simples y bellos de todo el libro, cómo esa medicina, en el caso del poeta, son los sueños. Unos sueños que para los poetas siempre son en blanco y negro. Blanco y negro; la tinta de un poema sobre un papel.

Finalmente, en Cielo, se recupera la ilusión, se reencuentran y reinauguran sentimientos y pasiones. Esta última parte es una celebración del amor, no tanto como pasión arrebatadora, sino como estado ideal de vida en compañía. Si en los moemntos tristes el salvavidas era la literatura y, más concretamente, la poesía, ahora lo es el mismo amor, como leemos en Kilómetro 13. Y así, mientras leemos los últimos poemas, llegamos a la sencilla conclusión de que lo único que necesitamos es encontrar, al levantarnos cada mañana, dos cepillos de dientes en el baño en lugar de uno. Y aprendemos que amar es, en fin, encontrar la paz, como se nos recuerda en Pura vida o en Todo va bien. O que amar, como dice el título de otro de los poemas, es estar Al fin tranquilo.

2013 de Poesía. Día 30. Ivana Bodrožić


Día 30. Ivana Bodrožić. Primer paso a la oscuridad (2011)


El romero que crece junto a la pared de casa
la pequeña tumba con cruz de piedra en algún lugar de Imotski
el aroma de las manos de hombre con pelos suaves
el deseo incontrolable de una piscina clorada
de un niño del interior que no conoce el mar
el pensamiento antes de dormir como una oda a la muerte
las caravanas de mujeres sin dientes con pañuelos en la cabeza
y los niños sin dientes también, pero sin pañuelos
ahora viene el sueño, a veces como una liberación
a veces como no
el mazapán de Alemania y un balón de fútbol de cuero
mi padre
un hombre guapo y joven
alguien le dispara en la cabeza
él dice que los va a matar a todos
no sobrevivirá ni el gato
grita con los ojos y desaparece
me despierto y soplo en las medialunas rojas
de las uñas.


Celebrando la reedición de Tratado de ornitología



El pasado fin de semana, el poeta Antonio Jiménez Paz, nacido en La Palma –la isla bonita–, afincado en Tenerife con predilección por la universal y mitológica La Laguna, nos ha anunciado la cubierta de su poemario Tratado de ornitología, editado por Baile del Sol. Esta obra está a punto de salir del horno editorial para que la deleitemos lectores, periodistas y toda aquella persona que ame la buena lectura. Pronto reseñaremos este libro y entrevistaremos a Antonio en el Rick´s Café. Pero, mientras tanto, vamos a ir dando unas pinceladas sobre este poemario y su autor. Se trata de una reedición diecinueve años después. La primera publicación de Tratado de ornitología acaeció en 1994 de la mano de La calle de la Costa. Cuando un autor, tiempo después recibe el interés de otra editorial por volver a publicar su obra, podemos afirmar que se trata de un caso que va camino de convertirse en un clásico. Lo bueno termina renaciendo y emergiendo a la superficie después de superar las circunstancias que rodean tanto la vida artística como el propio mundo editorial de las últimas dos décadas.
Varias casas editoriales tuvieron interés por reeditar este libro de Antonio hasta que las propuestas de Baile del Sol y del propio poeta convergieron. De hecho, Antonio tiene dentro de sí un excelente editor, a la espera de que su experiencia, saber hacer y contactos reciba un guiño inteligente del mundo empresarial cultural. Lleva la cultura impregnada en su vida desde que en su niñez comenzó a hacer lecturas públicas mientras gozaba contemplando danzar la barca marinera familiar sobre la hermosura del Atlántico canario.
Lo dicho, querida comunidad lectora del Rick´s Café, pronto tendremos al libro y al escritor con nosotros. Mientras os dejo un poema de Tratado de ornitología.
Amor mío,
canta ahora.
Hay un pájaro
examinador
en la ventana.

martes, 29 de enero de 2013

2013 de Poesía. Día 29. Roque Dalton


Día 29. Roque Dalton. Las historias prohibidas de Pulgarcito (2009)


Todos

Todos nacimos medio muertos en 1932
sobrevivimos pero medio vivos
cada uno con una cuenta de treinta mil muertos enteros
que se puso a engordar sus intereses
sus réditos
y que hoy alcanza para untar de muerte a los que siguen naciendo
medio muertos
medio vivos
Todos nacimos medio muertos en 1932
Ser salvadoreños es ser medio muerto
eso que se mueve
es la mitad de la vida que nos dejaron
Y como todos somos medio muertos
los asesinos presumen no solamente de estar totalmente vivos
sino también de ser inmortales
Pero ellos también están medio muertos
y sólo vivos a medias
Unámonos medio muertos que somos la patria
para hijos suyos podernos llamar
en nombre de los asesinados
unámonos contra los asesinos de todos
contra los asesinos de los muertos y de los mediomuertos
Todos juntos
tenemos más muerte que aquellos
pero todos juntos
tenemos más vida que ellos
La todopoderosa unión de nuestras medias vidas
de las medias vidas de todos los que nacimos medio muertos
en 1932.


lunes, 28 de enero de 2013

2013 de Poesía. Día 28. Carlos Pinto Grote


Día 28. Carlos Pinto Grote. El llanto alegre (2004)


Sobre todas las cosas
coloco una palabra.

Espero el oído del hombre
para pronunciarla.

No se cuál es ni me importa.
Ella está llegando siempre.
Aunque su yo no la conozca.

He puesto una palabra
sobre todas las cosas.





Una novela que no quiere ir a ninguna parte


Luis Santana se estrena en la prosa con 'Al final ni nos despedimos'

25.01.13 - 20:28 - 


Una novela que no quiere ir a ninguna parteEl escritor vallisoletano Luis Santana. / Henar Sastre
Con una larga estela como poeta, Luis Santana se ha enfrentado a su primera novela con la métrica y el «territorio» de la poesía por delante. El autor vallisoletano (Medina del Campo, 1957) da el salto a la narrativa con 'Al final ni nos despedimos' (Baile del Sol Ediciones). Una novela que, a pesar de no ser muy larga (126 páginas), le ha supuesto el esfuerzo del cambio de métrica y de metraje. A pesar de ellos se declara «deudor de mi territorio natural que es la poesía. tiendo a sintetizar mucho».
Quizás por ello, 'Ni nos despedimos' es una novela a la que se podría poner varias etiquetas ('thriller', psicológica...) pero de recorrido corto. «Mis personajes se acaban pronto y me resulta difícil que hablen demasiado», reconoce. Ha necesitado cumplir las bodas de plata como autor ('Mirador', 1988) para comprender las dificultades que se derivan de un cambio de estilo. «Cuando te pones a escribir, te das cuenta de lo complejo que es llenar una hoja con contenido... pero también de lo difícil que es llenar una página sin decir nada».
Eso terror un poco cerval al barroquismo, a esos 'best seller' ante los que no disimula su rechazo (las cosas que escriben los «Ken Follet de turno»), le ha llevado como lector a la convicción de que «a la mayoría de las novelas, incluso a las de grandes autores, les sobran la mitad de las páginas».
No es el caso de 'Ni nos despedimos', en la que cualquier lector que conozca un poco en profundidad el paisaje y el paisanaje de Valladolid se sentirá en casa. Desfilan por sus breves pero agitadas páginas perfiles geográficos (los bares 'La Ferroviaria' o 'El largo adiós') y humanos a los que Santana niega la categoría de ajuste de cuentas o guiños cómplices, algo que «tiene sentido cuando el que lo hace es reconocible, que no me parece que sea mi caso», justifica. Una de las ventajas de transitar por nuevos territorios es que «uno no se siente vinculado ni deudor de nadie», mientras que en poesía si tiene «dos o tres nombres fundamentales». Pero en la conversación se cuela algún maestro de la narrativa del que dejarse guiar como su tocayo Landero. Para Santana, el autor extremeño es dueño de «un castellano cuasi perfecto».

domingo, 27 de enero de 2013

3ª edición de Las mujeres no tienen que machacar con ajos su corazón en el mortero. También en e-book


El libro que todos los hombres deberíamos leer para comprender mejor a las mujeres.

Ricardo Rodríguez


Con una casta, una voz y un dibujo excepcionales, Inma Luna hila lo vital y lo literario para que lo difícil parezca fácil y lo fácil tenga color y poso. El de Luna es aquí un recorrido hermoso por paisajes breves, enteros y lúcidos. Lean a Inma Luna. Lo agradecerán.
Alejandro Palomas

En E-book

2013 de Poesía. Día 27. Jara Calvo


Día 27. Jara Calvo. A cero grados (2012)


Cierro los ojos y pienso en todos los posibles futuros que podríamos vivir tú y yo.
Tú morirías antes.
Hablaríamos de cosas iguales.
No entenderíamos que tú te pusieses tan serio y yo mintiese tanto.
Nos reiríamos todo el tiempo menos a la hora de dormir,
entonces todo se quedaría congelado como una imagen del televisor hasta que, en mitad de la oscuridad,
me apartaría el pelo de la espalda para que pudieses besar la primera vértebra.
Tendríamos una casa llena de antenas y cables y de perejil, lavanda y fresas plantadas en macetas
o simplemente no tendríamos ninguna posesión material que no estuviese hecha de tela, madera o piedra.
Dejaríamos dibujos de amor entre los documentos de trabajo para avergonzarnos el uno al otro.
Yo cantaría y tú anotarías cosas mientras algo hierve al fuego.
Seríamos felices.


sábado, 26 de enero de 2013

2013 de Poesía. Día 26. Antonio Jiménez Paz

Día 26. Antonio Jiménez Paz. Tratado de ornitología (2013)



Amor,
entre la música y tú
los violines,
y entre la noche y tú
apenas un búho de diferencia.




viernes, 25 de enero de 2013

Guarda el secreto


Animales perdidos (Baile del Sol, 2013) de Vicente Muñoz Álvarez es un poemario visceral y maduro (en el mejor sentido del término). Un ataque frontal a esta desatrosa civilización que, nos dice Vicente Muñoz, guarda una pequeña y denostada puerta de atrás. El posible refugio para todo los agotados ("que se acabe el mundo/ que arda babilonia/ que choque el cometa/ que estalle el planeta / que se vayan los cuerdos/ que emigren los necios/ que reinen los locos/ que se hunda el sistema"). Porque en Animales perdidos existe una única salida, y esa salida de emergencia es tan vieja y efectiva como el propio mundo ("un lugar tranquilo/ para respirar/ donde escribir/ soñar amar/ tan sólo eso"), y que no por ello deja de ser menos válida o útil. Cierta esperanza en la desesperación. Cierta calma tensa en el caos de existir. Así, todo está plagado de ese análisis doloroso de una realidad que se viene abajo (sin tocar nunca fondo completamente), de un mundo que aniquila bien por soledad, bien por desesperación o enfermedad diaria. Animales perdidos es un perfecto muestrario de todas esas sensaciones, pero también un ligero soplo de aire fresco en este doloroso y a abrasador infierno (Philip K. Dick siempre tuvo razón, el infierno no estaba en ninguna parte, era esto).





Animales perdidos (una buena definición de lo que somos, de lo que seremos) también está plagado de una historia paralela de la literatura (de Burroughs a Bukowski, de Céline a Lowry, pasando por David González o Raúl Núñez). Todo está inmerso en el líquido de esa estética maldita y al margen que tanto ha practicado Vicente Muñoz, pero, ya digo, con una interesante novedad, la calidez o el amor han llegado para quedarse. Y de ese tránsito mental y poético (cual Divina Comedia de extrarradio) surge el hallazgo, el descubrimiento literario y el paso adelante de quien no se ha cansado (del todo) de esta compulsión basada en mirar y escribir. Escribir y mirar, como un trozo de madera flotante en este blando mar que nos acoge ("el viaje/ la ola / respira"). Por eso continúa siendo importante discernar lo que uno es, ha sido y será en esta profunda y alargada penumbra. Aceptar sin conformarse, tomar aliento y entender los mecanismos del juego. Hay versos transformadores y reflexivos ("solo el instinto/ de sobrevir/ perdura") y un dulce aroma al encontrarse con un secreto que siempre estuvo frente a uno ("aquel hogar/ lo más bello/ en la tierra"). Y ese otro verso suelto que parece resumir y anticipar lo más decisivo: "guarda el secreto".

http://juliocesaralvarez.blogspot.com.es/2013/01/guarda-el-secreto.html

2013 de Poesía. Día 25. Dolores Campos-Herrero

Día 25. Dolores Campos-Herrero. Otros domingos (2003)


El primer encuentro,
al final de una tarde de Otoño,
fue en un parque de púrpura.
Entre el rugido de los tigres
en el cine del barrio
y falsas violetas sin olor
en mi vestido
Después vinieron tantos,
tantos encuentros,
que ya cierro los ojos
y dejo que tus manos diestras
manejen el escarpelo.
Te amo, no me haces daño,
pequeño Jack



jueves, 24 de enero de 2013

4ª edición de Stoner. También en e-book


John Williams ha construido un personaje sólidamente humano, tan humano que cualquiera podría contemplarse en su reflejo. Stoner es una novela sobre la integridad y la renuncia; una historia que consigue que te impliques, que comprendas, que disculpes y admires en la misma medida el estoicismo y las debilidades de este profesor al que es muy probable que ya me sienta vinculada para siempre. Stoner es, sin duda, un ejemplo de para qué sirve la literatura.
Inma Luna

Stoner se presenta como un canto a la dignidad de la vida, pese a sus miserias y a sus decepciones; como un himno a la belleza de los pequeños gestos; como una loa a los instantes de quietud y de paz. 
Su lectura reconforta tanto que obligará a los hombres y mujeres a retomar las páginas del libro en cuanto se les presente la menor ocasión. No lo tengan a mano cuando cojan el coche, o se eternizarán en los semáforos…
Ariadna G. García (Culturamas)

En E-book:


2013 de Poesía. Día 24. Pedro Flores

Día 24. Pedro Flores. Con la vida en los talones (2003)


MANIFIESTO

La poesía para quien la trabaja.
Fuera bachilleres y barberos
de la agonía de Don Quijote.
La poesía es más de los hijos
de los hijos de los hijos
de los piojos que devoraron a Miguel
que de los asépticos forenses del metro.
La poesía para quien la trabaja.
Para la locura y sus elegidos
para el alcohol y sus convidados
para el suicidio y sus acólitos.
Para el olvido fértil de Hölderlin.
Para el hígado deshecho de Poe.
Para las sienes derramadas de Pablo de Rokha.
Para la alegría y sus custodios.
Para la subversión y sus soñadores.
Fuera los expertos en hermenéutica
de los pulmones ateridos de Vallejo.
Fuera la piedra resplandeciente
de la duda inmaculada de Machado.
Fuera de los coliseos suecos
aquello que nació hambriento,
teñido por el polvo del destierro,
destinado al tiempo del delirio.
La poesía para quien la trabaja;
para ustedes y que sean dignos de su herencia.
Para nosotros y que seamos dignos de ustedes.


miércoles, 23 de enero de 2013

2013 de Poesía. Día 23. Almudena Vidorreta

Día 23. Almudena Vidorreta. 23 Pandoras (2009)


Capaz de patentar este ridículo modo
de acercarme a tus principios de forma pueril
pienso en quién dormirá contigo.
Soy el animal más posesivo de la Tierra.
Vomito la inocencia en tu guarida de lobo
y siento por un momento que también es mía
para esconderme entre tus sábanas y pensar:
«Tranquila, fiera, las hay más ridículas que tú».
Pero no tan niñas.



martes, 22 de enero de 2013

2013 de Poesía. Día 22. Ioan Es. Pop


Día 22. Ioan Es. Pop. El Ieud sin salida (2010)


12 de octubre de 1992

soy un hombre solo. esto no es para enorgullecerse en absoluto. pues
hay hordas de desgraciados que deambulan y están buscando
a otros desgraciados; sólo que entre desgraciados y desgraciados
hay grandes umbrales de desgracia,
algunos tienen mucho dinero, otros tienen esperanzas
vanas; no existen desgraciados
de una sola clase.
y cuando, a pesar de todo, se unen,
los desgraciados hacen revoluciones, y después
se les quita todo.



lunes, 21 de enero de 2013

2013 de Poesía. Día 21. Roque Dalton


Día 21. Roque Dalton. Los testimonios (2006)


Primera Lección

Claro que así es, cipote. Mi Dios creó al hombre según su imagen y a su semejanza. Pero lo creó en un sábado, tronando de borrachera omnipotente y cuando su imagen tenía ya un criterio excesivo. De ahí que nosotros mostremos lágrimas, vísceras para el odio e itinerarios distintos para la sed y el amor. Lo cual anonada, cipote, anonada.

Vicente Muñoz: “El amor te hace recuperar la fe en el prójimo y la autoestima”




Hablamos con el poeta Vicente Muñoz Álvarez por la publicación de su poemario Animales perdidos. Al escritor leonés le ha editado Baile del Sol, uniendo de esta manera Canarias con Castilla y Madrid. Es una obra nacida del dolor profundo que le causó una relación sentimental, y nos lo transmite con sinceridad este prolífico ensayista y novelista. Recurre esta vez a su voz poética, pero teniendo los otros estilos presentes. Filosofa a partir de la propia experiencia para explicarnos y transmitirnos cómo lo superó, pero también novela su trayectoria dándole incluso un toque estructural de teatro clásico en tres actos: Infierno, Purgatorio y Cielo.
Y Vicente, mientras recorrió ese largo y doloso sendero, miró a su alrededor y a sus semejantes. Leyendo sus versos, nos lo podemos imaginar sacando su libreta literaria o un folio después de hacer sus visitas profesionales a sus clientes. En esos escenarios, Vicente se nos muestra como un cronista de nuestro tiempo, ya que radiografía las circunstancias y realidades de millones de familias de este país llamado España o de cualquier otro.
¿Hasta qué punto, pasado el tiempo, aquel piso era jaula, y aquella casa de la pareja con la que se rompió un paraíso?
Son, sin duda, graduaciones subjetivas, porque objetivamente ni aquel piso era una jaula ni la otra casa un paraíso. Fue, eso sí, un cambio radical y brusco de vida, y la soledad, más que el piso al que me mudé, me hizo sentirme abatido y extraño. A partir de ahí, de esa premisa, el tono de los poemas de la primera parte del libro, Infierno, crítico, lacerante y oscuro. Hablamos, en cualquier caso, de poesía, y en la poesía, aunque sea realista y autobiográfica (como básicamente es la mía), todo son metáforas, reflejos de la realidad, y como tal hay que entenderla.
Dentro de tu dolor, desde el comienzo no perdiste la necesidad de levantarte. ¿Cómo son esos pasos primeros y las vacilaciones que acarrean?
Soy Aries, el niño que se cae y se levanta y sigue corriendo una y otra vez, y mi carácter es luchador por naturaleza. Es duro, después de una larga relación de pareja, enfrentarte solo a la vida y al mundo, te sientes aislado y extraño en todas partes y cuesta bastante, al menos a mí, cambiar de registro y volver a comenzar de nuevo. Pero poco a poco, con los pocos amigos verdaderos que a uno le quedan, que son los únicos que siguen a tu lado cuando alrededor todo se desmorona, y con la familia, que aunque suene tópico, siempre está ahí (al menos la mía), fui creándome un nuevo entorno y espacio, tanto interior como exterior, hasta encontrarme cómodo en él.
En el poema “Sujeto de experimentación”, el panorama que nos presentas es desolador. Parece cualquier telediario con su negatividad. ¿Qué propones frente a esos telediarios?
Por ejemplo, leer poesía. O escribirla, que es un modo de entender la realidad y el mundo que nos rodea. El poema que citas, efectivamente, como otros muchos del libro, refleja el panorama socioeconómico del momento presente, realmente desolador. De eso se trataba en esta primera parte del libro, de mostrar la crudeza del mundo y la sociedad en que vivimos, sin edulcorantes ni filtros éticos o políticos, descarnadamente y tal cual es.
Dedicas a David González “Gun crazy”. ¿Qué papel desempeñan los amigos y familiares a la hora de afrontar y superar el dolor del desamor?
En mi caso personal, un papel decisivo. Lo peor, sin duda, es sentirse solo entre la multitud y desubicado en la tierra, porque uno entonces comienza a perder la identidad y la perspectiva. Algo muy típico en estas sociedades capitalistas modernas, donde todo el mundo se mira sólo su propio ombligo. Son los amigos y la familia, si los tienes, los que te devuelven el norte y te ayudan a reanudar el camino. Sin ellos, desde luego, todo hubiera sido aún más difícil.
Abordas la soledad en nuestro tiempo en “Terminal sur”. Radiografías la realidad de una mujer. Ella es como tu espejo femenino en ese momento de tu vida. ¿Qué tenemos que aprender para alcanzar buenas relaciones sentimentales dadas las muchísimas rupturas de nuestro tiempo?
Supongo que a abrirnos más a los otros y no vivir encerrados en nuestra burbuja, empatizar con el prójimo, etc... Pero no es este, precisamente, un valor que se nos enseñe en la escuela, sino muy al contrario, la competitividad, la suspicacia y la duda, como método de defensa y de supervivencia... Como digo, todo muy sintomático de las sociedades consumistas en las que vivimos.
¿Consideras que sería valiosa una educación sentimental desde nuestra niñez y en las restantes etapas de nuestra vida?
Ya lo creo que sí, muy por encima de otras muchas estupideces que nos obligan en su defecto a aprender. Eso nos ahorraría, a la larga, muchos problemas de convivencia. Pero tal cual está planteado todo, la única manera de aprender parece ser de tus propias experiencias y errores.
¿Qué sentías al escuchar canciones como las de Nick Drake en aquella etapa del desamor?
Ufff... toda la desolación y tristeza que ya de por sí emana de ellas, unida a la mía propia, que en aquel momento me asfixiaba y partía por dentro... No le recomiendo a nadie escuchar a Nick Drake cuando está deprimido, pero me temo que todos (los que le conocemos) acudimos a él precisamente en esos momentos, no sé si buscando solaz y consuelo, o necesitados de sentir como propio su desarraigo y dolor... Todo ello lo describí en el poema que le dedico, Day is done (como una de sus canciones), que podría ser perfectamente la banda sonora de esa primera parte del libro.
En la primera parte del poemario, miras a las personas desvalidas, que sufren marginación. Miras a tu mundo cotidiano, y sufres con las personas con quienes compartes tu mundo profesional. También pones el dedo en la llaga cuando hablas de la hoguera de las vanidades de la literatura. ¿Cómo se producen esos fenómenos de exclusión, de no tener en cuenta las dificultades de quienes luchan a diario para sacar sus vidas adelante y quiénes los promueven?
Son, como ya antes señalé, sintomáticos de esta sociedad competitiva y decadente, deshumanizada y cruel, que hemos heredado del capitalismo y la sociedad del consumo. Me parte el alma observar a este tipo de individuos, perdidos entre la multitud, casi transparentes, ahogándose en su dolor... Por eso los he descrito en varios poemas del libro, porque me parecen metáforas perfectas de animales perdidos, y como tal les retraté, a partir de experiencias y anécdotas de mi vida personal.
¿Qué pilares y esperanza propones para superar la crisis o innombrable?
La fe en uno mismo y en la humanidad, no únicamente en el euro y el dólar, que es lo que está pudriendo este mundo.
¿Qué has aprendido de no pronunciar ciertas palabras para que no se conviertan en realidad?
Que las palabras, como afirmo en el poema Carnívoras, son semillas que germinan en nuestro subconsciente hasta llegar a hacerse realidad. Siempre he pensado en ello, en la fuerza evocadora de las palabras e ideas, tanto la positiva como la negativa... Nuestro mundo es una representación subjetiva de la realidad, nosotros la creamos, la interpretamos de diferentes maneras según el punto de vista a través del cual la miremos, y estoy convencido de que las palabras, como manifestación de una idea, pueden alterar esa realidad. Recuerdo que tuve esta conversación con el poeta David González hace ya mucho tiempo en un largo viaje que hicimos en coche juntos, y desde entonces he tenido muy en cuenta todo ello, hasta el punto de transcribirlo en ese poema, casi a modo de mantra y exorcismo...
¿Por qué el amor es salvación en pleno naufragio personal y global?
Porque te hace recuperar la fe en el prójimo y la autoestima, compartirte y desdoblarte y dar sentido a lo que te rodea. Al menos en mi caso fue así, pero no puedo generalizar.
En la segunda parte del poemario, Purgatorio, ¿por qué elegiste no titular la serie de poemas que la conforman? Parece como si fuera un poema continuo o único toda ella.
Quise que esa parte del libro fuera como imagino que puede ser (metafóricamente hablando) el Purgatorio: una fase de transición, aséptica, borrosa, rutinaria, monótona y de introspección... De ahí que cambie el tono narrativo y realista de la primera parte, Infierno, por uno más simbolista, menos doloroso, como de convalecencia, vago, vaporoso y confuso. Por eso los poemas, efectivamente, no llevan título, son como una especie de eco de mi voz interior en una etapa de concienciación y de búsqueda.
Frente al conformismo y el daño que causa y percibes en la sociedad hoy, ¿qué otras señales y comportamientos auténticos aprecias que hay para erradicarlo?
En mi caso, obviamente, la denuncia mediante la escritura. En el de otros, las manifestaciones y reivindicaciones públicas, por ejemplo, o simplemente la empatía con el prójimo y el acercamiento a los demás. Mi manera de hacerlo es mediante la poesía o la prosa, que también va dirigida a terceros y es otra manera de solidarizarse contra las injusticias del mundo.
¿Cómo son esas primeras sensaciones continuas de luz y de sentir el paraíso en esta vida?
Como volver a nacer de nuevo, como ver otra vez después de una larga ceguera, como notar la sangre estancada fluir en las venas, el corazón latir nuevamente en el pecho, las nubes disiparse de pronto, el sol brillar en lo alto, etc...
¿Qué te llamó la atención de ella, desde la primera impresión a los momentos posteriores de aquel primer encuentro?
Cómo empatizamos inmediatamente nada más conocernos, como si nos hubiéramos estado buscando siempre y ya nunca nos fuéramos a separar... Y de momento, afortunadamente, así ha sido. A ella está dedicada al completo la tercera parte del libro, que cierra el viaje que propone Animales perdidos.
Sobre qué te gustaría hablar que no hayamos hablado.
Creo que hemos hablado ya largo y tendido de casi todo, pero aunque hemos insistido mucho en el tema del amor como cura y catarsis, no lo hemos hecho tanto en el acto de la escritura, que en mi caso es una manera de ahuyentar fantasmas y miedos y de conocerme mejor a mí mismo. Este libro, más que ningún otro que he publicado, es una búsqueda personal mediante la escritura, una manera de ser y estar en la tierra, y de integrarme a través de ella en mi entorno. Hay muchos poemas que abordan este tema, para mí más que esencial, el del acto de la creación y la escritura, y su poder terapéutico y revelador.

domingo, 20 de enero de 2013

2013 de Poesía. Día 20. Carlos Pinto Grote


Día 20. Carlos Pinto Grote. Elegía para un hombre muerto en un campo de concentración (2004)


Cuando habíamos terminado de limpiar
el patio grande
y teníamos la cabeza desnuda al sol,
con la misma desesperanza
que en nuestro primer día de números
−aquel primer día de sorpresa para el cielo
que ignoraba el santoral terrible
y uniforme.
Aquel primer día de la nueva creación,
en el que hubo multitud de santos vacantes−,
Entonces, allí, en el silencio de la siesta,
tuviste el primer vómito de sangre.



sábado, 19 de enero de 2013

2013 de Poesía. Día 19. Carmen Campelo

Día 19. Carmen Campelo. La red de Sahkti (2012)



MADRES DE ARGEL

En el Harrash, barrio del llamado Triángulo de la Muerte,
el caos de tortura y miedo
vino a fecundar la noche
de gritos para engendrar el amor.
En el útero generoso y profundo de la tristeza
se gestan las citas de los miércoles frente al Gobierno,
las cuentas de los muertos que se suman al haber del Ejército.

Los velos del llanto
no esconden la amargura del desespero
ni la resignación.
Son el desvelo con que buscan
a sus maridos, a sus hijos.
El cuidado frente a la pérdida.

En la fuente originaria
no existe el olvido,
la indiferencia o el abandono,
sino el deseo de las leyes de Saturno
para que los esclavos se vistan de señores
y recuperar la memoria de luz
de la utopía feliz.

Son ellas raíz de Verdad,
azote de la corrupción que se apropia de tierras,
desveladoras del disimulo.
Son brillo de esperanza.




viernes, 18 de enero de 2013

Atlanis, de Boris Pintar


Los lectores habituales a estos desayunos conocen ya a Boris Pintar, escritor esloveno del que hablamos con ocasión de la publicación en España de Parábolas familiares. Nos llega ahora otra colección de cuentos cortos, Atlantis, publicado en la Colección Deleste de la Editorial Baile del Sol.
De nuevo cuentos oscuros, de esos que uno lee con miedo puesto que espera el mazazo en cualquier momento, alguna frase lapidaria, alguna revelación que dé sentido a todo: familia, sexo, política, identidad: todo se tambalea y se trasforma en los relatos de Pintar.
El El canto del cisne, una pianista musulmana conocerá a un bailarín y coreógrafo mulato. En Edipo, de nuevo una mujer tiene un hijo con un hombre que perderá rápido el interés por ambos. Mariliendre, una mujer que se vuelve loca por los coxis de sus amigos gays. Yo, Claudia, el más largo en extensión y que se diría una novela corta, es casi una carta que la protagonista escribe a su marido al que ha puesto los cuernos con un negrazo de pene descomunal que hace que (supuestamente) su esposo pierda el interés por ella y se vaya detrás de un periodista como un perro en celo. En La ciudad de los prodigios, una historia de un profesor en la Universidad de Barcelona desemboca en amoríos de jóvenes estudiantes (Jordi, Pau): el liceo, las Ramblas, el Raval, los prietos glúteos de los mossos d’esquadra…
Obviamente todo esto no es más que anecdótico: sobrevuela Freud, Lacan, Žižek e incluso son citados explícitamente junto con Barthes, Nabokov, Eco, Pamuk, Platón y hasta Eduardo Mendoza. Porque hay una omnipresente atracción del autor por nuestra España de todos los dolores que algún día me tendrá que explicar (espero).
“Si lo deseo, besaré a mi hijo, en la mejilla o en la boca, de pequeño o de grande, y si es homosexual, lo será por culpa de su padre maricón, no por culpa del beso materno”.

2013 de Poesía. Día 18. Lucas Rodríguez


Día 18. Lucas Rodríguez. Poetry from dummies (2012)


POETRY FOR DUMIES 1

Mi madre me dice por teléfono que ya hace
5 largos seguidos de espaldas
en la piscina cubierta de la sociedad deportiva Cantabria.

Hoy el autobús suena como un gallinero,
una extraña reverberación que acompaña mi somnolencia
las señoras de la limpieza hacen su camino.

Al conductor del bus le ha dado un tirón en la pierna
hace estiramientos zafios fuera de la cabina
le miro sonriente e incrédulo.

En ocasiones la vida en un instante
resulta mil veces más reconfortante
que el cómputo global.


jueves, 17 de enero de 2013

Novela de la crisis: sobre las raíces y los desarraigos


Entrevista al escritor hispano Jorge Majfud


Por Susana Baumann, periodista, New Jersey.
Susana Baumann: ¿Cómo resumirías el tema central de tu última novela, Crisis?
Jorge Majfud: En todo texto existen diferentes niveles de lectura. Muchos más y más complejos en los textos religiosos y de ficción. Pero el ensayo, por citar sólo un género literario, es más directo, expresa y problematiza las ideas y las emociones más conscientes de un autor. La ficción, si no es un mero producto de un cálculo de marketing, por ser una forma insustituible de explorar la realidad humana más profunda, posee niveles más profundos y más complejos, como los sueños, como la vida.
En el caso de Crisis, en un esfuerzo simplificador podría decir que los temas centrales son el drama de los inmigrantes latinoamericanos, sobre todo de los inmigrantes ilegales en Estados Unidos y, en un nivel más profundo, si se me permite el atrevimiento, el drama universal de los individuos que huyen de un lugar buscando una vida mejor pero que en el fondo es una huída de uno mismo, de la realidad que es percibida como injusta y no se resuelve con la fuga. La fuga es un perpetuo aplazamiento pero también es un permanente descubrimiento, una profunda exploración existencial que no alcanza quien permanece confortable en su propio coto de caza. La incomunicación, la violencia moral, económica y cultural son componentes inevitables de ese doble drama social y existencial. También la violencia más concreta de las leyes, cuando son funcionales a la deshumanización. Etc.
S.B. La novela se ubica en distintas geografías físicas y sociales de Estados Unidos.
J.M. Sí, en parte hay una intención de reivindicación del vasto pasado y presente hispano dentro de unos límites sociopolíticos que insisten en ignorarlos…
S.B. ¿Pero cuál es la intención de esta evidente diversidad? ¿Cómo se explican desde un punto de vista formal?
J.M. Al igual que los individuos, cada fragmento posee sus propias particularidades y rasgos comunes. Cada historia está ambientada en diversos espacios de Estados Unidos (América Latina aparece en inevitables flash-backs) que al mismo tiempo son similares. Es la idea que expresa un personaje cuando va comer a un Chili’s, un restaurante de comida tex-mex. (Cada vez que entro en alguno de estos restaurantes no puedo evitar enconarme con algún fantasma de esa novela o algún otro que quedo excluido sin querer). Si bien cada uno reproduce un ambiente entre hispano y anglosajón, lo cierto es que uno no podría deducir por sus detalles y su espacio general si la historia o el drama se desarrolla en California, en Pensilvania o en Florida.
Al mismo tiempo, para cada ciudad elegí nombres españoles. Es una forma de reivindicación de una cultura que ha estado bajo ataque durante mucho tiempo. Pero basta mirar el mapa de Estados Unidos para encontrar una enorme cantidad de espacios geográficos nombrados con palabras españolas, en algunos estados son mayoritarios. Pero son tan invisibles que la ignorancia generalizada las considera palabras inglesas, como “Escondido”, “El Cajón”, “Boca Ratón” o “Colorado”, y por ende la misma historia de la cultura hispana desaparece bajo este manto de amnesia colectiva, en nombre de una tradición que no existe. El español y la cultura hispana han estado en este país un siglo antes que el inglés y nunca lo ha abandonado, por lo cual no se puede hablar del español y de la cultura hispana como “extranjeros”. La etiqueta es una violenta estrategia para un imperceptible pero terrible culturicidio.
S.B. Me llamó la atención la mención del valor del Dow Jones para iniciar cada historia…
JM: Bueno, los valores son reales y acompañan esa “caída” existencial, el proceso de “crisis”, que es social, económico y es existencial, usando un recurso frío, como son los valores principales de la bolsa de Wall Street. Nuestra cultura actual, incluida la de los países emergentes como China o cualquier otro que se presentan como “alternativas” al modelo americano, están sustentados en la ilusión de los guarismos, ya sea de las bolsas o de los porcentajes del PIB. La economía y las finanzas son el gran tema de nuestro tiempo y todo se mide según un modelo de éxito que nació en Estados Unidos en el siglo XX. La caída y cierta recuperación del Dow Jones acompañan el drama existencial y concreto de cada personaje. Así como estamos en un espacio y en un tiempo, también estamos en una realidad monetaria (sea virtual o no, pero realidad en fin, ya que es percibida y vivida como tal).

http://monterrey.milenio.com/cdb/doc/impreso/9169539

Del infierno del desamor al paraíso amoroso



Sinceridad eso es lo primero que podemos afirmar del poemario Animales perdidos de Vicente Muñoz Álvarez, que ha editado Baile del Sol. Vicente no se esconde en nadie ni en nada para hablarnos de un desamor que hubo en su vida y cuánto le costó superarlo. Desde el prólogo que le ha escrito José Ángel Barrueco apreciamos que se trata de un poeta que antes de nada es persona, un hombre que ha querido amar y ser amado y, que una relación que no cuajó, le causó unos cambios duros en su vida. Y, sin embargo, no se rindió, a pesar de que había días que resultaban muy complicados. Su sendero duró varios años. Para el prologuista, de la ya extensa obra de Vicente Muñoz, se trata de su poemario más maduro. Además, nuestro poeta cultiva el relato corto, la novela y el ensayo. Se trata, por tanto, de alguien para quien la vida se concibe y vive cada jornada con la escritura como vocación auténtica. De hecho, como nos cuenta en los versos de Animales perdidos, en aquellos años en los que el desamor era la más preocupante circunstancia de su trayectoria cotidiana –aunque no la única–, los versos y la literatura se convirtieron en recursos sanadores. Y junto a la magia sanadora de la palabra, el cariño y el apoyo de aquellos familiares y amigos que dieron el paso al frente para arroparle.
Vemos a través de esta obra que hay hombres de nuestro tiempo para quienes la pareja, una feliz relación sentimental con una mujer, es una razón vital decisiva en su devenir cotidiano. No conciben cada jornada desde el amanecer hasta que llega la hora de descansar con la luna de fondo sin poder compartir una relación amorosa que merezca la pena. Quieren vivir amando y siendo amados. Al recibir Animales perdidos e ir leyendo con detenimiento y gusto sus páginas, desde la del prologuista hasta los poemas de Vicente, pasando por las ilustraciones de Julia D. Velázquez, uno vuelve a sentir y pensar la importancia del tema abordado aquí. Un asunto que quien reseña este poemario ha tratado también en la novela Volver a amar (la catarsis). Por tanto, que siendo una realidad importante de cualquier tiempo, en esta época nuestra se ha convertido en una vivencia determinante. Una vivencia que quiere ser compartida con plenitud diaria con la mujer amada. No es fácil, se producen intentos y no fructifican. Cuando es así, por mucho que duela, lo mejor es la ruptura. Y de ésa nace Animales perdidos. Pero Vicente ni como persona ni como poeta se quedó ahí. Caminó, echó a andar, aunque le costara la misma vida. Se sintió secó, se sintió pájaro enjaulado. Compartió con sus clientes y proveedores, con cualquier hombre y mujer de este país, los dolores, las preocupaciones e injusticias de la crisis –la innombrable, como la llamó el periodista Daniel Martín Gómez­–. Y claro, al dolor emocional se sumaba la dolencia profesional, económica y ciudadana. Y cada una de ellas está presente en este poemario.
Apreciamos a lo largo de Animales perdidos, la presencia de escritores que a Vicente le han ejercido una especial influencia como Thomas Bernhard, Nick Drake, Burroughs, Lowry, a quienes rinde su particular homenaje.
Resulta llamativo como mientras en la primera y tercera parte, Vicente titula cada poema; en la segunda, no lo hace, dando la sensación de ser un poema continuo. Y cuando está a punto de abandonar el Purgatorio y de arribar en el Cielo, en ese viaje de transición nos recuerda de que “la vida te lo devuelve todo”.
A lo largo de Animales perdidos constatamos como la geografía sentimental que describieron los filósofos Ortega y Gasset y Julián Marías se hace una vez más presente. Se trata, siguiendo a nuestros dos pensadores, de una circunstancia de nuestra realidad amorosa. La misma árida terraza, el otrora desértico balcón, se convierte en un paraíso, en un huerto. Lo que cambia es la realidad de la persona que lo vive y cómo ella o ellas lo viven. Cuando se llega a esa vivienda, en la que nunca imaginó vivir, roto por la desolación, las paredes y sus estancias se sienten como vacías, feas, insulsas, sin vida. En cambio, cuando se ha hecho la catarsis sentimental, y surge la presencia femenina, ese hogar se convierte en un paraíso terrenal. La entrada en el paraíso no es fácil ni sencilla, porque supone superar el pasado con su lastre. Sin embargo, de la mano de los versos, de la música libremente elegida, de las personas imprescindibles y de la capacidad de madurar, se superan las vacilaciones cuando aparece la nueva mujer. Es una aparición no prevista, “extraña”.Echa la vista atrás y valora con más conciencia el presente cotidiano. Cualquier detalle y vivencia adquiere ahora su plenitud y hermosura: dos cepillos de dientes en el cuarto de baño; un abrazo frente al sol de poniente; un baño en Finisterre; un pequeño huerto común; las noches estrelladas que hacen sentir la libertad y recargar las energías y los sentimientos.
Celebremos la publicación que ha hecho la editorial canaria Baile del Sol de Animales perdidos. Una edición cuidada, elegante, sencilla, que apuesta por los detalles artesanales; el diseño de su cubierta, sus ilustraciones, la maquetación cuidada de los poemas, …